¡Hola a todos, viajeros! Durante mi viaje a Berlín, que como sabréis si habéis leído mis dos entradas sobre este viaje, fue organizado por mi instituto, visitamos el campo de concentración de Sachsenhausen. Mi profesora de historia pensó que sería buena idea visitarlo, porque como habíamos estado estudiando en profundidad la Segunda Guerra Mundial, podríamos vincular historias reales a todo lo que habíamos sacado de los libros de texto.
La verdad es que sólo pensar en que íbamos a visitar un sitio en el que había existido tanto horror como un campo de concentración me ponía los pelos de punta, pero lo cierto es que aprendí muchísimo durante la visita. Además, me parece importante que las personas se eduquen en este tema, no sólo por cultura general, sino porque es algo que marcó el transcurso de la humanidad, y creo que es fundamental que no caiga en el olvido.
El campo de concentración de Sachsenhausen
El campo de concentración de Sachsenhausen se encuentra a las afueras de la ciudad de Berlín, así que suele ser visitado principalmente por gente cuyo viaje dura más de tres días, y tienen tiempo suficiente para salir de la ciudad. Fue diseñado por los arquitectos de las SS, y la verdad es que el complejo es enorme y tiene un montón de cosas que visitar. La entrada es gratis, pero te recomiendo encarecidamente que cojas la audioguía (que cuesta tres euros), porque vas a aprender muchísimo más sobre los diferentes puntos del recinto que vayas visitando, y realmente es para lo que imagino que querrás visitar Sachsenhausen. Además, con el dinero que recaudan mantienen las instalaciones, así que así podéis contribuir a que otras personas puedan visitar el campo en un futuro. Aunque imagino que optarás por coger la audioguía, aquí os dejo los principales lugares de más importancia del campo de concentración que te permitirán comprender un poco mejor la historia de Alemania.
- La entrada del campo de concetración
Nada más llegar a Sachsenhausen, lo primero que verás será la entrada al campo de concentración. Las puertas son de rejas negras, y aunque estarán abiertas, podrás ver un mensaje en una de ellas (creo recordar que era la izquierda). Este mensaje dice Arbeit macht frei, que como buena estudiante de alemán que soy, se puede traducir en "el trabajo os hace libres". Esta inscripción era bastante frecuente en los campos de concentración nazis, no sólo en este, y representa el lema principal que se defendía en los campos de concentración, donde hacían trabajar a los judíos sin descanso.
En cuanto crucé la entrada que os acabo de describir, entré en el recinto, en el que hay un enorme campo, prácticamente vacío si no fuese por los barracones y los caminos de tierra. La verdad es que los visitantes suelen ser bastante respetuosos mientras se recorren el complejo, así que notarás un ambiente muy silencioso, y seguramente melancólico. Los barracones que os he mencionado no son los originales, pero se han reconstruido a imagen y semejanza de los que una vez estuvieron allí. Dentro de cada uno de ellos podrás ver diferentes habitaciones y objetos que representan la "vida" que se llevaba a cabo en el campo de concetración, y hay también un montón de paneles con fotografías, historias de algunas de las personas que allí estuvieron, y explicaciones de las habitaciones, así que te recomiendo que te tomes la visita con calma para poder leer cada una de ellas.
Uno de los barracones que sin ninguna duda más me impactó fue el barracón de enfermería, así como el barracón de patologías y morgue, porque fui consciente de los muchísimos crímenes médicos que se llevaron a cabo en sitios como este, y era algo que hasta la fecha desconocía. Por otro lado, el memorial de la Liberación fue el punto de Sachsenhausen que más me emocionó.
Te recomiendo mucho la visita al campo de concentración de Sachsenhausen porque vas a aprender muchísimo sobre lo que sufrieron allí miles de personas, y aunque algunas de las historias que explican son bastante sensibles, creo que merece la pena el poner interés en conocerlas y, ante todo, respetarlas. Para recorrerte todo el recinto con calma necesitarás entre dos y tres horas (dependiendo de cuánto tiempo te pares en cada sitio), pero es mucho mejor si vas sin prisa.
Cómo llegar a Sachsenhausen
Para llegar al campo de concentración de Sachsenhausen, tendrás que coger un tren desde Berlín de las líneas RE5, RB12 ó S1, y bajarte en la estación de Oranienburg, que es el pueblo donde se encuentra el campo de concentración. Desde allí, puedes ir andando perfectamente (que es lo que hice yo en mi visita), ya que además las casas del pueblecito son bonitas, así que es un trayecto que se hace corto. Si por lo que sea te da pereza caminar, o hace un día malo para estar andando 20 minutos, puedes ir en autobús, en la línea 804 ó 821. Os tendréis que bajar en la parada de Gedenkstatte.