La entrada al hostal es un poco rara porque parece más bien un bar, y la primera impresión es buena ya que esa zona está cuidada. Sin embargo, nada más acercarte a recepción te encuentras con la primera sorpresa desagradable: las recepcionistas no son especialmente amables, parecen no entender que trabajan en un hostal y cuando les dices que tienes una reserva te ponen cara rara. No ayudan en nada, la verdad. El único amable fue el chico, pero yo sólo lo vi un rato por la tarde.
Luego, te encuentras la siguiente sorpresa: la zona de habitaciones parece un edificio abandonado, todo lleno de pintadas por dentro y de suciedad, y encima tienes que subir 2 plantas (que parecen 3). Si vas con una mochila no hay problema, pero si vas con 2 maletas que suman 35 kg, como yo, pues ahí cambia la cosa. Deberían informar de esto en la web porque yo desde luego no habría reservado.
La habitación en la que yo estuve, de 8 personas, era muy amplia, lo cual le da un punto positivo. Además estaba limpia y las camas eran aceptables. Lo malo de las habitaciones es que hay una sola llave para 8 personas, 7 de las cuales yo no conocía de nada. ¿Qué pasa si una persona se lleva la llave? Tienes que andar subiendo y bajando a ver si puedes o no puedes entrar a tu habitación, habitación que tú has pagado pero de la que no tienes llave. No le encuentro ningún sentido y me pareció fatal, porque además la habitación, debido a esto, se pasaba todo el día abierta.
La cocina está bien, tiene vitro, dos frigoríficos, una kettle, y una estantería donde la gente deja las cosas que ya no quiere para que las usen los demás. Además tiene una mesa amplia, pero claro, sólo tiene esa mesa, como se junten más de 8...
Los baños están sucios. Entré a varios diferentes y todos lo estaban. No estaban asquerosos de vomitar pero para mí los baños es lo más importante y no me agrada meterme en una bañera que tiene todo el suelo lleno de pelos y de suciedad y de polvo etc. Tuve que usar una bolsa de plástico para poner los pies en la bañera y otra para cuando salí de ella, porque era bastante desagradable.
En cuanto a su localización: la zona en la que está tiene más personalidad que si te alojas en el centro pero eso también te obliga a pagar sí o sí el caro transporte público berlinés. Tiene cerca la parada de S-Bahn y por ahí también pasan trenes regionales, todas las líneas te llevan al centro.
Por último, los servicios ofrecidos según su página web: tienen un bar en la entrada donde puedes pedir todo tipo de bebidas (una coca cola 2 €) y donde ponen buena música; también puedes poner lavadora (3 €, incluye detergente) y secadora (1,5 €); tienen ordenadores con internet cuyo acceso era supuestamente gratuito pero lo cual no es cierto, ya que creo que media hora son 2 €. Los precios de todo me parece algo excesivos, pero bueno, allá cada uno con su economía. Wifi tienen, pero ellos anuncian que está disponible también tanto en la zona común como en las habitaciones y no es cierto: en las habitaciones tienes suerte si en 1 de cada 100 intentos pillas una rayita de wifi y puedes usar Whatsapp durante 1 minuto (porque con esa rayita no te da ni para meterte en Hotmail). En la zona de recepción y del bar sí que hay buena señal, y el wifi sí es gratuito. Además tienen una máquina expendedora. Las sábanas te las dan ellos con un depósito de 3 euros, que luego te devuelven. También ofrecen desayuno por 3 € pero yo no lo recomiendo por que ví a un chico desayunando y le habían dado un yogurt y un kiwi.
Por cierto, un apunte de algo que me pareció patético: supongo que tienen obligación de tener un baño para minusválidos, bien, pues su ducha acondicionada para estos casos era una ducha normal con una silla de plástico que tenía un agujero hecho manualmente en el centro.
Es un hostal aceptable pero yo no volvería ni lo recomendaría a nadie. En Berlín hay muuuuucha oferta de alojamientos y por el mismo precio creo que se pueden encontrar sitios mejores.