Rollitos de nata y chocolate
¡Hola a todos!
Esta receta no es complicada en absoluto pero sí es entretenida porque se elabora en distintos tiempos. En cualquier caso, es ideal para hacer un fin de semana cualquiera en el que no tengamos nada mejor que hacer para pasar el tiempo.
Yo soy tremendamente golosa, así que este tipo de recetas me gustan mucho porque disfruto un montón con el resultado y, cualquier pastelito hecho en casa está infinitamente más rico que los ofrecidos por la industria del dulce. Además, no hay mejor cosa que saber lo que comemos.
Los ingredientes son muy sencillos y el sabor de estos rollitos es delicioso; la base es un brazo de gitano que cortaremos en porciones después de rellenarlo y estas van bañadas por una cobertura de chocolate. Si queréis simplificar, otra opción es que dejéis el brazo de gitano entero, sin cortar en rebanadas, y lo cubráis con la crema de chocolate tal cual para cortarlo en porciones cuando se vaya a comer.
Porción de brazo de gitano.(Fuente)
Ingredientes para la masa:
- Tres huevos.
- Cinco cucharadas de harina.
- Cinco cucharadas de azúcar.
- Dos cucharadas y media de aceite de oliva.
- Una cucharadita de bicarbonato sódico.
- Una cucharadita de suero de yoghourt (el líquido que normalmente nos encontramos en la superficie del yoghourt y que, muy habitualmente, desechamos).
Ingredientes para el relleno:
- 100 mililitros de nata para montar (con el 35 o 38% de materia grasa).
- Siete cucharadas de leche condensada.
- Dos cucharadas rasas de azúcar (mejor si es azúcar en polvo).
- Una cucharada de miel.
- Una cucharadita de aroma de vainilla.
- Una cucharadita de zumo de limón.
Ingredientes para cubrir los pastelitos:
Chocolate negro para repostería (Fuente)
- Una tableta de chocolate “Nestle Postres” (o cualquier otro tipo de chocolate para cobertura que funda bien).
- Cinco cucharadas de nata líquida.
Elaboración del bizcocho:
1. Ponemos los huevos en un vaso de batidora y los batimos hasta que comiencen a hacer espuma; vamos entonces añadiendo el azúcar, sin dejar de batir, cucharada a cucharada. El volumen aumentará considerablemente durante los próximos tres minutos.
2. En ese punto, comenzamos a echar el aceite en forma de hilo sin dejar de batir en ningún momento.
3. En un bol aparte echamos la harina tamizada con la ayuda de un colador; mezclamos aparte el bicarbonato sódico y el suero y lo añadimos a la harina.
4. Encendemos el horno a 180º con el fin de precalentarlo.
5. Añadimos entonces el líquido que tenemos en el vaso de batidora y vamos mezclándolo con la harina cuidadosamente con una cuchara de madera. Lo hacemos con suma delicadeza, poco a poco, para que no se baje el volumen y todos los ingredientes queden bien integrados.
6. Forramos la bandeja del horno con papel sulfurizado y vertemos la mezcla, alisamos la superficie con una cuchara e introducimos en el horno durante ocho o nueve minutos (como ya sabéis, cada horno es un mundo, así que debe comprobase que la masa esté perfectamente cocida antes de sacarla del horno).
7. Extendemos un paño de algodón sobre una mesa y, cuando la masa ya esté lista, sacamos la bandeja del horno y la ponemos boca abajo sobre el paño de cocina para que el bizcocho caiga; a continuación retiraremos la lámina de papel sulfurizado. El paño de algodón nos va a servir para ayudarnos a enrollar el bizcocho, cuando todavía está caliente, sobre sí mismo (yo suelo enrollarlo a lo ancho pero puede hacerse a lo largo igualmente); este paso es muy simple, es como enrollar un folio en forma de rulo pero en esta ocasión, para facilitarnos la tarea, enrollamos con firmeza al mismo tiempo la masa y el paño. Haciendo esto lo que conseguimos es que el bizcocho adquiera forma cilíndrica con capas pues la tela del paño irá quedando en el medio de cada vuelta que demos (como si fuera una espiral). También podemos usar una lámina de papel sulfurizado para hacer el enrollado del bizcocho. Una vez hecho esto, dejamos enfriar el rulo de bizcocho.
8. Cuando el bizcocho esté completamente frío lo desenrollamos y cubrimos con el relleno con la ayuda de una cuchara o espátula; lo enrollamos de nuevo (esta vez ya no precisamos de un paño de cocina pues el bizcocho habrá cogido la forma), lo envolvemos bien apretadito en film transparente y lo llevamos al frigorífico para que adquiera consistencia durante unas horas (si es de un día para otro, mucho mejor).
9. Cuando el bizcocho esté bien firme lo sacamos del refrigerador y lo cortamos en rebanadas de un centímetro y medio aproximadamente.
10. Colocamos los rollitos sobre la rejilla del horno y los cubrimos con la crema de chocolate; daremos unos golpes moviendo la rejilla hacia abajo para eliminar el exceso de chocolate y que la superficie de los pastelitos quede lisa (si colocamos la rejilla sobre la bandeja del horno, el excedente de chocolate podremos aprovecharlo a posteriori. ¡Aquí no se tira nada!).
Preparación del relleno:
Nata o crema de leche (Fuente)
1. Para elaborar la crema del relleno empezamos montando la nata; si no tenemos varillas eléctricas toca hacerlo a mano con un batidor pero, como no es mucha cantidad de nata, acabaremos pronto. Otra alternativa es introducir la nata, el azúcar en polvo y el aroma de vainilla en un tarro de cristal (previamente metido en el congelador durante diez minutos) y moverlo enérgicamente por espacio de treinta o cuarenta segundos. Recordad que no se debe batir durante mucho tiempo porque, en lugar de nata, podemos obtener mantequilla y no es eso lo que queremos. En caso de que decidamos batir a mano, echaremos el zumo de limón en cuanto la nata empiece a hacer espuma, antes de estar montada; seguiremos batiendo hasta que empiece a espesar y añadiremos el azúcar y el aroma de vainilla sin dejar de batir hasta que la nata está firmemente montada.
2. Incorporamos la miel y la leche condensada a la nata y revolvemos todo de forma cuidadosa para que la nata no se baje.
Preparación de la cobertura:
1. Metemos en el microondas el chocolate troceado y dejamos que vaya fundiéndose poco a poco sacándolo cada quince o veinte minutos para removerlo y que no se queme.
2. Cuando el chocolate ya esté prácticamente derretido, lo sacamos y mezclamos con la nata; batimos bien con un tenedor y lo utilizamos como cobertura de nuestros rollitos.
Estos pastelitos están inspirados en los populares “Phoskitos”, que muchos de vosotros habréis probado en infinidad de ocasiones. A mí particularmente me encantan.
Phoskitos, pastelillo de bizcocho tierno con relleno de leche y cubierto con una capa de cacao con leche y en forma de espiral, fabricado por Grupo Nutrexpa.(Fuente)
Esta receta la he hecho ya cuatro veces y, en una de esas ocasiones, puse una capa de mermelada de frambuesa muy finita en el bizcocho antes de volcar el relleno sobre el brazo de gitano. Solo os diré que los pastelitos salieron espectaculares.
Una última cosa, los pastelitos se pueden congelar, una vez que la cobertura se haya enfriado, envueltos en film transparente; así los tendremos listos cuando nos apetezca comer un dulce delicioso.
Saludos y que tengáis un buen día.
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