La tarta de queso definitiva
Si ya tenía adicción a las tartas de queso, con esta nueva receta me he vuelto absolutamente loca. Puedo incluso prescindir de poner mermelada porque esta tarta de queso no necesita de ningún complemento para que gane en sabor.
La receta pulula por todas partes y el éxito está más que justificado; esta tarta está considerada por los críticos gastronómicos como una de las mejores y no es de extrañar, porque está más que rica. Si a esto le sumamos que lleva pocos ingredientes (tan solo cinco) y que solo hay que batirlos y hornear, se convierte, al menos para mi gusto, no en una de las mejores tarta de queso sino en la mejor. Muy fría y de un día para otro es, sencillamente, irresistible.
Ingredientes necesarios
Coste de la receta:
El coste aproximado para preparar la tarta de queso más rica del mundo es de 6 euros aproximadamente pero si se utiliza una crema de queso de marca blanca puede salir por unos 4 euros.
Ingredientes:
- 500 gramos de queso en crema
- 400 ml de nata líquida para montar
- 4 huevos
- Una cucharadita de harina de maíz (tipo Maizena o de cualquier otra marca)
- 7 cucharadas de azúcar
Yo he usado la mitad (más o menos) de cantidades que las indicadas en la receta original. He adaptado la receta como he considerado oportuno porque la original lleva unas cantidades tremendas (aunque después de probar la tarta entendí que hubiera dado lo mismo hacer la tarta más grande ... ¡no iban a haber quedado ni unas miguitas!).
Elaboración:
Como ya he comentado antes, solo hay que batir todos los ingredientes y poner el horno a 180ª durante 30 minutos. Yo he preparado dos tartas en dos veces (30 minutos de horno cada vez) porque no tenía un recipiente más adecuado y este no era lo suficientemente grande como para que cupiera toda la mezcla de la crema.
La crema ya preparada para hornear
Además, había leído que la crema crece mucho en el horno, y que luego baja; yo no me he atrevido a llenar mucho el molde por si acababa saliéndose. Debo decir que mi tarta ni creció ni menguó y eso que seguí todas las instrucciónes, como no sacarla del horno una vez que está hecha (es importante esperar a que esté templada, dejando la puerta del horno entrabierta, antes de sacar la tarta).
Como podéis apreciar en las fotos superiores, he forrado la fuente de cristal con papel parafinado, era la primera vez que lo hacía y ha resultado más fácil de lo que, en principio, creía; si se pasa el papel por agua y luego se escurre se maneja muy bien y puede doblarse y adaptarse al recipiente.
La primera tarta recién salida del horno
He puesto sobre la tarta papel de aluminio al principio del horneado porque me daba miedo de que se quemara; eso es algo que se me olvidó hacer al hornear la segunda tarta, el resultado está en la foto inferior.
Segunda tarta ya horneada
Seguro que estáis pensando que la segunda tarta parece recién salida del infierno en vez de del horno pero lo cierto es que estaba de sabor mejor que la primera. Yo, al principio pensé que estaba excesivamente "dorada" pero de sabor estaba muy buena. Ahora se me está ocurriendo que podría haber puesto azúcar en polvo por encima y nadie se habría percatado de ese color que, así a primera impresión, asusta un poco.
Corte de la tarta de queso
La tarta se desmolda fácilmente cuando ya está fría, tan solo hay que sacarla y retirar el papel parafinado.
Para mí esta tarta es ya una imprescindible, dudo que vuelva a hacer cualquier otra de las muchas recetas que tengo para preparar tarta de queso. Si no me creéis, probad a hacerla; seguro que os sorprende tanto como a mí.
Galería de fotos
¿Quieres tener tu propio blog Erasmus?
Si estás viviendo una experiencia en el extranjero, eres un viajero empedernido o quieres dar a conocer la ciudad donde vives... ¡crea tu propio blog y cuenta tus aventuras!
¡Quiero crear mi blog Erasmus! →
Comentarios (0 comentarios)