Gofres

Si os apetecen gofres crujientes, recién hechos y muy empalagosos, podéis comprarlos congelados en vuestro supermercado habitual, ir al restaurante Waffle House o hacerlos en casa. No tengo nada en contra del restaurante Waffle House, de hecho, creo que sus gofres están muy buenos, sobre todo los de nueces, pero yo prefiero hacerlos en casa, así que, aquí os traigo la receta.

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Los gofres son una excelente opción para desayunar.

Ingredientes

Si no os apetece hacer la masa de los gofres, podéis comprarla ya hecha en casi todas las tiendas de Estados Unidos. Si hacéis los gofres con la masa ya preparada, iréis más rápido, pero creo que estarán mucho más buenos si lo hacéis todo desde cero. Por eso, en esta receta también os digo cómo tenéis que preparar la masa de los gofres.

Una cosa muy importante: debéis tener una gofrera para hacer los gofres. Si no la tenéis, no os preocupéis, suelen ser muy baratas. De hecho, podéis conseguir una en Amazon por quince dólares y si os gustan los gofres, será una buena inversión.

Esta es mi gofrera y la compré en Walmart por veinte dólares. Además, se calienta muy rápido y se pueden hacer cuatro gofres al mismo tiempo.

Así que, para esta receta de gofres, necesitaréis:

• 150 gramos de harina común
• 1 cucharada de azúcar normal
• 50 mililitros de aceite de girasol
• 200 mililitros de leche entera (también podéis usar leche desnatada, pero los gofres estarán más sabrosos si utilizáis leche entera)
• 1 cucharadita de levadura
• 1 huevo grande
• 1 cucharadita de extracto de vainilla
• Una pizca de sal

Preparación

Antes de empezar a hacer la masa, precalentad la gofrera. El tiempo que tarda un gofre en hacerse varía de una gofrera a otra, pero, en general, no debe tardar más de veinte minutos en calentarse.

En un bol mediano, echad el azúcar, la harina común, la levadura y añadid una pizca de sal. Podéis mezclar todos estos ingredientes con una cuchara. Después, coged otro bol y añadid la leche, el extracto de vainilla, el huevo y el aceite de girasol. Luego, echad esta mezcla en el anterior bol de harina, levadura, azúcar y sal. Mezcladlo todo bien para que no queden grumos.

Cuando la gofrera ya esté caliente, rocíadla con aceite de cocina y poned la masa del gofre. La forma más fácil de poner la masa en la gofrera es con la ayuda de un vaso medidor (como el de la foto de abajo). No pongáis demasiada masa en la gofrera o se derramará. La cantidad perfecta de masa es la que cubra la mitad de la altura de la gofrera.

Los vasos medidores ayudan a que poner la masa en la gofrera resulte mucho más fácil.

Después, cerrad la gofrera. La que yo tengo tarda cuatro minutos en hacer los gofres. Os estaréis preguntando que cómo sabréis si los gofres están listos o no. Bueno, lo que tenéis que hacer es subir la tapa de la gofrera y si los gofres están listos, veréis que están tostados.

Conservación y consejos de presentación

Lo mejor es comerse los gofres cuando estén recién hechos porque es como más buenos están. Como más me gusta comerlos es cuando están todavía calientes y crujientes. A veces me los como tal cual están, pero otras veces les añado frutas del bosque, sirope o nata montada por encima. Cuando tengo un mal día y me quiero dar un capricho, les echo una buena capa de Nutella por encima y ya se me pasan todas las penas.

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La mejor manera de servir un gofre con chocolate es poniéndole nata montada por encima.

Si queréis guardar los gofres para otro día, podéis congelarlos y, después, recalentarlos en la tostadora o en el microondas. Evidentemente, ya no estarán tan crujientes y sabrosos como recién hechos, pero seguirán estando buenos.

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