Alitas de pollo en salsa barbacoa, teriyaki...
Otra noche más a mi compañero de piso Enrique se le ha metido entre ceja y ceja que va a hacernos la cena… Esta vez se trata de una receta no muy elaborada pero que requiere algo de tiempo. Hoy vamos a hacer alitas de pollo en salsa barbacoa. Hay otros muchos tipos de salsa y se sabe unas cuantas, pero entre las que nos ha ofrecido, nos hemos quedado con la de barbacoa.
Ingredientes que necesitamos:
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20 alitas de pollo
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Harina de trigo
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Sal
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Pimienta negra
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Salsa barbacoa
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Miel
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Aceite de freír
Empezamos con la receta
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A la hora de comprar los ingredientes, tened en cuenta que al tratarse de una receta básica, la calidad de los ingredientes va a tener mucho que decir en el resultado final. La salsa barbacoa es recomendable que sea de una buena marca como Heinz y las alitas de pollo que sean de las buenas, de carnicería.
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Lo primero que hay que hacer es juntar en un bol la harina de trigo, la sal y la pimienta negra y lo mezclaremos todo antes de empezar a rebozar las alitas para freírlas. Si no tenéis freidora, podéis hacer una improvisada con una cazuela grande y metéis de golpe las veinte alitas.
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Mientras se van friendo las alitas en la cazuela o en la freidora, ponemos en una sartén medio bote de salsa barbacoa. El fuego tiene que estar a una potencia media y una vez empieza a hervir, le añadiremos a la salsa barbacoa una cucharada de miel. Lo dejaremos que se mezcle bien todo mientras lo damos vueltas.
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Cuando estén las alitas fritas, las sacaremos a un plato a parte, con un par de servilletas o papeles de cocina para que absorba un poco la grasa y el aceite sobrante.
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Después de que haya perdido un poco de aceite, meteremos diez alitas en la sartén y las rebozaremos con la salsa barbacoa hasta que queden bien cubiertas. En un plato podemos ir poniendo las alitas. Después haremos lo mismo con las otras diez alitas. Si tenéis una sartén lo suficientemente grade para que os quepan las veinte alitas de pollo, echad directamente el bote entero de barbacoa y una cucharada más abultada de miel.
Algunas sujerencias a tener en cuenta
Si os gusta la barbacoa picante, podéis comprar directamente y hacer el mismo proceso pero con la barbacoa picante. Pero si queréis que quede aún mejor, con lo que tenéis que embadurnar bien las alitas, es con salsa picante a secas, ¡OJO! no confundir con tabasco, que podéis acabar en el hospital. A la salsa picante le añadís un poco de mantequilla para que espese y listo.
Pero si no os convence ni la salsa barbacoa ni las salsas picantes, siempre podéis hacer vosotros mismos una salsa. Yo os propongo hacer una con salsa de soja; lo primero que haréis es echar un vaso de salsa de soja en la sartén y cuando empiece a hervir, le añadiréis un par de cucharadas de azúcar moreno y una cucharada de miel. Para acabar y antes de meter en la sartén las alitas, le pondréis una cucharada de sésamo para que espese un poco. Podemos decir que este es el estilo teriyaki.
Para hacer la última de las salsas, necesitáis un poco de mantequilla, un diente de ajo, perejil y queso parmesano. Pondréis una cucharada de mantequilla en una sartén y cuando esté hirviendo, le añadís el diente de ajo bien picadito y el perejil igualmente picado. Por último le añadís un par de cucharadas del queso parmesano para que quede todo más compacto y le de un poco sabor a “pies” a la salsa. Cuando esté todo bien mezclado en la sartén ya sabéis cual es el último paso, añadir las alitas y a fuego medio removerlas hasta que queden bien cubiertas de la salsa. El toque final es echarlas unos polvos más de parmesano por encima.
Recordad que estos cuatro tipos de salsas no van juntos, aunque podéis hacer dos o tres e ir probando un poco de cada una hasta ver cual os gusta más.
Y lo mejor que podéis hacer para acompañar todos estos tipos de salsas y de alitas es hacer unas buenas patatas fritas con mayonesa. Nosotros las solemos meter un rato al horno con bacon y queso cheddar, eso si que pasa de ser una buena cena a una cena de reyes.
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