La Vía Francígena: la guía con la información más completa

A veces llega un momento en que es necesario escapar de la monotonía de la rutina. ¿Y qué mejor ocasión para recorrer la Vía Francígena?

La Vía Francígena: la guía con la información más completa

¿Qué es la Vía Francígena? ¿Dónde empieza y dónde termina? Su longitud y un poco de historia

¿Qué es la Vía Francígena?

Es una antigua ruta que unía, y une, Europa Occidental con Italia. Se trata de un conjunto de vías que nace en Reino Unido y muere en Roma, pasando por Suiza y Francia. Es un largo camino de 1700 km con varias etapas y que se puede recorrer a pie, en bicicleta y en coche.

El punto de partida está en Inglaterra, a los pies de la catedral de Canterbury. La meta, por otro lado, está en Roma, en el lugar donde descansa San Pedro. Si queréis conocer todos los secretos de Roma, echadle un vistazo al artículo. Pero después, volved aquí para que descubramos juntos la Vía Francígena.

La historia de la Vía Francígena

La Vía Francígena ha jugado un papel muy importante, tanto cultural como económico. Para muchos era un camino de fe. Lo recorrían en dirección a la tumba de San Pedro, en Roma. El objetivo era obtener el perdón a sus pecados. Funcionaba como el Camino de Santiago y la Tierra Santa. De hecho, era una de las tres peregrinaciones obligatorias para los cristianos. Con el tiempo se ha convertido en una importante ruta comercial.

Los primeros documentos que hablan de la existencia de la Vía Francígena datan del siglo IX. Si hoy es transitable es gracias al obispo de Canterbury. El hallazgo de su diario ha permitido la reconstrucción del recorrido original. Se trata de una detallada narración de sus viajes. Se podría decir que es la guía primigenia de la Vía Francígena. Recopila los caminos y las etapas del obispo, así como sus consejos sobre dónde detenerse a dormir o comer.

Las etapas y los caminos más bonitos de la Vía Francígena (con itinerario en PDF)

La Vía Francígena une Canterbury con Roma. En concreto, atraviesa cuatro países: Reino Unido, Francia, Suiza e Italia.

Inglaterra

La Vía Francígena, desde Canterbury a Dover

La peregrinación de Sigerico comienza en la catedral de Canterbury. Es ahí donde se encuentra la piedra que indica el kilómetro cero del itinerario. Tras visitar la catedral, empezará vuestro viaje hacia Roma. La ruta inglesa se divide solo en dos etapas: Shepherdsville y Dover.

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Francia

Vía Francígena, desde Canterbury a Reims

Nada más pasar el canal de la Mancha, la etapa que os espera es Reims. Esta ciudad es considerada la capital de la Vía Francígena. Ahí empieza la ruta francesa, que cuenta con numerosas etapas. Desde el Paso de Calais, en la región de Alta Francia, se llega a Picardía, y de ahí, por la antigua región de Champaña-Ardenas, a la antigua Franco Condado.

Suiza

En Suiza, la Vía Francígena atraviesa solo dos cantones: el Cantón Vaud y el Cantón Vallese.

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Vía Francígena, Italia

Nos encontramos en el final del trayecto, en Italia. La Vía Francígena se extiende a lo largo de toda la península, desde el valle de Aosta hasta Roma, y termina en la tumba del apostol. ¡Pero eso no es todo! Muchos fieles continúan su peregrinación hasta Apulia. Ahí cogen el barco dirección a la Tierra Santa, donde terminan su viaje.

Os dejo el PDF con los itinerarios de la Vía Francígena con todos los detalles.

El mapa detallado de la Vía Francígena: Italia, de norte a sur

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Mapa de la Vía Francígena

La primera etapa de la Vía Francígena es el valle de Aosta, que, a su vez, se divide en cinco rutas que atraviesan pueblos encantadores. En primer lugar, hay que pasar el paso del Gran San Bernardo. Después, comienza el descenso hacia Aosta, hasta acabar en Saint Martin, la última ruta. Entonces empieza la etapa del Piamonte, donde por fin el camino se vuelve más fácil. La elevación del terreno disminuye y la peregrinación parecerá más agradable. Se parte de Ivrea hasta llegar a Vercelli, otras cinco rutas. En ese punto, empieza el tramo de la Vía Francígena, en Lombardía, que va desde Pavía hasta Piacenza, la primera ruta de Emilia-Romaña. Le sigue la Vía Francígena de la Toscana hasta el Lacio.

Las rutas que conducen al peregrino hasta la basílica de San Pedro son numerosas y ofrecen espectáculos muy dispares.

Lo más bonito de las rutas de la Vía Francígena

  • Catedral de Notre Dame de Reims. Reims es una simpática ciudad de la antigua región de Champaña-Ardenas. A ella se llega atravesando los preciosos campos de Picardía y sus viñedos. En Reims acoge uno de los mejores ejemplos de la belleza del arte gótico: la catedral. ¡No os la podéis perder!
  • Iglesia de Chiaravalle. Es una de las primeras abadías de la Vía Francígena y se encuentra en la frontera entre las antiguas regiones de Champaña-Ardenas y Borgogna.
  • Châteauvillain y el Parque de los Daini. Es una ciudad francesa muy conocida en la comuna de la Marne. Es considerada la ciudad de los jardines de agua, donde está el Parque de los Daini. Son 270 hectáreas verdes en los que podréis ver cientos de gamos en libertad.
  • Losanna, Vevey y Saint Maurice. De los campos franceses pasamos a los maravillosos paisajes suizos repletos de lagos. El itinerario suizo es un poco complicado a causa de los desniveles, pero vale la pena. El lago de Ginebra, la cascada de Pissevache y el cañón de los Treinta son solo algunos ejemplos de las maravillas que encontraréis durante el viaje.
  • Desde Saint Martin a Roma. Seguramente la ruta italiana más enriquecedora. Los paisajes que ofrece la península son impresionantes. Desde las montañas del valle de Aosta, hasta la llanura Padana, pasando por los Apeninos de la Toscana.

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Vía Francígena del paso de montaña del Gran San Bernardo

Guía para quien quiera recorrer la Vía Francígena en bicicleta (mapa y rutas)

Si os apasiona pedalear, os gustará recorrer la Vía Francígena en bici.

Existe un itinerario a medida para los amantes de las dos ruedas: la "Ciclovía Francígena": 23 etapas que unen el paso del Gran San Bernardo con Roma. No es muy distinta al recorrido peatonal. Es un recorrido perfectamente trazado, así que no os preocupéis, ¡perderos será imposible! Podéis volver a la dirección correcta siguiendo los carteles de las carreteras o el GPS. En algunos tramos, los carteles están ocultos, pero ¡tranquilos, os las apañaréis!

La ruta más arriesgada de la Vía Francígena: desde Pavía a Roma en bicicleta

¿Por qué hacer la Vía Francígena con la bici? Bueno, porque así podemos admirar la naturaleza que nos rodea. Hay varios itinerarios, y uno de los más arriesgados es el de Pavía-Roma. Son unas 20 rutas de llanuras, colinas y pueblos antiguos en un total de 600 km. El pistoletazo de salida es Pavía, una ciudad emiliana muy bonita. Remontando el curso del río, se pueden visitar algunos pueblecitos y sus iglesias. Las etapas en la provincia de Pavía son tres y abarcan más de 22 comunas. Siguiendo el recorrido hacia el sur, se llega a Roma atravesando la Toscana.

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Consejos para hacer la Vía Francígena a pie

Lo más importante es tener fuerza de voluntad... Y llevar ropa adecuada.

A continuación encontraréis una lista con lo imprescindible para una caminata por Vía Francígena.

  • Calzado. Necesitaréis unas simples deportivas o unas sandalias de trekking. También depende de la ruta que elijáis, hay tramos muy complicados. Quizá lleguéis a necesitar botas de montaña.
  • Camisetas. Os aconsejo que os echéis al menos dos camisetas térmicas. Así tendréis una muda cuando llegue el momento de lavar la ropa.
  • Pantalones. Para los hombres, los pantalones deportivos son ideales, mientras que a las mujeres les basta con unas mallas.
  • Impermeable. Es indispensable llevar siempre uno, preferiblemente de bolsillo, que ocupe poco espacio.
  • Saco de dormir. Incluso en primavera, algunas zonas son muy húmedas y la noche puede jugar malas pasadas.

¡No olvidéis ir con alguien que se conozca el camino!

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Camino del Peregrino en Orio Litta, Vía Francígena

¿Dónde descansar a lo largo de la Vía Francígena?

Vamos a lo importante. Cuando hablamos de la Vía Francígena, la pregunta que todos os haréis es: dónde dormir. Durante el viaje, hay muchísimos sitios donde pasar la noche. Lo mismo encontráis albergues, casas rurales y B&B que casas de particulares o iglesias que ponen a disposición de los peregrinos. Encontrar una habitación donde dormir puede ser tan fácil como difícil. Os aconsejo que reservéis con antelación para no jugárosla. En ocasiones, las reservas son completamente gratuitas, o mejor aún, la fianza la decide el peregrino. No dejéis escapar los lugares disponibles que hay en la Vía Francígena.

¿Cómo se obtiene la Credencial del Peregrino en la Vía Francígena?

Antes de empezar la aventura, debéis haceros con la Credencial del Peregrino. Gracias a este documento podréis acceder a los sitios oficiales de la Vía Francígena. Con ella, disfrutaréis de muchas facilidades para los medios de transporte en las etapas acordadas. La Credencial es una especie de pasaporte que certifica el nivel del peregrino. Es un documento expedido por la Asociación Europea de las Vías Francígenas. Os podéis hacer con ella por internet o en los puntos de venta establecidos. Antes tenía un valor religioso que ha ido perdiendo con el tiempo. Por cada etapa superada, los peregrinos obtienen un sello. En el momento en que el documento lleve todos los sellos, se habrá completado el viaje, lo que significa que el camino y la peregrinación han terminado. Hoy en día se sigue casi la misma mecánica. Cabe destacar que la peregrinación no es solo un motivo religioso. Muchas personas lo ven como una ceremonia de regeneración y cambio. Sin embargo, para otras no es más que un simple viaje por el corazón de Italia. De cualquier modo, pedid vuestra Credencial del Peregrino. ¿Lo tenéis todo listo?

La aplicación de móvil de la Vía Francígena

Teniendo en cuenta los tiempos en los que vivimos, no podía faltar una aplicación oficial para el móvil. Via Francigena - The Official App, permite la navegación GPS durante todo el recorrido. Como ya he dicho antes, todo la Vía Francígena está trazada. Gracias a esta aplicación tendréis todo bajo control. Os permitirá consultar todos los mapas y las rutas disponibles. Además, ofrece la posibilidad de descargar el itinerario y utilizarlo sin conexión. Aquí encontraréis la aplicación para Android y la aplicación de la Vía Francígena para iOS.

La Vía Francígena a su paso por la Toscana: mapa y etapas

Uno de los recorridos más bonitos y el más largo es el de la Toscana. Abarca toda la región y la forman unas 20 etapas. Se trata de uno de los caminos religiosos toscanos.

Pero ¿dónde empieza la sección de la Vía Francígena de la Toscana? En el paso de la Cisa. Es un puerto de montaña que separa los Apeninos de Liguria de los de la Toscana. Se encuentra a unos 1. 000 metros de altitud. Pontremoli está a unos 19 km. Las rutas siguientes pasan por ciudades como Lucca, San Gimignano, Siena y muchos otros pueblos.

En concreto, la Vía Francígena Lucca-Siena conecta ambas ciudades. La primera ruta de este camino une Lucca con Altopascio. Es una ruta relativamente fácil que se extiende por una zona boscosa. Después pasaréis por San Miniato y Gambassi Terme. Desde ahí os esperan 13 km y 3 horas de camino hasta llegar a San Gimignano. Una vez allí, solo os quedará una ruta para llegar a Siena: Monteriggioni. Finalmente, entraréis en Siena por Puerta Camolia. Mi consejo es que, antes de proseguir el viaje, visitéis bien la ciudad. La catedral, la plaza... Tomaos vuestro tiempo para descansar y disfrutar de Siena.

Como hemos comentado al principio, la Vía Francígena es un conjunto de caminos que se entrelazan entre sí. Por este motivo, más allá de los itinerarios establecidos, ¡podéis crear uno vosotros mismos! ¿Queréis ir de Florencia a Roma andando? ¡Pues es posible! Tendréis que salir desde la Valdelsa, Florencia, y de ahí continuar dirección Siena. Así, volveréis al camino básico y alcanzaréis Roma.

Si os han gustado estos lugares y queréis regresar a una de las ciudades más artísticas de Italia, echadle un ojo al artículo Fin de semana en Florencia.

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Abbadia a Isola, Vía Francígena, comuna de Monteriggioni.

Vía Francígena toscana: consejos

Miles de peregrinos y comerciantes han recorrido la Vía Francígena de la Toscana. Ya se usaba en la época del Imperio romano. Apesar de las invasiones bárbaras, no dejó de ser una importante vía de paso. En el pasado, quienes atravesaban este camino lo hacían a pie o a caballo. Hoy, sin embargo, se puede recorrer en coche. Iniciar la peregrinación desde la Toscana es seguramente una buenísima idea. Pero antes, tenéis que saber qué os encontraréis por el camino. Documentarse se convierte en algo muy útil. Para ello, como ya hemos visto, hay muchos sitios en internet y aplicaciones para el móvil.

Una de las cosas más importantes que hay que saber es dónde poder dormir. Existen muchos lugares donde poder quedarse a lo largo de la Vía Francígena de la Toscana. Podéis elegir la que más os guste por internet o bien durante vuestro viaje. Eso sí, ¡no olvidéis de llevar encima la Credencial del Peregrino! ¡Os será de gran ayuda!

La Vía Francígena a pie por la Toscana: de Siena a Roma

La Vía Francígena pasa por muchas ciudades. Tantas como caminos podéis elegir. Recorrer la Vía Francígena es la ocasión perfecta para visitar las ciudades italianas más bonitas. El tramo que va de Siena a Roma es uno de los más interesantes. Tendréis la oportunidad de adentraros en la naturaleza y pasear por el encantador valle del Chianti.

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Vía Francígena, Siena

Siena, con sus calles medievales, es una de las ciudades que podréis visitar durante el camino. Es una ciudad con mucha historia y de una belleza increíble. Dos días al año festeja el Palio. Cómo, ¿no os suena? ¡Pues echadle un vistazo al artículo, os encantará!

La ruta que atraviesa la provincia sienesa y que termina en Roma os dejará con la boca abierta. La cantidad de viñedos y de pueblos que visitaréis os hará regresar en el tiempo.

El último trecho de la Vía Francígena: Roma. El objetivo principal del peregrino es el de alcanzar su propia meta. Llegar a Roma y entrar en el Vaticano representa el final del viaje. Una experiencia religiosa, espiritual o simplemente una aventura. Lo mejor de la Vía Francígena es que cada uno puede elegir un recorrido personalizado. Podéis decidir el punto de partida, el de llegada y la travesía.

La Vía Francígena del sur: de Roma a Jerusalén

¿Dónde acaba la Vía Francígena? ¿En el Lacio? Va a ser que no. Muchos peregrinos deciden continuar su viaje hasta Jerusalén. ¿Cómo? Siguiendo la Vía Francígena del sur, que llega hasta Apulia. Así, desde el tacón italiano, toman rumbo a Jerusalén. De esta forma, completan la segunda peregrinación más importante: la Tierra Santa.

La Viía Francígena a través de Apulia

La Vía Francígena de Apulia se divide en muchos caminos. Aunque cada uno siga una dirección, todos terminan en un mismo punto. Gracias a los diferentes itinerarios que hay, podéis elegir qué región atravesar. Bien Molise, bien Basilicata o bien Campania, por ejemplo.

De entre todas, destaca la Vía Francígena de Salento: desde Bríndisi hasta Tarento, que cruza grandes oliveras. Algunas etapas por inevitables. Visitad la ciudad fortificada de Acaya, cuyo origen data del siglo XVI, y Otranto.

La Magna Vía Francígena o la Vía Francígena siciliana (la ruta que recorre la famosa isla italiana)

La Vía Francígena se extiende también por Sicilia como arteria de comunicación de norte a sur. En concreto, de Agrigento a Palermo. La historia de esta vía se remonta a la época helénica. Por ella han pasado muchas de las civilizaciones más importantes de la historia. Los romanos fueron los primeros que hicieron el camino transitable. Más tarde, los bizantinos hicieron de Sicilia una nueva provincia del Imperio romano de Oriente. En el año 827, cayó en manos musulmanas. Tiempo después, pasó a manos de los normandos. Comenzó un proceso de cristianización en el que se levantaron numerosas iglesias durante el camino. Finalmente, miles de años más tarde, la Magna Vía Francígena recuperó su explendor. Unos 180 km de historia conectan las ciudades sicilianas por medio de 9 etapas de unos 20/25 km de unas a otras.

La famosa ruta del la Magna Vía Francígena: de Palermo a Agrigento

La Vía Francígena siciliana se volvió a abrir tras años de abandono. El camino de la Magna Vía Francígena une la isla de norte a sur. En solo 9 etapas y en una distancia de 180 km, es posible caminar a través de la historia. Viejas rutas de origen normando han sido examinadas y rediseñadas. Las provincias beneficiadas son tres: Palermo, Caltanissetta e Agrigento. Un total de 13 comunas fueron incluidas en el proyecto. Todas se han engalanado para dar la bienvenida a los peregrinos.

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Vía Francígena a su paso por Sicilia

¿Es una buena idea recorrer la Vía Francígena en agosto?

La mejor estación para hacerlo es primavera o, como mucho, otoño. También es aplicable para el Camino de Santiago. Los meses más convenientes son mayo y junio. Agosto, precisamente, no es el mes más aconsejable. Es el mes que recibe a más turistas, por lo que encontrar alojamiento donde hacer un alto en el camino se vuelve bastante difícil. Lo ideal es elegir la época según el recorrido que vayáis a hacer. Tened en cuenta que la Vía Francígena es un camino largo y variable. Atraviesa zonas diferentes con climas distintos. Es incluso arriesgado hacerlo en los meses de marzo y abril, son meses muy lluviosos que pueden dejar nevadas por el camino. Por ejemplo, el paso del Gran San Bernardo de la Vía Francígena solo abre de junio a septiembre, ya que la nieve que cae durante todo el año imposibilita el camino. Por el contrario, pasar por la llanura padana en verano es una locura. Demasiado bochorno para tan poca sombra. En cambio, por el tramo meridional, podéis ir aún en marzo, tiene un clima templado.

Otras rutas de la Vía Francígena

La Vía Francígena atraviesa pueblos de los que nunca hemos oído hablar. Facilita entrar en contacto con la naturaleza y degustar la gastronomía italiana. A continuación os dejo algunas de las etapas más bonitas:

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Vía Francígena, dirección Formello

De Bolsena a Montefiascone

Bolsena es un precioso pueblecito medieval situado detrás de las colinas de los montes Volsinos. Su importancia se debe sobre todo a su posición geográfica. Junto a Montefiascone, representa la 39. ª ruta del camino. Solo 18 km los separan, y la vía, además de ser magnífica, no es muy pesada. Podréis relajaros y disfrutar de las vistas al lago de Bolsena desde sendero de la Vía Francígena.

De San Gimignano a Colle Val d’Elsa

Ruta 32 de la Vía Francígena: San Gimignano

Es uno de los pueblecitos toscanos más bonitos y conocidos. Está considerada la ruta simbólica de la Vía Francígena de la Toscana. El camino recorre los campos toscanos por los que pasó el obispo Sigerico. Al final de la ruta veréis iglesias y abadías. Pero, sin duda, lo más bonito es el río Turquesa. Dejando atrás San Gimignano, empezará el último tramo de este recorrido. Os adentraréis en la naturaleza y caminaréis hasta la orilla del río Elsa.

De Siena a Viterbo

La belleza de esta zona es única e irrepetible. El recorrido de la Toscana es uno de los más soprendentes. De Siena a Viterbo y Civita, la ciudad que muere, pasaréis por la orilla del río y las colinas sienesas y sus viñedos. Os veréis envueltos en una atmósfera mística.

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Puente del Diablo, Vía Francígena, Lucca.

Después de todas las ciudades de las que hemos hablado, ¿no tenéis ganas de visitar alguna? ¡Pues venga! ¡Yo os aconsejo que vayáis a Sicilia! Si tenéis una semana libre y no sabéis qué hacer, echadle un ojo a este artículo sobre qué hacer en Sicilia durante 7 días, ¡os vendrá de perlas!

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