Mochila al hombro: un viaje al corazón de la selva peruana

Viajar se ha vuelto trending, ¡y no me sorprende! En esta época, donde cada foto se convierte en inspiración y cada destino en sueño, lo más genial es que no hace falta esperar a que todo esté planeado con lupa. A veces basta con una mochila, un mapa lleno de ilusiones y ese cosquilleo en el estómago que te dice: “Vamos a explorar”.

Mochila al hombro: un viaje al corazón de la selva peruana

Y aunque las fronteras del mundo nos tientan con sus promesas, lo cierto es que antes de correr hacia afuera, hay un universo por descubrir en nuestro propio país. Yo vengo de un lugar mágico: la tierra del ceviche que sabe a mar y frescura; de los 90 microclimas que convierten cada rincón en un mundo distinto; del gallito de las rocas que pinta de rojo intenso los bosques nublados; del jaguar que acecha silencioso en la espesura; y del majestuoso cóndor que despliega sus alas sobre el Colca como si sostuviera el cielo. Vengo del Perú, cuna del Río Amazonas, donde cada río, montaña y valle guarda un misterio esperando ser explorado.


El llamado de la selva

De todos mis viajes al interior de mi país, uno que me cautivó hasta lo más profundo fue la selva peruana. Ese pulmón verde que late con fuerza, donde cada rincón parece guardar un misterio y cada sonido es una canción de vida.

Aunque muchas comunidades comparten costumbres similares, los paisajes cambian y sorprenden: ríos inmensos, bosques que parecen no tener fin, cielos cubiertos de guacamayos que pintan arcoíris en pleno vuelo. Dentro de este paraíso, hay un lugar que se convirtió en mi brújula del asombro: Tambopata.

Tambopata: un tesoro vivo

Mochila al hombro: un viaje al corazón de la selva peruana

Llegar hasta aquí es ya una aventura: desde Puerto Maldonado, un viaje en bote por el río Madre de Dios te va adentrando en paisajes que parecen sacados de un sueño. Lo que encuentras en el camino es un festín para los sentidos:

Flora: árboles colosales que parecen tocar el cielo, orquídeas escondidas como joyas, y lianas que cuentan historias de siglos.

Fauna: capibaras relajados en la orilla, mariposas búho que se disfrazan con ojos gigantes para despistar depredadores, y aves que convierten el amanecer en un concierto.

La gente: comunidades cálidas, con sonrisas que brillan más que el sol de la selva y una gastronomía que mezcla tradición y creatividad: desde un juane envuelto en hojas verdes hasta ese tacacho con cecina que te abraza el corazón.

Uno de los espectáculos más memorables se vive en la Colpa Chuncho, donde decenas de guacamayos llegan al amanecer para alimentarse de la arcilla. Sus alas azules, rojas y amarillas parecen pinceladas vivas en el cielo. Estar ahí es como ser parte de una sinfonía natural en 4K.

Mochila al hombro: un viaje al corazón de la selva peruana

Lecciones de la selva

La naturaleza no solo te deslumbra, también te enseña.

La mariposa búho, con su camuflaje perfecto, me recordó que a veces la mejor defensa no es la fuerza, sino la inteligencia de adaptarse.

Mochila al hombro: un viaje al corazón de la selva peruana

Los capibaras, esos roedores gigantes, tienen una relación curiosa con una pequeña ave negra que se posa sobre ellos para alimentarse de insectos. Una amistad improbable, pero necesaria. Ahí entendí que en la vida, los vínculos más inesperados pueden convertirse en alianzas poderosas.

Mochila al hombro: un viaje al corazón de la selva peruana

Y por supuesto, los guacamayos, que vuelan en pareja de por vida, me inspiraron sobre el valor de la lealtad y la belleza de compartir el viaje con alguien más.

Mochila al hombro: un viaje al corazón de la selva peruana

Despertar con cantos

En Tambopata, los días empiezan con un coro natural: chicharras, monos aulladores y aves que saludan al sol. Es un recordatorio de que cada día trae su propia melodía, y que basta con estar atentos para escucharla.

Al final, viajar con mochila no se trata solo de tachar destinos de una lista, sino de dejar que esos lugares te transformen. Y si me preguntas, la selva peruana no solo me cautivó: me enseñó a ver el mundo con ojos nuevos.  


Galería de fotos


Comentarios (0 comentarios)


¿Quieres tener tu propio blog Erasmus?

Si estás viviendo una experiencia en el extranjero, eres un viajero empedernido o quieres dar a conocer la ciudad donde vives... ¡crea tu propio blog y cuenta tus aventuras!

¡Quiero crear mi blog Erasmus! →

¿Quieres tener tu propio blog Erasmus?

¡Quiero crear mi blog Erasmus! →


¿No tienes cuenta? Regístrate.

Espera un momento, por favor

¡Girando la manivela!