Verona, Italia

Mi pasión por William Shakespeare viene por muchos motivos, sobre todo por su gran obra famosa "Romeo y Julieta".

Desde representaciones teatrales en la escuela, hasta películas, yo le tengo un cariño especial a esta obra que, sin duda, fue uno de los romances más trágicos de la historia.

Pero el mayor impulsor de esta gran admiración mía fue, sin duda, la película "Cartas a Julieta". Me entró mucho la curiosidad y me quedé con muchas ganas de visitar aquel célebre balcón algún día de mi vida. En realidad, ya sabía de su existencia porque es uno de los puntos turísticos más conocidos de Verona, de hecho hasta es más transitado que el propio Coliseo el cual, parece ser, casi nadie sabe de su existencia en Verona.

Mi amigo Antonio y yo, aprovechando que estábamos visitando la parte nordeste del país, “la bella Italia”, nos propusimos conocer Venecia, Verona y supuestamente Padua. Yo fui la que insistió, bastante, en ir a Verona para ver la Casa de Julieta y así poder escribirle, en secreto, una carta.

La entrada para la famosísima casa era bastante discreta, solo te das cuenta que es ahí por la cantidad de personas que intentan entrar al mogollón.

Yo no soy mucho de colarme pero para acceder a la célebre plazoleta en donde se ve el balcón tienes que pasar por un túnel pequeño y agobiante que realmente parecía el fin del mundo : "sálvese quien pueda". Ese túnel, como era de esperar, y nunca mejor dicho, estaba lleno de grafitis en los que se podían leer claramente declaraciones de amor, mejor sitio del mundo imposible, aunque a mí, sinceramente, me parece más vandalismo que romanticismo. A ver, antes no fui demasiado explícita, no existe una fila, es una aglomeración de gente que se dirige para un pequeño patio (como podéis ver en la foto); por eso aconsejo colarse, básicamente porque todo el mundo va a intentar hacer lo mismo.

La primera reacción que tuve fue "WTF esto es súper pequeño" y realmente lo es, ya se sabe que las películas hacen las cosas muy diferentes de la realidad, pero para mí tenía encanto igual, continuaba ansiosa por entrar y muy ilusionada de estar allí.

Mientras esperaba en la fila para entrar a la casa, observaba lo que la gente hacía a mi alrededor. Sí, la mayoría de las personas ya ni entran a la casa, solo quieren sacar la foto con el célebre balcón y la estatua de Julieta y ya. Postureo máximo.

La estatua de Julieta (si se parece a la Julieta original eso ya no lo sé) es conocida por su leyenda: Quien frota sus senos con la mano tiene suerte.

Supuestamente se le toca el derecho y se sobreentiende que es para dar suerte en el amor. Tengo una foto de un señor todo contento con la mano ahí pero ya está subida en internet. Yo, personalmente, no soy muy fan de tetas por eso no saqué la esperada foto (y perder mi valioso puesto en la fila, ni loca).

Las notas que se ven detrás de la estatua son mensajes y cartas para Julieta de las personas, enamoradas y/o desesperadas, que pasan por aquí o que vienen expresamente esperando que Julieta le dé algún consejo.

En esta pequeña plaza (no aparece en la foto) hay una tiendita donde se pueden comprar candados, cartas... para dejarle a nuestra querida Juli.

Mi objetivo inicial, era dejarle la carta que tenía ya preparada de la noche anterior a Julieta, supuestamente, en aquella pared. El gran problema fue que no tenía nada para pegarla, ni siquiera un trocito de celo, y tampoco quería perder mi sitio en la cola porque para entrar en la casa también había que hacerla.

Había, claramente, una línea bien formada de personas que querían entrar por la puerta, que se ve en la primera foto, pero incluso así, siempre hay quien se intenta colar. De hecho, una pareja quería pasar descaradamente pero un señor les frenó y hubo una mini discusión pero al final todo se resolvió.

Parezco un poco hipócrita porque antes os incentivé a que os colarais en aquel especie de túnel pero es que aquí es realmente una fila bien hecha y para entrar a la plaza no existe fila es una aglomeración de gente luchando por entrar, “welcome to the jungle”

Fuimos a la taquilla para comprar los tickets que costaban 8€ cada uno y subimos las escaleras. Ya estábamos oficialmente dentro de la casa, por fin!

Creo que no hay ninguna prueba de que los Capuleti (familia de Julieta) hayan vivido exactamente aquí; lo que sí es cierto es que Verona fue la ciudad escogida por Shakespear para la obra. A lo largo de la casa había fragmentos de la obra para ir leyendo y así disfrutar más la visita. Mi parte favorita fue su habitación : su cama (deshecha) y dos trajes que teóricamente uno pertenece a Julieta y otro a Romeo.

Había muchos espacios vacíos. Me desilusionó un poco porque me esperaba que:

• O estaría todo reconstruido conforme a la obra original.
• O fuera el escenario de grabación de alguna película.

Obviamemte, estamos todos de acuerdo que la parte más característica de la casa y la que atrae a los turistas es el balcón donde, supuestamente, Julieta esperaba a Romeo. Había una fila enorme y tampoco tenía ningún Romeo que me estuviera esperando así que no fui.

Menos mal que no había dejado mi carta fuera pegada en la pared porque dentro de la casa había un pequeño buzón que ponía "Aquí vive Julieta, puedes escribirle". Y como se dice que ella concede todos los deseos en el campo amoroso, yo le escribí.

Pedí, básicamente, un buen novio y claro está, que nuestras familias aceptasen nuestra relación, al contrario que el caso de estos pobres chicos y la tragedia que les acarreó. Quizás no me vais a creer pero, en mi caso, se hizo realidad así que no se pierde nada por intentarlo.

Para los que no llevan la carta hecha de casa, se puede escribir al momento en unos ordenadores que hay en la salita.

Yo estoy segura que se envían directamente a un e-mail que los borra automáticamente y que lo más probable es que el ilusionado autor/a recibe, días después, una respuesta automática, nada personal. Yo no usé ese medio tan moderno para dirigirme a Julieta pero lo que cuenta es la intención y ¡en algo habrá que creer!

Para quien no lo sepa, está la teoría de que Shakespeare se inspiró en alguna pareja de la época (quizás hasta en él mismo) pero no existen pruebas que lo corroboren. Parece ser que también se encontró la supuesta casa de Romeo, pero como es de esperar tampoco hay pruebas que lo confirmen y está un poco alejada del centro.

De cualquier manera, si vais a Verona, os aconsejo que os acerquéis a la casa. Los hay que aprovechan para pedir matrimonio o incluso para casarse. Nunca se sabe.

Este febrero pude disfrutar de un viaje a la región del Venéto, que está situada en la italia nororiental. Allí pude visitar tanto Verona como Padova.

¿Come arrivare?

La mejor forma de llegar desde cualquier punto de italia suele ser el autobus. Las compañias que yo recomiendo para buscar los viajes más baratos posibles son Flixbus y goeuro. La compañía de flixbus encima ofrece descuentos por ser erasmus, asi que aprovechadlos.

Verona

Verona es una ciudad que siempre ha interesado. La ciudad ha sido considerada por la Unesco patrimonio de la humanidad. Su historia y sus monumentos así lo aprueban.

Qué ver en Verona

La ciudad es reconocida por la historia de Romeo y Julieta que escribió Shakespeare, ya que este romance trágico transcurre en esta ciudad italiana. Esta ciudad ha sabido sacarle provecho a esta historia dramática. Así podemos ver el balcón de Julieta, donde puedes sentirte un personaje de este escritor inglés.

En este muro los enamorados colocan su candado como símbolo de amor entre ellos.

L'arena de Verona es el anfiteatro romano de la ciudad, allí se realizan óperas en el festival que lleva el nombre de la ciudad. La piazza delle erbe y el museo castelvecchio constituyen otros dos lugares que no hay que perderse de la ciudad. La piazza delle erbe es la más antigua de toda Verona, que se encuentra en el antiguo foro romano. Allí hay locales y bares que no son muy económicos para el bolsillo erasmus. Lo mejor es comprar alguna cerveza en el supermercado más cercano sino quieres pagar cuatro euros por una caña.

Padova

Personalmente Padova fue la ciudad que más me gustó de la región del Véneto. Sus plazas y sus aceras espaciosas dan una sensación de amplitud y de espacio que me agradó mucho. Es una ciudad muy cómoda para los peatones y los turistas.

Qué ver en Padova

Uno de los monumentos más emblemáticos de la ciudad es la basilica de San Antonio, caracterizada por sus grandes cúpulas. Me impresionó bastante ir caminando por la calle y encontrarme de repente el edificio, es bastante alucinante. Fuera de la fachada se encuentra la obra del escultor renacentista Donatello, se trata de una estatua equestre, llamada il gattamelata.

En esta ciudad se encuentra la plaza más grande Italia, il Prato delle Valle, es una plaza elíptica. Es una zona muy turística también y viene fenomenal para ir a dar paseos y perderse por sus caminos.

La Piazza delle erbe es otra de las plazas importantes que se encuentra en el centro histórico de Padova, allí también podéis ver il Palazzo della ragione. En la plaza realizan mercadillos y siempre hay ambiente juvenil. En general esta ciudad es muy buena para irse de erasmus y disfrutar no solamente de este lugar sino también de la cercanía que tiene con otras ciudades italianas e europeas.

Desde Venecia salimos para Verona, a decir verdad Verona no estaba en nuestros planes, cuando estábamos ultimando detalles del viaje en Madrid teníamos por seguro que visitaríamos Roma y Milán por los vuelos luego Venecia porque era obligada esa parada, sin embargo desde Venecia hasta Milán podíamos hacer una parada y Verona apareció en el camino y que buena coincidencia.

Yo no tenía mucha información de Verona pero creo que todos asociamos el romanticismo con esta ciudad por una razón, Romeo y Julieta, fue allí en donde transcurrió esta tragedia escrita por William Shakespeare y la cual es mundialmente famosa.

Ese día en la mañana cuando llegamos a Venecia compramos los tiquetes de una vez para Verona, el costo de estos fue de 18 euros e íbamos en tren, lo cual estaba bien, los compramos para las 7 de la tarde.  

El recorrido hasta Verona no era tan largo, un poco más de una hora. A la estación de trenes nos presentamos  como media hora antes así que nos sentamos a esperar, la cuestión era que el tren que se suponía nos llevaría no aparecía en las pantallas y otros con un horario más tarde si aparecían entonces una amiga fue a preguntar que cual era el tren.

Marcos iba a ir directamente a Milán porque se encontraría allí con una amiga entonces el tren que él debía coger salía antes, lo acompañamos a que se subiera y ya casi iba a salir quedaban como tres minutos y allí en cuestión de horas y el transporte público como trenes es puntual por eso casi pierde el tren.

Mientras ella preguntaba esperamos sentados y teníamos muchas maletas, lo siguiente que vimos fue a Paula corriendo hacia el tren en donde habíamos dejado a Marcos y nos gritó mientras seguía corriendo que ese era el tren que debíamos coger.

Con Eduardo y Sam agarramos las maletas y salimos a correr porque ya estaban cerrando las puertas; alcanzamos a tomarlo y literalmente 5 segundos después ya habían cerrado las puertas, nos salvamos.

No sabemos porque el tren no tenía la misma referencia que en el boleto que compramos en la mañana sin embargo menos mal preguntamos si ese era el tren, pues a la final, nos fuimos todos en el mismo, incluyendo a Marcos que iba para Milán pero la ruta tenía una escala en Verona.

Nos encontrábamos muy cansados ya que habíamos pasado todo el día en Venecia caminando, entonces descansamos un poco en el tren nos relajamos y en menos de lo que esperábamos ya estábamos en Verona ya que el trayecto no era muy largo.

Llegamos a la estación de Verona Porta Nouva, desde allí tomamos un taxi hasta el Airbnb, este quedaba en el centro de la ciudad lo cual era bueno porque Verona no era muy grande pero las atracciones turísticas estaban cerca de nosotros entonces no nos íbamos a movilizar mucho.

Al llegar el host nos recibió muy bien, la casa era muy linda, él nos mostró con un mapa todo lo que podíamos hacer lo cual estuvo muy bien porque teníamos muy pocas ganas de llegar y empezar a hacer a buscar cosas por hacer ya que el cansancio nos ganaba, entonces él nos dio toda las indicaciones de cómo llegar a los diferentes sitios.

De hecho el propietario nos ayudó demasiado, ya que habíamos alquilado el sitio y por error creo que pusimos que era para tres personas sin embargo llegamos los cuatro, pues el propietario no vio problema en dejarnos quedar a todos sin ningún cargo extra, además en la cocina nos mostró lo que tenía y nos dio total libertad de tomar lo que quisiéramos.

Lo primero que hicimos fue llegar dejar las cosas y bañarnos, ese día nos pudimos bañar pero en una estación de buses en Venecia, por eso nos faltaba estar bien frescos, cuando nos termínanos de bañar pensamos en salir un rato para conocer la ciudad de noche, pero con Eduardo nos acordaos de un trabajo de la universidad que teníamos que enviar.

A pesar de que estábamos viajando y de vacaciones, seguíamos con las responsabilidades de la universidad ya que allí no habían vacaciones. Cuando uno está de Erasmus básicamente es un periodo en que si muy bien la razón del intercambio es estudiar, no es lo que siempre está en tu cabeza, es más bien un tiempo en que se está en vacaciones constantes y que a veces recuerdas que tienes la responsabilidad de la universidad.

Pues con Eduardo dijimos que íbamos a buscar un café internet para hacer el trabajo, sin embargo después de habernos bañado y descansado un rato largo pues muchos sitios ya no estaban abiertos, de hecho no sindicaron que en un casino había internet, nos dirigimos a este pero cuando llegamos nos indicaron que ya lo habían cerrado.

Nos devolvimos a casa pensando en qué haríamos ya que el trabajo lo teníamos que enviar esa noche si o si pero también queríamos aprovechar la noche en Verona, así que nos pusimos de juiciosos a hacer los trabajos desde el celular ya que no había otra opción, a la final nos demoramos un poco más de hora y media haciendo el trabajo pero después de hacerlo ya estábamos libres para salir y caminar por la ciudad.

Salimos a caminar por Verona en la noche y la ciudad era linda y tranquila, eso me gustó demasiado porque era el hecho de disfrutar una ciudad, las ciudades anteriores (Roma y Venecia) eran muy lindas y con características únicas en el mundo sin embargo estaban llenas de turistas por lo cual no se puede disfrutar con la misma intensidad. 

Pues bien Verona era distinta, no estaba abarrotada de turistas y el ambiente era más bien calmado, eso es algo que particularmente a mí me llama la atención a la hora de conocer un país, ya que si bien hay que conocer las zonas turísticas, la esencia de un país y las raíces de este se denotan más en un pueblo, la vida sigue un ritmo que es acorde a sus tradiciones.

Afuera caminamos por la zona, había varios sitios abiertos para tomar algo pero preferimos comprar cervezas y llevar a la casa para tomarlas allí, el cansancio en serio era abrumador, necesitábamos descansar ya que a la mañana siguiente recorreríamos más la ciudad e iríamos a visitar el famoso lugar de Romeo y Julieta.

Hablamos hasta la madrugada, tomamos cerveza y estuvimos más bien de plan chill, incluso dijimos que contáramos historias de terror peor mejor las buscamos en YouTube. Sam de hecho fue la de dio la idea porque le gustaba mucho y yo le seguí la corriente porque igual vi que era un buen plan.

Pues la primera que se quedó dormida era Sam, abría los ojos cada dos o tres minutos esperando a poner atención y que el sueño no le ganara pero no pudo y finalmente la que estaba más emocionada se durmió sin haber escuchado ni la mitad de la primera historia.

El sueñito de Sam fue contagioso y uno a uno nos fuimos durmiendo, quién sabe que habrá pasado con la historia de terror, de toda la energía que teníamos para escucharla no quedó nada, pero descansamos delicioso.

Al día siguiente nos despertamos y salimos a conocer la ciudad, estaba haciendo un sol delicioso, el clima nos acompañaba de buena manera, nos dirigíamos al centro de la ciudad y me daba cuenta de lo linda que era Verona y la buena decisión que tomamos al ir a esta ciudad ya que se sentía un ambiente muy italiano y tranquilo.

Nos dirigimos a La Arena de Verona, es un anfiteatro que aún se conserva y no es tan conocido como otros monumentos italianos sin embargo desde sus afueras (ya que no entramos) se divisaba este lindo lugar conservado en pleno centro de la ciudad, pero justo al lado de este había otro espectáculo que se estaba robando el show.

Había una clase de zumba en la plaza al lado de La Arena de Verona, también se encontraban demasiadas personas bailando varios tipos de ritmos latinos, era muy cool ver a los europeos con esos movimientos porque uno cree que no todos son rítmicos pero hay gente muy buena bailando.

Nos unimos a la actividad, nos hicimos en la parte de atrás pero bailábamos sabroso, creo que se notaba un poquitico-mucho que éramos latinos porque bailábamos de manera  diferente, en serio hicimos toda la actividad física que no habíamos hecho al menos en una semana y por fin hicimos algo con toda esa pizza que llevábamos comiendo hace 4 días.

Luego de tanta actividad en serio necesitábamos tomar algo y pues que mejor para seguir conociendo la ciudad que la amada cerveza, fuimos a una tienda y compramos varias birras que tenían 8% de alcohol, eso sí que sirvió demasiado.

No fue no más sino comprarla y ya nos la estábamos tomando, esa cerveza es muy recomendable, hay varias marcas, pero me refiero al porcentaje de alcohol ya que es proporcionalmente compatible con el porcentaje de felicidad que te deja mientras vas caminando con tus amigos conociendo una ciudad.

Llegamos al centro e íbamos a visitar el lugar de Romeo y Julieta, peor antes las chicas vieron una tienda de maquillaje, con Eduardo nos quedamos fuera pesando como a ok que bien que se distraigan 5 minuticos y mientras tanto descansamos, así que nos sentamos afuera del lugar.

Pues pasó casi una hora hasta que por fin salieron del lugar. Recomendación, cuando las mujeres quieran entrar a un sitio de maquillaje, no dejen que se prueben todos los 365.193 accesorios que hay en la tienda ni que pasen a otra sección, sino ahí se pueden quedar un buen rato.

Llegamos a la casa de Julieta la cual es famosa por tener una réplica de la famosa mujer, allí hay varias tradiciones que hacen de este lugar un sitio especial.

Primero

En la entrada hay una especie de túnel para llegar a ver a Julieta, en este túnel muchas personas escriben sus nombres o algo que quieren que quede en el recuerdo, nosotros escribimos nuestros nombres y la fecha además algo relacionado con Colombia. Dicen que cada año cambian la superficie en donde todos escriben, pues nos tocó volver en un futuro a Verona para volver a dejar nuestros nombres.  

Segundo

Los candados del amor se pueden colgar en una reja que está pasando el túnel y al lado izquierdo de la estatua de Julieta. Eduardo compró uno y puso el nombre de su hermana ahí, siempre compraba cositas a todos los lugares a donde íbamos.

Tercero

Hay una leyenda que dice que tocar los pechos de Julieta es de buena suerte, de hecho yo creo que toque los dos, pues claramente quería tener mucha suerte en el amor. Allí muchas personas hacen fila para tomarse la foto, creo que es el único lugar en donde la gente hace fila para tocarle los senos a una estatua.

El lugar es lindo, salimos de allí y fuimos a comer algo, en el camino pasamos por el rio Adigio, este desemboca en el mar Adriático, es bastante ancho y lindo y tiene historia en referencia a la segunda guerra mundial.

Antes de la Segunda Guerra Mundial habían varios puentes que posterior a esta fueron derrumbados, sin embargo los restos de algunos puentes cayeron al rio y pudieron ser recuperados para luego ser usados como material de reconstrucción de otros puentes, de hecho un puente duro 20 años en ser reconstruido.

Fuimos a almorzar y adivinen que comimos? Pues la vieja confiable, pizza, la verdad fue lo único que encontramos, fuimos a un lugar y tenía que entrar al baño así que lo pedí prestado pero me indicaron que primero tenía que pedir algo y luego si podía utilizarlo lo cual me extraño un poco ya que si bien eso es bastante común en Colombia, en Europa es totalmente diferente, la gente no pone mucho problema con eso y menos si es un lugar de comidas rápidas.

Pedimos la pizza pero la chica que nos atendió se había levantado con el pie izquierdo pero durísimo, tenía la peor actitud, cada vez que le pedíamos algo lo hacía con mala actitud, uno nunca sabe con lo que están pasando las demás personas por eso en un momento en el que seguíamos esperando la pizza ya no le pedíamos a ella sino lo hacíamos con otra camarera la cual fue un poco más amable.

La pizza estaba rica, nada especial pero rica, realmente no recuerdo el nombre del lugar, pero no lo recomendaría por el servicio al cliente, creo que es muy importante ser empático con las demás personas, porque de hecho el lugar no era feo ya que las mesas estaban afuera y era un ambiente acogedor.

En si Verona fue muy linda y especial, estar en una ciudad italiana que no es la más conocida turísticamente fue una muy buena opción ya que se siente un ambiente totalmente diferente a la grandes ciudades europeas. El clima y el ambiente estuvieron muy bien, nos ayudaron a conocer esta linda ciudad italiana un poco mejor.

Espero poder volver algún día, ya que creo que no solo Verona sino que la mayoría de ciudades italianas son muy románticas, tienen un toque especial, aunque muchos dicen que Paris es la ciudad del amor para mi perspectiva Italia lo tiene todo para ser el país del amor.