Tomba de Giulietta

Historia de amor en Verona

Verona fué el destino número 2 del viaje por Italia, después de visitar Venezia en el caluroso verano del 2013, tomamos un tren directo a Verona que si recuerdo bien, nos costó poco mas de 9 euros, precio bastante razonable para tan lindo destino.

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En realidad fué Joselyn, mi amiga que en esos momentos realizaba su estancia estudiantil en Venecia quien propuso Verona como destino, César y yo estábamos por demás perdidos respecto a lo que podríamos encontrar ahí, pero Joselyn insistía en visitar la ciudad por su belleza y para conocer la sede de la historia de amor más famosa de todos los tiempos. Romeo y Julieta serían el pretexto perfecto para nuestro viaje.

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A mi realmente me emocionaba conocer una ciudad nueva, Venecia ya me había parecido lo suficientemente hermosa como para querer conocer más y más de Italia y su rebosante hermosura, no era que me importara mucho visitar la tumba de alguien que no existió, o al menos eso pienso, pero tampoco me molestaba hacer turismo sano por la ciudad, en cambio César lo veía completamente innecesario y absurdo, por lo que sólo reíamos al pensar que lo llevábamos casi a la fuerza.

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Llegamos a donde se supone se encuentra la tumba de Julieta, quien después de morir envenenada por amor, reposa plácidamente en este sitio.

El lugar es muy lindo, pero se encuentra algo alejado del centro de la ciudad por lo que a muchos les puede no gustar tanto la idea de realizar la visita, a mi me gusta caminar y ver que puedo descubrir y aprender, el lugar en realidad alberga un museo con exposición de esculturas romanas y diferentes cosas.

Olvidé mencionar que se deben pagar 3 euros por la entrada, no me pareció mucho, aunque honestamente me habría parecido mejor que fuese un museo gratuito, porque realmente no existe una obra de relevancia que mostrar, sino que nos atraen con la idea romántica de visitar la tumba de Julieta, quien no existió, por lo que esos 3 euros de cobro tampoco deberían existir.

Para entrar a la fosa hay que atravesar un jardín rodeado por pasillos con arcadas, es bastante lindo, antes de entrar se encuentra un retablo con los pasajes de la famosa historia de Shakespeare.

Se ingresa a través de una escalinata, con una perspectiva fría y un tanto tenebrosa, ahí, en sus muros de ladrillo los turistas escriben sus nommbres, memorando su amor.

Al bajar te encuentras con lo que parece ser un vestíbulo lleno de otras tumbas de gente que sinceramente no creo sean reales, para que al final de la fosa nos encontremos con una habitación húmeda, con una lápida abierta donde se supone reposa Julieta.

Al final del recorrido me encontré a mis amigos dormidos en los jardines del exterior, esperando a que saliera de ahí.

Porque finalmente si puede resultar una perdida de tiempo visitar la tumba de un alma inexistente.