Puente de Rialto

El puente de Rialto es el puente más famoso de toda Venecia, se trata de una visita de obligada presencia que ningún turista puede dejar escapar tanto por su belleza arquitectónica como por su importancia histórica.

Es uno de mis puntos turísticos más importantes ya que muestra la esencia veneciana, el gran aforo turístico de esta ciudad y su precioso paisaje, es muy hermosa la vista que desde el puente y el ambiente continuo de viandantes procedentes de cualquier lugar del mundo que atraviesan el Gran Canal a través de sus piedras.

Aunque Venecia tiene gran cantidad de monumentos y sitios por visitar cuando te plantas en la ciudad lo cierto y verdad es que al final me acuerdo siempre de tres cosas cuando pienso en mi viaje a Venecia: las góndolas con sus gondoleros, la plaza de San Marcos y cómo no, del Puente de Rialto.

Entre las varias razones por las que este puente es uno de mis lugares favoritos es por la variedad de razas y países que te puedes encontrar al cruzarlo simplemente desde un punto a otro del puente. Normalmente, suele haber bastante aforo y movimiento turístico por lo que aunque el puente no es excesivamente largo, tardas en cruzarlo alrededor de uno o dos minutos dependiendo del momento del día en que lo cruces. La hora punto es la hora de comer, durante ese poco tiempo puedes decir que “visitas” prácticamente todos los países del mundo solamente con fijarte en las personas que se mueven a tu alrededor: chinos, japoneses, españoles, italianos, rusos, croatas, alemanes, americanos, bolivianos, venezolanos, colombianos, de todo tipo de lugares, es muy impactante y muy bonito a la vez.

Todo esto es aprovechado por los residentes venecianos que han llenado el puente de negocios turísticos, vendiendo figuras recreadas del puente, las famosas máscaras venecianas, ropajes tradicionales italianos, bebidas típicas como el limoncello (licor típico italiano que se obtiene a través de un cítrico o del limón) y todo tipo de enseres y objetos que puedes encontrar en tu “simple paso” por el puente, en cuestión de un minuto. se congrega historia, razas y belleza, una conjunción espectacular situada sobre las aguas del Gran Canal, es algo único en el mundo.

Metiéndonos un poco en la historia del puente, al parecer su relevancia radica en el gran enclave económico que significaba para Venecia, lo cual no me extraña pues actualmente no creo que haya cambiado mucho, me gustaría saber la inyección económica que aporta actualmente este famoso puente, seguro que a más de uno le sorprendería bastante.

El puente está constituido de tres partes, dos lados inclinados y una tercera parte o nexo entra ambas ramblas que está techado y a través del cual te puedes dirigir a la parte central del puente. Es decir, partiendo de la parte exterior a través de la cual ves el Gran Canal puedes pasar a una parte central o interior que es donde se encuentran la mayor parte de las tiendas.

La parte exterior está constituida por una serie de pórticos ovalados que al parecer son las partes traseras de las tiendas que se encuentran en el puente. Son de un color marronáceo tipo madera y le dan un carácter distintivo al puente. La primera vez que fui habían pintadas o grafitis en dichos pórticos lo cual me pareció un acto deleznable, ya que no entiendo como la gente puede hacer este tipo de actos en monumentos tan simbólicos y queridos por sus ciudadanos.

Al parecer este puente se construyó sobre un puente previo de madera que se había quemado y había sido destruido varias veces. Finalmente, el arquitecto Antonio da Ponte construyó el puente que hoy brilla con fuerza en Venecia, por debajo del cual pasan diariamente cientos de góndolas, lanchas y vaporettos.

Para fotografiar el puente lo ideal es hacerlo desde los caminos que existen en sus dos bases, existen tablones de madera que reposan sobre el canal donde puedes hacerte fotos y a veces hay cola y todo, ya que es la mejor perspectiva para inmortalizar la imagen; sin embargo, si lo que queréis es fotografiar el Gran Canal ahí sí que podéis hacerlo en lo alto del puente ya que la vista del Gran Canal con las casas típicas venecianas y las góndolas es única y preciosa.

Otra opción si queréis la foto más chula de todas es que os montéis en una góndola y a su paso por el Gran Canal que os hagáis una foto con el fondo donde se vea el Puente Rialto y a ambos lados de la góndola las aguas del canal, esta foto es impresionante, pero en mi paso por el Gran Canal en góndola me cautivó más la belleza del atardecer que la del puente, y lo que hice fue fotografiarme con el Gran Canal atardeciendo.

Justo al bajar del puente desde San Marcos existe el llamado Mercado veneciano o Mercado de Rialto donde hay gran cantidad de alimentos con muy buena pinta, frutas, verduras y vegetales. A ambos lados del puente existen bares y restaurantes muy interesantes, podéis comer un trozo de pizza relativamente “barato” o podéis dejaros vuestra billetera por completo. Con solo un primer vistazo si veis que el sitio aparenta mucho lujo tened claro que os van a clavar, pues no solamente os cobrarán lo que os toméis sino que os cobrarán a parte la vistas que tenéis tan bonitas, nada sale gratis y menos en Venecia.

A mí me gustó mucho una cervecería que había justo al bajar el puente, daba gusto disfrutar de una buena cerveza al caer la noche y ver cómo se iluminaba el puente y aun seguía pasando gente desde una orilla a otra.

Hay gran cantidad de pizzerías también a ambas orillas del puente, es obligado que las probéis porque están buenísimas, pizza finísima y que con solamente queso y jamón york sorprendentemente está mejor que muchas otras con mil ingredientes más, parece ser que la leyenda más que conocida de que los italianos son los mejores pizzeros tiene su máxima representación en este tipo de sitios castizos que engalanan las orillas del Rialto.

Quizás la parte que más emocionó y de la que disfruté muchísimo fue una mañana que nos levantamos temprano expresamente para desayunar justo debajo del puente, quería un desayuno como en las películas y la verdad que no me importaba el dinero que me pudiese costar, de vez en cuando hay que pegarse algún capricho y esa mañana estaba decidida, la verdad es que mereció mucho la pena.

Llegamos al puente y nos pusimos a desayunar en una de las cafeterías más caras que hay justo debajo del mismo. Los camareros iban muy elegantes y al ver las sillas y los manteles decorados muy cuidadosamente, con flores y maceteros muy bien cuidados te das cuenta de que el sitio te va a salir bastante caro, pero al mismo tiempo vuelves la vista atrás y ves el hermoso puente fundido en un sol espectacular que hacía aquel día, bañado por las hermosas aguas del canal y pateado por miles de viandantes, consecuentemente no me pude resistir y le dije al camarero que nos pusiera una mesa inmediatamente. Es gracioso que días después de volver del viaje viese una foto de Xabi Alonso y Álvaro Arbeloa con sus respectivas parejas justo en el mismo sitio donde habíamos estado!

El sitio en sí estaba genial, muy bien situado, con vistas preciosas como veis en la foto y sorprendentemente no sabía que esa mañana me iba a comer el croissant más rico que he probado, fuera de Francia claro. Me pedí un capuchino y el croissant, y fueron más de 10 euros, pero bueno, un día es un día.

El croissant era pequeño y en un principio pensaba que la calidad de la comida aquí no iba a ser muy buena y que meramente se ganaban el prestigio con su localización cercana al puente, no obstante cuando cogí el croissant y vi que pesaba bastante para lo pequeño que era me extrañó y es que resulta que en Italia los croissants van rellenos de mermelada. Os digo que no soy fan de la mermelada, y aún así me encantó.

Para finalizar comentar que no es raro que os encontréis algún tipo de pancarta o publicidad en la parte central del puente, es bastante frecuente que lo utilicen como vía de expresión de determinados acontecimientos de Venecia normalmente de interés turístico.

Con respecto a las góndolas decir que mucha gente no sé por qué se piensa que las góndolas se cogen en Rialto, es cierto que pueden cogerse aquí pero existen muchos puntos a lo largo de la ciudad de Venecia, o de la Venecia turística mejor dicho, donde podéis pagar una góndola y montaros. Yo por ejemplo la cogí en un sitio entrando a la zona turística, además, cada gondolero te ofrece “acordar” un precio por el viaje a través de la góndola. Sin embargo, es difícil que negocien el precio de la góndola en la zona de este puente.

Lo que sí que no podéis perderos es un paseo en góndola con el puente de Rialto de fondo, es un momento único que debéis disfrutar, además yo tuve la suerte de ir justo después de la famosa boda de George Clooney y el propio gondolero nos comentó como vivió la ciudad aquellos días y cómo recién casados pasaron a través de una lancha por el puente de Rialto, fue precioso al parecer y no cabía ni un alma.

Para ir al puente de Rialto únicamente debéis seguir las indicaciones que hay en cada calle, es muy fácil porque sale señalado en cada esquina además de que toda la gente “sigue ese camino” por lo que ante la duda sigue al montón. No obstante, como digo está muy bien indicado y no necesitaréis ningún mapa para llegar salvo mirar y fijaros en los carteles de cada pared.