Recuerdo que cuando era chica, vi un documental sobre Venecia. Explicaban su historia y su construcción. Además, hablaban también sobre sus tan característicos canales y mostraban imágenes sobre los diferentes puntos a visitar en esa ciudad.
El verano pasado fui a Italia por la primera vez, pero no pude ir hasta Venecia. Cuando una chica me preguntó por qué, le respondí que tenía que regresar a Lyon para preparar mi mudanza y para seguir trabajando en la bendita (>.<) tesis de master. Y aunque realmente quería ir, no pude visitar la Serenissima, aquella ciudad de la cual tanto había escuchado, que tanto me habían recomendado y la cual me habían descrito (¡literalmente!) como un cuento de hadas. Así que me quedé con las ganas de conocer esa ciudad… pero me dije que sería en otra ocasión.
El exterior de la Basílica di Santa Maria della Salute: ¡no pueden negar que es simplemente magnífico e imponente! A propósito, su gran cúpula se puede distinguir desde varios puntos de Venecia.
Y afortunadamente, en diciembre pasado llegó al fin esa oportunidad. De entre sus múltiples monumentos, calles, puentes y canales, el primer lugar que visité fue la Basílica de Santa Maria della Salute. Recuerdo haber visto imágenes de este templo y me había parecido monumental, tanto por su tamaño como por su arquitectura. Y el verla en vivo, el tenerla frente a mí, no pudo más que confirmar esa idea.
En este artículo les hablaré un poco más sobre su historia, así como lo que vi durante mi visita a este lugar :)
Un poco de historia…
Si traducimos el nombre de esta basílica, en español es “Basílica de Santa María de la Salud”. Tal vez se dirán: “¿Santa María de la Salud? Es un nombre raro…”. Raro, poco común, sí, pero bello. Y este nombre explica el origen de este templo.
¿Recuerdan que la famosa Basílica de Fourvière, en Lyon, fue construida en reconocimiento a la Virgen María por haber protegido la ciudad contra la cólera y, tiempo después, contra la peste? Pues la Basílica de Santa Maria della Salute tiene una historia similar: este templo fue erigido igualmente en agradecimiento a la madre de Jesús por haber salvado a la ciudad de la peste.
Una de las capillas del la Basílica de Santa Maria della Salute
Y es que en 1630 la población de Venecia se vio drásticamente disminuida a causa de esa epidemia. Tanta fue su desesperación, que prometieron que, si la ciudad era liberada de esa enfermedad, levantarían un templo llamado “Santa Maria della Salute” en recuerdo eterno a la bondad de la Virgen.
Y así fue: al año siguiente, a finales de 1631 empezó la edificación de este lugar. Y no fue hasta casi sesenta años después que fue concluida. (Bueno, sabiendo que la construcción de la Catedral de la ciudad de México tomó casi 250 años… podrán decirme que 60 años no es nada, ¿verdad? :P).
El embarcadero que queda justo al pie de la Basílica: es una de las vistas más bonitas que tuve de Venecia :)
Mi experiencia a la Basílica de Santa Maria della Salute
Una primera visita…
Como ya lo dije más arriba, este fue el primer lugar que visité cuando llegué a Venecia. Recuerdo que fui ahí, inmediatamente después de haber dejado las maletas en el hotel. Y no podía ser de otra manera porque nos hospedamos nada más y nada menos que a unas cuantas calles de la Basílica. De hecho, nuestro hotel se llamaba así: Hotel Santa Maria della Salute.
Cuando llegamos por el vaporetto (especie de barca colectiva, que es el medio de transporte público en Venecia), nos bajamos en la estación Salute, que queda justo frente a la iglesia. Así que ya habíamos tenido una “probadita” de la arquitectura de ese lugar.
Detalle de la fachada principal de la iglesia. El acceso se hace por una de las puertas laterales. Me imagino que abren la puerta principal únicamente en ocasiones especiales
Cuando regresamos, nos quedamos un buen rato observando el exterior del templo. Y es que está lleno de esculturas y de muchos otros hermosos detalles arquitectónicos. En la fachada principal, resaltan las esculturas en mármol de los cuatro evangelistas: San Juan, San Marco, San Mateo y San Lucas.
Uno de los cuatro evangelistas, San Mateo
Detalle de la entrada principal: ¡las puertas son uno de mis elementos arquitectónicos preferidos!
Una sola vez no basta para apreciar todos los detalles de la fachada. Recuerdo que pasamos en más de una ocasión frente a la Basílica y, en cada una de ellas, nos deteníamos para descubrir un elemento nuevo, que no habíamos visto antes.
Aunque no tenía ninguna expectativa en particular sobre el interior, yo me esperaba a ver el típico pasillo central con las filas de sillas en cada extremo y sus capillas laterales. Y no fue así. Cuando entramos, me llamó mucho la atención que el interior es de forma hexagonal y, alrededor de ese centro, hay seis capillas. ¡Era la primera iglesia que veía con una forma parecida! (De hecho, al principio creí que era circular, pero no, fijándome mejor, me di cuenta de que es en realidad un hexágono.)
El interior de la Basílica, con una gran candelabro al centro. Por cierto, no se puede acceder a esa parte porque hay unos cordones que impiden el paso. En la imagen se distinguen un poco
Noté que no había mucha gente dentro del lugar. Eso nos permitió recorrerla tranquilamente, tomando el tiempo necesario para observar las capillas. Cuando llegamos al altar principal, me llevé otra agradable sorpresa: la escultura que reina ese espacio es la de la Virgen María sosteniendo al niño Jesús.
Para los venecianos, es la alegoría de la Virgen defendiendo la ciudad de la peste. Personalmente, el rostro de la Virgen me pareció muy bello, lleno de dulzura. Pienso que representa perfectamente ese amor maternal que protege y que llena de seguridad en los momentos de miedo y de duda. Hasta ahora, ha sido una de las más hermosas representaciones que he visto de la Virgen.
El altar principal. En lo alto, se observa la escultura en mármol de la Virgen con el niño Jesús. Eso que se ve iluminado al centro, es una imagen también de la Virgen María del niño Dios. Pero no es de origen italiano, sino que fue traída de Creta en el año 1670
Otro de los numerosos detalles que llamaron mi atención dentro del templo
Como ese día ya se estaba haciendo de noche (fuimos en enero, cuando es invierno y que el sol se acuesta temprano…), decidimos salir de ahí y regresar al día siguiente. Bueno, la verdad es abandonamos el lugar no sólo por la hora, sino también porque ya estaban sacando a los visitantes para cerrar la iglesia. Creo que tuvimos suerte porque menos de veinte minutos después de que nosotras llegamos, empezaron a sacar a las personas :P
¡Una segunda visita!
Como el pequeño tour del día anterior no nos bastó, regresamos al día siguiente. E hicimos bien el volver porque, con la luz del día, pudimos apreciar detalles que no habíamos notado durante nuestra primera visita.
El interior de la iglesia, iluminada con la luz del día. ¿Ya vieron que en lo alto de cada columna hay una estatua tallada en piedra?
Los elementos que más llamaron mi atención, fueron los siguientes:
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El piso en mármol. Está hecho de piezas de mármol cortado y acomodado de tal forma que sigue un patrón circular que parte del centro del templo hacia el exterior de éste. Con sus tonos rojizo, blanco y negro, recrea una especie de flor simétrica con muchísimos pétalos.
Viendo la foto, queda mucho más claro lo que les decía más arriba :P Además, con la luz del día se aprecia mejor el interior de la Basílica
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La pila del agua bendita. Cuando uno entra, una de las primeras cosas que ve es esta pila. Está hecha en mármol blanco y es coronada por una estatua en metal (¿bronce, tal vez?). me impresionó mucho los detalles que tenía tallados al pie de ésta. De entre ellos, el que más me llamó la atención fue la cabeza de un ángel. Y por supuesto, no pude evitar el observar un buen rato esos detalles.
La pila de agua bendita
Detalle del pie de la pila: una cabeza de un querubín con un moño y un racimo de frutas, tallados en mármol
La Basílica di Santa Maria della Salute guarda otros tesoros (¡muchos, de hecho!). Una de las piezas que resalta es un gran trono dorado que perteneció al Papa Pio X. En él, se puede leer: “PIO X PONT MAX”. Por cierto, lo tienen protegido con urna de cristal, así que uno sólo lo puede ver a una cierta distancia. Creo que está bien porque con tantos turistas que visitan cada día este templo, podría correr el riesgo de ser deteriorada… ¡Más vale prevenir que lamentar!
El trono de Pío X. El reflejo de la foto es por la urna de cristal, que protege esta pieza
Detalle del trono. Lamento no haber tomado foto de las explicaciones de los detalles que la decoran :/ Pero bueno, tendrán entonces que ir ustedes mismos a investigarlos ;)
Cómo llegar
Pueden ir hasta la Basilica di Santa Maria della Salute si toman el vaporetto 1. Sólo tienen que bajarse en la parada “Salute”. No hay pierde porque está justo enfrente de donde se detiene el vaporetto, así que la verán luego, luego enfrente de ustedes.
Si están en otro punto de la isla de Venecia, pueden ir también fácilmente a pie. Les recomiendo que hagan este recorrido ya que Venecia es un graaaan museo al aire libre, con rincones, calles y fachadas hermosísimos en cada esquina. Bueno, háganlo si el tiempo lo permite, claro está :P
Un tapiz que representa una escena bíblica. Noté que había varios letreros que indicaban el nombre de la obra, así como su año de realización
Horarios
Siendo uno de los lugares más visitados de Venecia, la Basílica di Santa Maria della Salute está abierta de lunes a domingo desde las 9:00 a.m. hasta 12:00 p.m. y de las 3:00 p.m. a las 5:30 p.m.
La entrada es completamente gratis, pero si desean entrar a la sacristía para ver la colección de arte religiosos, tendrán que pagar 2 euros (o 1 euro, si son estudiantes). Yo no entré porque nos pasamos un buen rato admirando el interior de la Basílica, pero si a ustedes les gusta este tipo de piezas, puede ser una buena oportunidad de disfrutar de una exposición así.
No pude evitar fotografiar estos grandes porta cirios: si los observan bien, están llenos de detalles como figura de santos y de ángeles. ¡La Basílica di Santa Maria della Salute es una belleza artística por donde quiera que se vea!
Algunos consejos extras…
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Repito: ¡la entrada a este templo es GRATIS! Así que tengan mucho cuidado con las personas que piden dinero en la entrada del mismo. Noté que había letreros que advertían al respecto. Me imagino que, en temporada alta, debe haber uno que otro incauto que cae en el juego… así que estén atentos para no sean ustedes los siguientes. Si alguien les pide una cuota para entrar, no le hagan caso y síganse derecho (apliquen el famoso: “No entiendo”, eso me ha salvado a mí en varias ocasiones :P ).
Ésta es la entrada a la Basílica. Cuando yo entré por la primera vez, había una persona en la entrada que pedía dinero y me desorientó un poco porque por un momento me pregunté: "¿La entrada es de paga? o.O" Pero no, es libre ;)
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¡Vayan antes de que el sol se acueste! No hay nada mejor que la luz natural y, aunque tiene varios vitrales para que dejar que su interior se ilumine, conforma avanza la tarde, se vuelve más y más difícil apreciar todos sus bellos detalles y pinturas.
Conclusión
Para mí, la visita de este lugar fue un momento muy especial, por razones personales. Aunque reconozco que no soy muy religiosa, el entrar a este templo en compañía de mi mamá, ha sido hasta ahora una de las más bellas experiencias que he vivido a su lado. Definitivamente esta visita, era obligatoria estando de paso por Venecia :)
Sin duda alguna, ustedes también tienen que ir a este lugar. Tanto por la riqueza y belleza arquitectónica de la Basílica de Santa Maria della Salute como por el ambiente tan especial y particular que ahí se respira.
Saliendo de la Basílica di Santa Maria della Salute: ese día hacía mucho frío y la ciudad estaba cubierta de bruma...