Los picos de Europa se encuentran en tres comunidades diferentes: La de león, la de Asturias y la de Cantabria. Según subas por una u otra zona te encontrarás un paisaje diferente. En mi caso, entré por Cantabria. Hay varias mareas de subir a los Picos, escalando, en coche o teleférico. Nuestra opción fue en teleférico, lo que nos costó 16 euros ida y vuelta. Especifico ida y vuelta, porque puedes escoger una de las dos opciones y el resto hacerlo escalando. Es más desde arriba pude apreciar a un grupo numeroso que descendía la montaña.
Ya desde abajo impresiona la altura, y tendremos la sensación de ser diminutos. Encontramos un prado verde lleno de caballos al lado de un aparcamiento bastante amplio donde podemos dejar el coche.
La subida en teleférico no dura más de 5 minutos y están en continuo funcionamiento, no tardan más de 10 minutos en volver. Suelen llenarse de gente, alrededor de unas dieciséis personas ya llenan toda la cabina. Las paredes son de cristal asique se puede observar el ascenso desde todas las perspectivas. Si no tienes miedo a las alturas el mejor sitio será desde delante.
Nosotros no tuvimos incidentes en el ascenso, simplemente el vaivén típico de un teleférico, quizás algo más fuerte ya que ese día hacía un viento horroroso. Asusta un poco al llegar ya que parece que te vas a chocar con la montaña, pero para nada.
Al llegar arriba encontramos un restaurante con cristaleras enormes donde tomar algo calentito. Y un mirador enrejado donde puedes tener unas vistas alucinantes. Puedes continuar el ascenso hasta bastante más alto, pero recuerda llevar el calzado y el abrigo adecuado porque arriba bajan muchísimo las temperaturas. Si tienes la oportunidad sube en un día despejado ya que las nubes sino taparán las vistas y además, es peligroso si empieza a llover.
Es importante no perdernos el pueblo más cercano a los Picos de Europa, y este es Potes. Es un pueblo precioso ambientado en la edad media con todos los edificios de igual construcción. Bajos y con rocas. Pasear por este pueblo es una auténtica maravilla.
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