Si hablamos de Cantabria tenemos también que reconocer su buena gastronomía. Y es que en Cantabria se come bien pero que muy bien.
Las zonas costeras – como San Vicente de la Barquera- preparan unas mariscadas que por un módico precio entre 20 o 30 euros, según el lugar puedes conseguir un buen surtido. Además te ofrecerán multitud de ofertas al ir paseando por sus paseos marítimos.
Recomiendo ir a comer las rabas. Yo jamás había escuchado este nombre ni esta comida pero simplemente, se reduce a chipirones rebozados y fritos; algo bastante típico en la costa de esta zona y muy similar a los típicos chocos fritos. Una ración bastante grande como para 6 personas nos salió unos doce euros. Un precio muy razonable.
Otra de las cosas típicas en Cantabria son los dulces. Ya escribí un artículo de los buenos helados que sirven, sobretodo en Regma. Pero esto no es todo, y es que los sobaos de la zona de Selaya son espectaculares y muy buen souvenir si no sabemos que llevar.
También encontramos las palmeras y las corbatas rellenas de chocolate blanco y negro. Podemos encontrarlas en los bares de carretera por unos cuatro euros. Medirán alrededor de 30 o 40 centímetros y es que son enormes. Pueden durarte durante días porque no serás capaz de comerlas enteras.
Cercano a la plaza mayor del pueblo de Potes se puede comer el “cocido” típico de Cantabria. Este es el cocido lebaniego que lleva: Garbanzos, carne, jamón, col y una especie de tortita hecha con pan y ajo. Además de esto, de primero se toma una sopa con el caldo del cocido con fideos. Sinceramente, el mejor cocido que he probado en mi vida.
Si tenéis que comprar en un supermercado os recomiendo el lupa. Por su calidad precio y es que sus verduras sor sorprendentemente frescas. Y están repartidos por toda la ciudad.
Galería de fotos