Emblema tapatío
Habiendo nacido en Ciudad Guzmán, un lugar tan pequeño, toda la vida tuve la oportunidad de visitar Guadalajara, la segunda ciudad más grande del país. En ella, era posible encontrar de todo, multiculturalidad, mercado, contemporaneidad, historia y cultura.
No fué sino hasta haberme mudado a Guadalalajara hace aproximadamente seis años que por fin tuve la oportunidad de recorrer las calles por cuenta propia y elegir el perderme en ellas el tiempo y cuantas veces me diera la gana, ¡y vaya que tenía ganas! Todo me resultaba interesante, sobre todo el centro de la ciudad, el cual es muy extenso y ofrece una riqueza en paisaje urbano increíble.
Dentro del centro de la ciudad se encuentra uno de los emblemas más representativos de esta "perla de occidente", el Hospicio Cabañas...
Hablemos de cambios
La transformación es parte esencial de la vida, sobre todo de la arquitectura que pretende ser longeva, ésta se tiene que adaptar a las necesidades de cada época y sociedad, tal cual es el caso del Hospicio.
En un inicio se le llamó "Casa de caridad y misericordia" y fué un edificio fundado por españoles religiosos los cuales tenían la encomienda por parte del rey de ser buena gente. Así que esta casa de caridad y misericordia debía acoger a diferentes personas en situaciones de bulnerabilidad... niños, mujeres solas y ancianos serían bienvenidos ahí.
El edificio fué diseñado por el arquitecto Manuel Tolsá, quien según sé, era uno de los mejores de su época. Actualmente existe un cine Cinépolis con su nombre. :) La construcción inició desde 1805 ¡Hace 210 años! Y aún sigue de pie y súper resistente.
Fase militar
Aún sin haberse concluido la construcción del Hospicio, abrió sus puertas para empezar a cumplir con su misión de bondad social, sin embargo debido a la guerra de la independencia mexicana en el año de 1810, tropas militares y animales de carga fueron los huéspedes del Cabañas.
Pasada esta época, se intenta reacoplar todo, remodelar y adaptar para por fin cumplir con su verdadero objetivo, pero volvió a ser tomado por militares, aunque ahora por un corto tiempo.
¡La construcción termina por fin en el año de 1845! Osea, ahora no podemos tardarnos mas de ocho meses en la construcción de una casa pero en ese entonces podrían tardarse tantísimos años y nadie reclamaba.
Muchos años de beneficiencia le siguieron a esta etapa, por fin niños, mujeres y ancianos obtuvieron un hogar dentro de los muros de este edificio, generaciones y generaciones pasaron, el edificio pasó de ser religioso a resposabilidad del gobierno y así fué, hasta que la revolución mexicana de 1910 vuelve a hacer estragos en el Hospicio Cabañas.
Años más tarde y debido a que el hospicio ya no podría dar abasto a su uso, los niños que ahí habitaban fueron trasladados y el edificio cerró por unos años para comenzar con su metamorfosis última hasta ahora: Llegar a ser un centro cultural y museo.
El edificio es de estilo neoclásico, en este estilo se realza la filosofía de ser lo menos ostentosos posibles, un pensamiento bastante moderno para su época.
Los patios
Los patios son elementos infaltables dentro del edificio, brindan de luz, carácter e iluminación a todo el complejo, es de lo más lindo pasear por sus corredores llenos de arcos y tener alrededor patios con colorida vegetación.
Los pasillos son extensos y con perspectivas muy interesantes, rodeados de arcos y con las habitaciónes al rededor.
Actualmente las habitaciones son salas de exposición, permanentes, temporales y salones de clase para estudiantes de artes.
La entrada al Hospicio tiene un costo dependiendo de tu status, es decir, si eres turista extrangero tiene un costo más elevado, si eres turista mexicano es un costo normal, tienes descuento si eres estudiante ¡y los martes es entrada gratuita para todos!
Se puede disfrutar tanto de la arquitectura como del arte que se expone, uno de los lugares más importantes del edificio es la antigua capilla, la cual fué convertida en una obra de arte latente y viviente gracias a la mano del zapotlence José Clemente Orozco.
Dentro de ella, Orozco dió vida a 57 murales dispuestos en muros y techo, los cuales enfatizan de una forma singular la arquitectura. Es posible apreciar su obra desde muchas perspectivas, y todas tienen un significado bastante interesante, posible de conocer si se compra el tour con explicación de guía.
En este lugar se encuentra la cúpula, elemento de mayor jerarquía vertical y una obra maestra de la arquitectura de la época, en ella se encuentra representado el verdadero "Hombre en llamas" obra maestra de Orozco.
Debo concluir afirmando que es uno de mis lugares favoritos de Guadalajara, y quien sea que visite esta ciudad debe entrar al Centro Cultural Cabañas, ya sea a apreciar el solo edificio o las obras expuestas que normalmente son muy interesantes.