Siempre he apreciado las iglesias antiguas, las catedrales y los lugares artísticos en general y me fascina mucho cómo los grandes arquitectos, escultores o pintores fueron capaces de crear algo en su cabeza y luego hacerlo realidad. Quizá por eso siempre me apunto a visitar lugares de interés turístico como iglesias o similares, aunque no soy una persona religiosa.
Cuando mis amigos me preguntaron si quería ir a visitar Colonia (Köln en alemán) no sabía muy bien qué esperarme. Nos costó casi una hora llegar allí desde Bochum y cuando salimos de la estación nos encontramos con un edificio enorme delante de nosotros. Era tan alto que ni siquiera inclinando la cabeza se podía ver la punta. El edificio era la catedral de Colonia.
En esta foto que saqué se puede apreciar más o menos la altura de la catedral si os fijáis qué alta es comparada con la gente que hay abajo.
En ese momento sentí que necesitaba entrar y, de hecho, quería subir las escaleras de las torres, pero no nos dejaron ya que se encontraban en obras. Nos conformamos con visitar las naves principales, aunque sería más correcto decir que estaba bastante emocionada. Así que entramos, y creo que hablo en nombre de todo el que haya visitado la catedral de Colonia cuando digo que estar dentro de ese majestuoso edificio me hizo sentir extremadamente pequeña.
Las naves son mucho más grandes de lo que me esperaba y desde dentro la catedral parece incluso más grande que desde fuera.
Mirad este ábside que forma la parte final en forma de campana de la catedral, parece enorme. Solo pensar en que alguien le dio forma y que de verdad alguien creó todo esto hace que me dé vueltas la cabeza de tanto asombro. Aparte de esto, es precioso y podría quedarme mirándolo durante horas intentando captar hasta el más mínimo detalle.
Hablando de detalles, las vidrieras son fantásticas. Aquí podéis ver una foto que saqué de una de ellas.
Ni siquiera sé por dónde empezar para describirlas. Están llenas de color y de pequeños dibujos y, por supuesto, son de cristal. ¿Cómo es posible crear este tipo de arte? A estas alturas estoy mucho más que fascinada.
Una cosa de la que me arrepiento de esta visita es que no cogimos ningún tipo de guía, solo entramos, vimos todo lo que nos parecía interesante y nos marchamos. Así que no tengo ni idea de quiénes fueron los arquitectos, no sé quién la construyó y tampoco sé nada acerca de la historia de la catedral. Supongo que la próxima vez que visite Colonia lo haré preparada y me llevaré una guía.
Podría decirse que descubrí esta maravilla por accidente, pero estoy contenta de que así fuera.
Si eres un apasionado de las iglesias, catedrales o simplemente aprecias el arte en su sentido más amplio, te recomiendo mucho que visites la catedral de Colonia y espero que tengas la suerte de poder subir hasta el punto más alto de las torres.