Castillo de San Felipe de Barajas

El Castillo de San Felipe es uno de los principales atractivos turísticos de la ciudad de Cartagena, y en lo personal yo lo califico como un "must see" del cual no te puedes perder la experiencia de subir. El Castillo, que más bien es una fortificación, es considerado como Patrimonio de la Humanidad y una de las siete maravillas de Colombia porque su construcción es representativa de la identidad de Cartagena, el Castillo es símbolo de la historia que la ciudad ha vivido todos estos años.

Un poco de historia

Al encontrarse Cartagena en una costa, era el blanco común de ataques piratas, sobre todo por parte de los franceses e ingleses, siendo el más recordado el ataque de Pointis. Por estas razones, la construcción del castillo se dio sobre el cerro de San Lázaro, para tener una mejor altura y visión de los barcos que vinieran a la ciudad, el castillo fue terminado en 1657, por lo que tiene ¡casi medio milenio de antigüedad!

El castillo fue construido por españoles y su construcción tardó tres siglos en ser terminada.

Estructura

Alrededor del castillo se encuentra un gran área verde, el acceso es controlado por los guardias en la parte superior. A pesar de que su estructura es muy simple porque se compone casi exclusivamente por piedra, es una experiencia única el poder observar los cañones tan antiguos que todavía se encuentran expuestos en la superficie, así como las baterías y los túneles subterráneos, es impresionante el alcance de esta construcción considerando el año en el que fue construido.

Una de las cosas que más me gustó fue ver el sistema de comunicación a través de los túneles, el guía nos explicaba que estos estaban construidos para tener que bajar escaleras por un techo muy pequeño, de esta manera la persona que se encontraba abajo con su arma preparada podía tener ventaja sobre la persona que fuera bajando.

También era posible comunicarse a través de los túneles, ya que tenían un código de sonidos especiales para confirmar si la persona que se encontraba del otro lado era ajena al Castillo.

Desde la parte superior del castillo se tiene una vista estupenda al mar y sobretodo a la muralla que protegió Cartagena muchísimos años.

El Castillo hoy en día

El principal atractivo de Cartagena es el castillo, por lo que se encuentra abierto al público sólo en algunas secciones debido a su constante deterioro que mantiene al gobierno realizando modificaciones constantes. También suele ser usado, aunque no tan frecuente, como centro de reunión de algunos eventos de carácter internacional o gubernamental.

¿Cómo llegar?

La ciudad no es tan grande, así que se puede pedir un taxi y se llega rápido, y generalmente no cobra caro.

Lo mejor es ir en un turi bus, para poder conocer varias atracciones turísticas, al final así sale más económico.

¿Cuánto cuesta la entrada?

El ingreso al Castillo venía incluido en el turi bus, pero tengo entendido que si vas aparte el costo está en aproximadamente en 17, 000 COP (como $7 USD), lo cual se me hizo caro, ya que lo único que se aprecia dentro del castillo es la vista, los cañones y parte de la arquitectura, la cual al ser mayormente piedra no es algo en lo que los ojos se deslumbren. Si se requiere conocer la historia del castillo se tiene que contratar un servicio aparte, o bien se puede escuchar a los guías que estén por ahí y rescatar algo de información.

Recomendaciones

Mucho bloqueador y alguna gorra o sombrero, ya que el sol está fortísimo y en lugar no tiene muchos lugares con sombra porque que el recorrido es principalmente al aire libre.

Lleva una buena cámara, ya que se aprecia el mar y una parte de la ciudad de Cartagena.

Era el último domingo y el sol estaba brillando con su máximo esplendor. Sin embargo, ese día en compañía de mi novia, hermana y una amiga; decidimos hacer un recorrido por los museos y las fortificaciones de Cartagena que según un decreto que rige desde hace un par de años es gratis para todos los colombianos el último domingo de cada mes.

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Nos embarcamos en una aventura en la que esperábamos toparnos y empaparnos con mucha historia, cultura y toda una cantidad de cosas. Lo primero que decidimos hacer fue visitar el palacio de la inquisición y el museo del oro zenú, este último es uno de los tantos museos regionales que están repartidos por todo el territorio colombiano y donde el principal se encuentra en la capital Bogotá. Ambos sitios se encuentran en el Parque Simón Bolívar en el centro de Cartagena, por lo que pensamos que podríamos matar dos pájaros de un solo tiro. Pero para nuestra mala suerte aquel día estaban haciendo mantenimiento por lo que ambos museos estaban cerrados al público. Por lo que decidimos regresarnos un poco en sentido sur, buscando aquella fortificación que se levantaba imponente en medio de un pequeño cerro, les habla nada más y nada menos que del magnífico Castillo San Felipe de Barajas.

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Para mí el castillo de San Felipe es la mejor referencia de Cartagena. Además, para mi divide la ciudad entre la parte histórica y tradicional y las zonas que han crecido con el pasar de los últimos años. Después del castillo, el centro se encuentra a pocos minutos caminando y en sus lados quedan barrios históricos como Torices, Manga y Pie de la Popa. Llegamos y el sitio estaba muy concurrido, y es que obvio todo el mundo quiere disfrutar de este lugar y además la entrada es gratuita. En aquel momento me enteré de algo que no sabía, es cierto que la entrada es libre, pero solo para los colombianos; para los extranjeros tenia en ese momento un costo de 15 mil pesosque son 5 dólares o un poco más de 4 euros. Nos pidieron nuestras identificaciones, comprobaron nuestra nacionalidad y nos dejaron subir.

La subida fue un poco pesada porque el sol se ubicaba casi sobre nuestras cabezas y el camino tiene una pendiente un poco pronunciada, pero nada de eso fue impedimento para tomarnos unas buenas fotos y seguir nuestro recorrido. Una vez arriba, nos tomamos unos minutos para descansar aprovechando la fuerte brisa del mar que nos refrescaba. Desde la cima del castillo puedes apreciar muchos lugares lindos de Cartagena, el puerto o la bahía de Maga; también está el cerro de la popa, el centro, Bocagrande e incluso se ve el Parque Espíritu del Manglar. La vista es espectacular que me estoy imaginando como hubiera sido apreciar un atardecer desde allí, porque lastimosamente no nos quedamos hasta allá. Hay una gran bandera tricolor que se ondea con la brisa y recalca que esta es Colombia y nos muestra a todos que se puede encontrar gran belleza en cada esquina de este lindo país cafetero, también encontramos varios cañones que recalcaban el poderío de aquel lugar en su época y de la importante base militar que con seguridad fue.

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Después de un buen descanso, comenzó la exploración. Subimos escaleras, entramos a muchos túnelesdonde algunos eran iluminados, otros donde reinaba la oscuridad y que para la cantidad de personas que estaban en el sitio eran bastante estrechos y donde hacía mucho calor. Observamos varias celdas donde eran metido los prisioneros de guerra. El conjunto de túneles que el castillo posee parece un complejo laberinto con muchas entradas y salidas. Debido a la cantidad de personas fue complicado apreciarlo con detenimiento. Por eso, doy el siguiente consejo a las personas: Si eres colombiano y de casualidad estas en Cartagena el último domingo de algún mes, este puede ser un plan muy chévere del que podrás disfrutar sin gastar prácticamente nada. Pero de ser un extranjero no te recomiendo que vayas este día, porque además de pagar el precio como si fuera un día cualquiera quizás no disfrutes de la experiencia plenamente.

Hablemos un poco de historia

Si no conoces de la historia de Colombia o Latinoamérica quizás te preguntes ¿Qué hace un castillo en esa Cartagena? Bueno, primero que nada, la ciudad tiene más de 400 años de historia y desde su creación se volvió en un importante puerto para la corona española. En este puerto se daba la compra y la venta de esclavos africanos. Además de esto, todo el oro que era extraído de todo el Reino de Nueva Granada (Colombia, Venezuela y Ecuador) era llevado a la ciudad después de un largo proceso en el que debían atravesar la complicada geografía de estos países andinos. De allí era transportado a España. Todo esto, hizo que Cartagena fuera la codicia de muchos y grandes reinos e imperios como el inglés, el holandés y hasta los franceses. El castillo fue la solución y el único recurso que encontraron los españoles para defenderse de aquellos infortunios.

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A un lado del castillo de San Felipe, se encuentra un monumento. Muchas personas de Colombia e incluso de Cartagena, desconocen quien es esta persona y que fue lo que hizo para merecer dicho reconocimiento. Se trata de Blas de Lezo, un militar español que participó en muchas guerras llegando incluso a perder una de sus piernas y un ojo. Sin embargo, se mantuvo fuerte y en sus últimos años de vida defendió a Cartagena de los ingleses logrando una hazaña que sin importar el tiempo en el que sea vista parece impensable, con tan solo unos algunas barcazas y unos 3 mil hombres entre los que había indios ganó una batalla contra más de 20 mil ingleses y un centenar de embarcaciones. Por todo esto se le hizo dicho reconocimiento además de que una avenida, un barrio y una clínica de la ciudad llevan su nombre.

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Luego de algunas horas en aquel mágico, maravilloso e histórico lugar bajamos y aunque el sofoco era grande en el interior del castillo la brisa compensa y aunque puede ser una experiencia agotadora, vale mucho la pena con todo lo que se aprende. Sin más solo me resta decir que esta es una de las cosas que debes hacer cuando estés en Cartagena, Porque el castillo más que una impresionante obra arquitectónica de la ciudad también es parte de su identidad y de todos los colombianos y es tanto así que es considerado una de las maravillas del país.

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