La Candela

A la vuelta de un callejón, en pleno centro de Cádiz, se encuentra el bar de tapas La Candela. Al empujar las puertas del restaurante no me sorprendió la mezcla de estilo, sino ¡el exceso con la decoración!

Sin embargo, no se paga por el exterior del restaurante, no tiene terraza ni el alboroto en la calle, tan habitual en los españoles. En resumen, un pequeño y acogedor restaurante a medio camino entre la tetería "so british" y el loft industrial con un entorno de reciclaje. Cuando eches un ojo a la carta, mira abajo a la derecha, ¡porque si te gusta el mobiliario, puedes volver!

Mucha conversación, ¡ya es hora de comer!

Al ser una mesa de nueve comensales, decidimos compartir los platos de la carta para probar un poco los diferentes platos que pedimos. En el menú había: croquetas de la abuela, salmorejo, bacalao, sepia, etc.

¡A picotear!

Una gran cantidad de tapas pequeñas muy bien presentadas con las que se te hacían la boca agua. No obstante, mi mayor tentación sigue siendo el pulpo, una verdadera delicia. Luego vinieron los pinchos de atún, el bacalao...

Nota: cuidado con no confundirse con los pequeños puntos naranjas que decoran el plato del bacalao al guacamole porque es tabasco y puedo deciros que se nota mucho la diferencia. ¡Jeje!

Teníamos tanta hambre que incluso pedimos la famosa tapa de carne con patatas. Una carne tierna cocinada a gusto con sal gorda.

Para aquellos que han sobrevivido a esta avalancha de cosas buenas, todavía quedan los postres: tarta de queso, sorbete (servido en tarros de mermelada)...

Para mí, el té se ha vuelto esencial si quisiera levantarme más tarde de la mesa. ¡Y un té servido en una taza y debajo de una taza de flores, ¡por favor!

La cuenta no fue muy cara, por menos de veinte euros por persona se puede disfrutar de las tapas, ¡de maravilla! Todas las copas eran de vino tinto o cervezas españolas. Un detalle que me hizo también gracia fue que la cuenta te la sirven en una pequeña caja de madera con chapas de cerveza.

Para recordar: ¡un lugar atípico con un ambiente ameno, un servicio magnífico y platos suculentos!