Restaurante Balandro

Habíamos intentado reservar mesa en Balandro ya dos veces, ambas para un viernes, por lo que el restaurante estaba lleno. Esta vez, probamos ir un martes y comer tapas, a petición de la cumpleañera (Sophie). Intentamos reservar porque éramos 11 y queríamos asegurar tener sitio para todas, pero nos dijeron que no se podía reservar mesa para cenar tapas, solo para cenar de carta.

Llegamos a las 21:30 y el bar ya estaba bastante lleno. Nos dimos cuenta de que nos costaría encontrar sitio para sentarnos todas juntas, así que preguntamos si nos dejarían ocupar una mesa y comer allí las tapas en lugar de en la barra. Nos dijeron que no se podía, así que nos apretamos en la barra, cogiendo sillas cuando parecía que alguien las dejaba libres. Había mucho alboroto en el bar, y bastante ruido, así que puede que no sea el mejor sitio donde ir si quieres tranquilidad y privacidad; aun así, el ambiente era agradable.

Por dentro, Balandro es un bar bonito y moderno, con mucho blanco y muy diferente a los pintorescos bares de tapas en las calles cercanas. Nos dieron un menú en inglés (al parecer era bastante evidente que éramos extranjeros) y la mayoría de los platos tenían muy buena pinta, así que había de sobra donde escoger. Como teníamos mucha hambre, pedimos dos platos cada una y decidimos pedir más luego si nos quedábamos con hambre.

Una vez nos sacaron los platos, nos dimos cuenta de que no necesitaríamos pedir más. La mayoría podrían ser una comida completa por sí solos. Nos habría bastado con pedir tres platos por cada dos personas, un entrante y dos platos principales para compartir, y decidimos hacer eso la próxima vez. Por desgracia, no toda la comida salió a la vez y había gente que todavía estaba esperando cuando yo ya había acabado de comer.

Pedí tortillas con carne de cerdo y queso y carne de cerdo al estilo oriental. Ambos platos me gustaron, aunque las tortillas eran algo diferentes a lo que me esperaba (y algunas de las demás pensaban igual). Los camareros eran simpáticos y profesionales, y aunque solo había dos detrás de la barra, hicieron muy buen trabajo y no dejaban a nadie esperando mucho rato para pedir.

El principal problema de comer en la barra era que la gente pedía comida y bebida y se la tenían que pasar por encima de nosotras, ya que no había sitio para pasarla entre la gente. No era para tanto, pero habría estado bien cenar sin miedo a que nos cayera algo en la cabeza.

La comida estaba bien de precio teniendo en cuenta la calidad y la cantidad que servían; aun así, si pidieseis varios platos para compartir, creo que la factura podría subir bastante de precio. Al final, todas estábamos llenas y no quisimos pedir más comida, así que pedimos la cuenta. Por suerte, no hubo problemas para dividir la cuenta porque nos sacaron cuentas individuales.

Balandro es un sitio al que seguro que voy a volver, pero la próxima vez iré antes y compartiré platos con otra gente para probar más variedad. Puede que también pregunte si veo algún plato que me guste, porque había algunos que me parecieron muy tentadores pero no sabía qué eran porque no me sonaba haberlos leído en el menú. Quizás fuera por la traducción al inglés, así que a la próxima pediré la carta en español. También me gustaría probar a cenar un día de carta en la zona del restaurante, aunque parecía algo más cara.