Tortilla consentina de Pascua

Introducción

¡Empecemos!

Le tengo mucho cariño a la receta de esta típica tortilla cosentina porque mi abuelo, desde siempre, la preparaba expresamente en Pascua como tradición. Es muy sencilla (lo siento, siempre digo lo mismo).

¡Hagamos hueco!

Antes de nada, lo más importante es lograr hacer espacio en vuestra cocina. "No es tan difícil", pensaréis. Pero si le añadís el factor de que se trata del día de Pascua entenderéis que conseguir el espacio necesario resultará difícil aunque vuestra cocina sea enorme.

Como ya se sabe, en la cocina calabresa, en los días festivos se asiste a la preparación de muchos platos diferente a la vez. He ahí el por qué la primera cosa que me viene a la mente al pensar en esta receta es mi abuelo intentando librar un poco de espacio, necesario para organizar los ingredientes y trabajarlos mejor.

Fase II

Cuando lo hayáis conseguido, relajaos y poneros cómodos. Hay que cortar más de un tipo de embutido y salchicha, ¡pero con mucha calma! El verdadero significado de la preparación de esta sencilla y sabrosa tortilla es que tiene que reflejar la paz y la unión de la Pascua.

Un momento de unión y paz en familia

No os peleéis nadie por querer probar un poco de salchicha. Está permitido, es más en mi casa lo hacemos cada año, se ha convertido en un ritual, ¡y no solo el día de Pascua!

Cortar la cebolla no será tan agradable. Es una ardua y dura tarea de la que no escaparéis sin llorar aunque solo sea una lagrimita. La calidad de las cebolla es preferiblemente la de Tropea, una zona remota para cultivar estas cebollas, en provincia de Cosenza.

Añadamos por último pero no por ello menos importante, un puñado de lonchas o daditos (como prefiráis) de Caciocavallo y un poco de perejil, ¡todo listo!

Fácil de preparar

Estaréis pensando que no tiene nada de especial. Pues no, no lo tiene. Este tipo de tortilla no tiene nada de especial ni en sus ingredientes ni en su preparación. Se puede hacer cualquier día del año, pero su particularidad es precisamente esa: tiene que cocinarse el día de Pascua.

¡Que aproveche, lectores!

P. D. Si no tenéis ganas de esperar al día de Pascua porque la boca se os ha hecho agua, podéis probar a hacer esta receta ahora mismo.

¡Os autorizo yo para que la hagáis!

P. D. Por desgracia mi abuelo no estaba con nosotros, falleció pocos días antes de Pascua. Por este motivo empiezo a pensar que "hacer la tortilla" como la hacía él me resultará muy difícil aunque la preparación sea fácil. Como la hacía él no la hará nadie, nunca. Puede que los ingredientes secretos que la hacían tan buena e irresistible fuesen sus besos de afecto o las palabras dulces que susurraba mientras la preparaba.

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