Salsa roquefort

Muchas veces comemos la carne siempre sola y eso es fruto de que innovamos muy poco en la cocina. Por ejemplo, un simple filete de cerdo o un solomillo al horno da un giro de 360º cuando le añades una salsa, como mi amada salsa roquefort (soy una gran amante del queso, pero  mi favorito sin duda es el roquefort).

Para hacerla, vamos a necesitar simplemente:

- queso roquefort o cualquier otro queso azul 

-  nata liquida para cocinar

- pimienta negra molida

- mantequilla 

En una cazuela grande o un bol grande ponemos dos cucharadas de mantequilla, todo el queso roquefort que queramos (yo suelo poner toda la cuña pequeña que se suele vender dentro de un plástico) y un brick pequeño de nata líquida para cocinar. Batimos con la batidora todo bien hasta que quede una masa liquida homogénea.

Si no queremos que sepa tan fuerte a queso, podemos añadir algún queso suave, como el queso parmesano rallado  alguno parecido, y batir como en el paso anterior. 

Aliñamos con un poco de sal y pimienta negra molida, y removemos con el tenedor. 

Una vez que este compacta y sin trozos ni grumos, yo la suelo verter en una cazuela y calentar un poco a fuego lento. Cuando este caliente la salsa ya estara lista para servir. 

Un truco muy rico: puedes añadirle esta salsa al arroz blanco normal y corriente, y tendrás un risotto de queso que dejara boquiabierto a cualquiera de tus invitados. Si le añades champiñones cortados pequeños o alguna otra seta, ¡ya tienes un plato de MasterChef!

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