Salmorejo

Aquí tenemos una nueva entrega del blog de recetas. Hoy explicaré una receta muy típica de mi ciudad: el salmorejo. Actualmente se come en toda Andalucía, y en el resto de España también es conocido, incluso en el Reino Unido lo venden ya hecho de fábrica (aunque habrá que probarlo...), pero es original de Córdoba.

Es un plato muy sencillo de realizar y muy asequible, pero lo mejor de todo es que sirve para un roto y para un descosido: cenar, almorzar e incluso en el desayuno untando un poquito en una tostada y añadiéndole jamón.

Lo más típico, y una de las tapas más pedidas, es una cuña de tortilla de patatas (tortilla española) y salmorejo, porque casan perfectamente.

Los ingredientes son:

Pan (nunca de molde, tiene que ser pan de verdad, y a ser posible del día anterior, siempre que no esté muy duro).

Tomates.

Aceite de oliva.

1 diente de ajo.

En un bote alto (para que al batirlo no salpique y lo llenemos todo de tomate, que luego es difícil de limpiar) echamos el diente de ajo, un chorreón de aceite de oliva (quizás como 2 o 3 cucharadas soperas), 3 o 4 tomates y unas 3 rebanadas de pan de un dedo de grosor. Lo batimos todo y si vemos que no queda muy bien, porque esté muy líquido o demasiado espeso pues le añadimos o más pan o más tomate y aceite (de esto último sin pasarnos porque sino tendrá un sabor muy fuerte).

Y listo. Lo suyo es que quede una especie de crema, que se pueda tomar tanto como primer plato o como aperitivo o acompañando a otro plato (como ya he dicho, lo mejor es la tortilla de patatas).

El salmorejo se sirve siempre frío, aunque si lo guardamos en el frigorífico es mejor sacarlo al menos 5 minutos antes de servirlo. Normalmente se le añaden trocitos de jamón serrano cortaditos muy pequeños por encima, y también se le pueden añadir trocitos de huevo duro picado también espolvoreado por encima.

¡¡Riquísimo, fácil y rápido!!

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