Polenta

Polenta es otro de los platos típicos de mi país, aunque también es conocido en otros países europeos. La polenta se hace con harina de maíz amarilla y hay dos versiones de este plato. La primera es con carne (gulash) y la otra es con leche y azúcar. Las dos están buenísimas, así que compartiré la receta de ambas. Intentad haced las dos y decidme cuál os gusta más. Para mí, depende de la hora del día, si tomo polenta para comer, prefiero hacerla con gulash, pero si la tomo para cenar, la prefiero con leche y azúcar.

Ingredientes

Para la polenta

• 250 gramos de harina de maíz amarilla
• 3 vasos de agua
• 1 cucharada grande de aceite de canola
• 1 cucharadita de sal
• 2 cucharadas grandes de requesón o queso fresco

Para la carne de gulash

• 1 kilogramo de carne
• 250 gramos de cebollas
• 100 mililitros de aceite de canola o de girasol
• 150 mililitros de caldo de carne
• 100 gramos de salsa de tomate
• 50 mililitros de vino blanco (es opcional, pero sabrá mucho mejor si lo utilizáis)
• 2 dientes de ajo
• Sal y pimienta
• Laurel y tomillo

Si decidís hacer la polenta con leche, podéis omitir esta parte. Lo único que necesitaréis será leche y azúcar y la cantidad de cada cosa será a vuestro gusto.

Preparación

Como la carne de gulash requiere mucho tiempo de preparación (el tiempo de preparación es de dos horas), hay que hacer esta parte lo primero de todo. De nuevo, si hacéis la polenta con leche y azúcar, omitid esta parte.

Cortad la carne en trozos pequeños. El tamaño exacto depende de vosotros, pero os aconsejo que no los hagáis muy grandes o no se cocerán bien. Pelad las cebollas (para evitar llorar, masticad un chicle, es de gran ayuda) y cortadlas en trocitos lo más pequeños posible.

Coged una sartén, poned el aceite y la cebolla cortada en ella y freídlo hasta que coja color. ¡Me encanta ese olor! Después, añadid la carne y freídla hasta que suelte su jugo. Luego, añadid el caldo de carne y removedlo bien. Añadid laurel y tomillo, removedlo otra vez y dejadlo hervir a fuego medio durante unos minutos. Durante esos minutos, picad el ajo y añadidlo a la mezcla. Removedlo bien, cubridlo y cocedlo a fuego lento. Removedlo de vez en cuando.

Mientras tanto, coged otra sartén, añadid la salsa de tomate y freídla hasta que se oscurezca. Añadid el vino blanco y echadlo todo a la otra sartén con la carne. Añadid sal y pimienta, a vuestro gusto y cocedlo a fuego lento durante una hora y media. Durante ese tiempo, removedlo de vez en cuando y seguramente necesitaréis echar más agua mientras se cuece. Mientras esperáis, podéis empezar a preparar la polenta.

Cuando el gulash esté listo, apartadlo del fuego, así para cuando la polenta esté lista, el gulash se habrá enfriado lo suficiente para poder comérselo directamente.

Para hacer la polenta, tenéis que hacer lo siguiente. Coged un bol mediano y añadid tres vasos de agua, sal y ponedlo a hervir. Añadid también el aceite de canola y echad la harina de maíz amarilla. Esto es más difícil de lo que parece. Tenéis que echar la harina de maíz muy despacio y mezclar el resto al mismo tiempo para evitar grumos.

Añadid el requesón o queso fresco, el que decidáis usar y cocedlo a fuego medio durante otros diez minutos. Tenéis que removerlo todo el tiempo para que no se pegue al bol.

Cuando la polenta ya esté lista, ponedla en un plato grande y dejadla enfriar. Durante ese proceso se puede edurecer, pero es totalmente normal. Cuando ya esté fría, podéis cortarla y servirla, ya sea con leche y azúcar o gulash.

Fuente

Así es como queda la polenta una vez acabada.

Sugerencias de presentación y conservación

Algunas personas hornean la polenta durante quince minutos después de que haya enfriado. A mí no me gusta así, pero podéis probadlo.

Fuente

La polenta horneada está mucho más crujiente y se puede comer así sola.

Para servir la polenta con gulash, poned un poco de polenta en un plato y echad la carne por encima, así de simple. Si preferís comerla con leche y azúcar, poned también un poco de polenta en un plato, echad la leche encima y añadid una cucharadita o dos de azúcar, después, utilizad un tenedor para ablandarla y mezcladlo todo. Cuanto más caliente esté la leche, más fácil será mezclarlo.

Fuente

Polenta con gulash.

Fuente

Polenta con azúcar y leche.

Podéis congelar ambos tipos de polenta durante bastante tiempo y seguirá estando igual de buena que como recién hecha.

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