Pastel de atún.
¡Hola! Hoy traigo uno de los platos más ricos que he hecho y probado. En el erasmus hice algo parecido, mucho más básico que lo que os traigo hoy, y este fin de semana he tenido la suerte de recrearlo con mi madre. La verdad es que ha quedado tan bien que tenía que compartirlo por si alguna vez queréis innovar y hacer algo diferente y elaborado pero riquísimo.
El plato que traigo hoy es un pastel de atún con un acompañamiento de patatas pochadas con cebolla y ajo. Del acompañamiento hablaré al final, pero podéis acompañar el pastel de la manera que queráis. Nosotros estuvimos pensando si acompañarlo con patatas o verduras, pero la verdad es que lo primero acabó siendo un gran acierto.
Ingredientes para el pastel
Atún o bonito fresco (realmente podéis hacer este plato con cualquier tipo de pescado, pero con el atún queda muy compacto y además está riquísimo).
2 o 3 huevos
Pan rallado
Una cebolla
Aceitunas (yo usé aceitunas negras, pero podéis usar las que queráis)
Una zanahoria
Pepinillos
Un poco de pimiento (veréis que no suelo usar pimiento en las recetas porque no me gusta nada, pero en mi casa se come mucho así que si lo picáis mucho tampoco se nota tanto).
Sal
Salsa de soja
Perejil
Distintas especias (pimienta, cilantro, jengibre, comino, cúrcuma...). Podéis utilizar distintos tipos o no usar prácticamente ninguna, nosotros usamos los típicos botes del carrefour o Lidl, en concreto aquí utilizamos el "Molinillo de 5 bayas" y el "Sazonador sabor Marruecos",que incluyen todas las especias mencionadas.
Preparación del pastel
Primero, picamos bien la cebolla y la zanahoria y ponemos los trozos a fuego lento en la sartén para no añadirlos a la carne cuando están crudos.
Mientras dejamos que se hagan bien, picamos también el atún en trozos muy finos, como si estuviésemos manejando carne picada. En un bol, añadimos el pescado picado y lo sazonamos con el perejil, las aceitunas y los pepinillos también previamente bien picados para que no queden trozos demasiado grandes en el pastel, y después añadimos la sal y las especias que queramos.
Cuando la cebolla y la zanahoria estén bien hechas, las incluimos en el bol y lo mezclamos bien con el resto de ingredientes. Después, batimos bien los huevos y los añadimos al bol.
Por último, añadimos pan rallado. Mezclamos bien todos los ingredientes con una cuchara para que quede una masa homogénea, y cuando ya esté lista, añadimos unas cucharadas de salsa de soja para darle un toque más sabroso (esto también es opcional, como la mayoría de ingredientes de la receta).
Después de eso se coge un molde con la forma que desees y añades la masa ayudándote de una cuchara. Después, tapamos el bol con papel transparente y lo metemos al frigo. Se deja reposar al menos una hora para que se compacte bien y coja más sabor.
Realmente el proceso de elaboración es muy similar al de la preparación de las albóndigas, así que si en este paso decidís que os apetece más hacer albóndigas de pescado que un pastel, podéis ir cogiendo la masa poco a poco ayudándoos con una cuchara para controlar las cantidades, hacer bolas y después seguir los pasos siguientes para hacer albóndigas.
Una vez que el pastel haya pasado algo de tiempo en reposo, se introduce aceite en la sartén, dejamos que se caliente y después sacamos el pastel de pescado del bol y lo añadimos al fuego para que se fría lo máximo posible antes de meterlo en el horno. Este paso vuelve a ser igual que el de las albóndigas. Cuando una parte del pastel esté cocinado, le damos la vuelta para que quede bien dorado. Cuando vayamos a sacarlo, utilizamos un plato y papel de cocina para que absorba toda la grasa y el aceite.
Por último, se unta el pastel con un poco de mayonesa (también puede ser bechamel, lo que prefiráis), se precalienta el horno a unos 170º y se introduce el pastel. Hay que dejarlo en el horno durante unos quince minutos, y si creéis que está cocinado, probáis a introducir un palillo para comprobarlo.
Preparación del acompañamiento
Pelamos las patatas y las cortamos en rodajas finas. Las freímos en abundante aceite a fuego lento hasta que las patatas estén pochadas, pero sin dejar que se frían. Mientras tanto, picamos otra cebolla y un ajo y lo echamos también en la sartén hasta que esté todo bien cocinado.
¡Y listo para servir! Como veis, es una receta que lleva bastante tiempo y requiere muchos ingredientes, pero como he dicho, la mayoría son opcionales, así que si no os gustan o simplemente no los tenéis en casa, siempre podéis simplificar la receta a vuestro gusto. Además, merece la pena emplear algo de tiempo en un plato como este, porque está riquísimo. Así que ya sabéis, probad, investigar y mejorad la receta todo lo que podáis.
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