Ñoquis al cacao

Si ayer nos entregamos a la tradición, hoy continuamos siguiéndola, pero con un toque de transgresión. Me doy cuenta de que a veces “zapping” en la televisión solo puede hacerte descubrir canales y programas que no sabías que existían y, en consecuencia, alcanzar a ver algunas rarezas que hoy se muestran en la televisión. Sé que el título puede no parecer 100% atractivo, si pensaban encontrar un curso de este tipo en su mesa, pero por otro lado solo puede despertar curiosidad, o al menos entender lo que me llevó a intentar a mí tal experimento. De todos modos, te puedo garantizar que es absolutamente delicioso. En mi opinión, la vida es demasiado corta para comer platos aburridos y cocinar los dos platos habituales que siempre terminas decidiendo cocinar; tienes que atreverte y tener una mente abierta, si no siempre, diría de vez en cuando al menos. La receta me llamó la atención después de verla en la pantalla pequeña, tratando de adaptarla a mi gusto, ya que cada uno tiene sus propios trucos. Hoy voy a presentar ñoquis de cacao, una alternativa digna al resto de los primeros platos ordinarios. Déjenme ser clara, este no es un postre o algo con un sabor dulce, por lo tanto, no levante la nariz, si has aceptado el “tagliolini de arándanos” o el arroz con fresas, también estás listo para esto.

Así que pon un poco de pimienta en la cocina, incluso literalmente, por supuesto.

Ingredientes:

• 800 gramos de papas;

• 200 gramos de harina 00;

• 8 cucharadas de cacao amargo;

• Una pizca de sal.

Método:

Primero, cocina las papas hirviéndolas durante unos 30/40 minutos en una cacerola grande llena de agua. Cuando lo pinches con un tenedor y esté muy suave, cola las papas sacándole el agua. En este punto, la cáscara se eliminará muy fácilmente, pero debes tener cuidado, para evitar quemarte en el intento de quitarlas. Hay quienes prefieren pelarlos previamente, pero para la preparación de los ñoquis, si los quitas antes, corres el riesgo de absorber demasiada agua y dificultar la formación de la masa. Una vez sin cáscara, aplástelos en un tazón muy grande o en una superficie plana con un pisa papas o con un tenedor (aunque recomiendo el primero, para que puedan tener una pulpa homogénea y no piezas duras que puedan escapar si usa el segundo). Luego agrega el cacao y la harina, la sal y amasa con las manos hasta obtener una masa bien mezclada. Divida la masa y dale a cada pedazo de la masa separada, una forma alargada, con un grosor y una altura de aproximadamente un centímetro y medio, organizando todo en un estante enharinado. Corta cada pedazo grande a su vez en pedazos de dos centímetros de largo, alisa con tus manos dando una forma ovalada y alinea cada pieza con un tenedor o con la herramienta especial para los ñoquis. Continúe hasta que termine toda la masa, que será para aproximadamente 4 personas.

Sus ñoquis ya están listos para cocinar, así que llena una olla con agua, sálala con sal gruesa y una vez que llegues al punto de ebullición, vierte los ñoquis dentro. Estarán listos cuando comiencen a flotar, por lo tanto, cuando llegue ese momento debes colarlo sacándole toda el agua. Antes de ponerlos en la sartén, prepara el condimento. Elegí particularmente una sartén, ya que es mucho más cómoda para mezclar. Puedes optar por la clásica mantequilla y salvia, o como yo elegir algo más rico y sabroso, como la salsa de cuatro quesos. Así que derrita la mantequilla en una sartén y luego agregue la salsa de cuatro quesos elegidos por usted, pero asegúrese de que no sean como el queso “scamorza”, ya que podría crear una masa única, no cremosa, que no se puede unir con la pasta. Yo particularmente usé mascarpone, gorgonzola, grana padano y pecorino romano rallado. Sin embargo, debes tener cuidado y debes girar constantemente con una espátula o una cuchara de madera para evitar que se pegue al fondo de la sartén, ya sea antiadherente o no. Una vez que todo se derrita, vierta los ñoquis. Opcional es la adición de pimienta, según lo prefieras o no, pero en mi opinión va muy bien y lo puse en casi todas partes. Sería conveniente cocinarlos simultáneamente con la salsa, ya que dejar los ñoquis en el colador puede comprometer su apariencia, porque esto hará que quizás se comiencen a unir y creen de esta forma una sola masa que termine siendo como puré. De cualquier manera, finalmente deber servírtelo y comerlo caliente.

Si no les gusta el cacao y eres demasiado tradicional, omita el cacao para la receta habitual y luego reemplácelo con harina. Algunas personas también agregan el huevo en la receta de masa, pero me resulta bastante difícil a mi particularmente, aunque para completar la receta, me parece correcto informarlo igual. Sin lugar a dudas, al optar por la receta de la madre, puedes disfrutar de los condimentos, siempre teniendo en cuenta que en sí mismo como primer plato, incluso sin demasiados lujos, ya es bastante pesado y sustancial. Una salsa de tomate o una salsa de carne no demasiado cargada están bien también, incluso la carbonara son deliciosas, pero el momento de comer todo, tu cama o sofá reclamarán tu presencia.

Como cierre, puedo decirles que es una receta que impresionará a sus invitados o familiares, no es un plato que se sirva en cualquier día. ¡Llama para hablar e invítalos a una comida especial para que experimenten todo lo que puedan tu nueva receta!

Otras variaciones interesantes de esta receta se refieren a la adición hipotética de pulpa de calabaza o espinacas a la masa, siempre respetando la tradición sana y antigua. En ambos casos, recuerda eliminar el agua de ellos tanto como sea posible, especialmente para evitar agregar una gran cantidad de harina muy alta y arriesgarte a cubrir el sabor, haciendo que el plato sea demasiado "fibroso". Por experiencia personal, no es mucho comer ñoquis con un 50% de harina que, en comparación con los de la tienda de descuento de menos de 50 céntimos, éstos son un manjar de un restaurante con estrellas incluso. Si, por otro lado, te sientes aún más caprichoso, te recomiendo optar por los arándanos. Aunque parezca extraño, la fruta, obviamente no todas, puede ser un toque interesante para la categoría de pasta fresca y respetar el sendero de montaña donde puedes decidir agregarles champiñones salteados y hierbas aromáticas, los cuales pueden causar una gran impresión, porque al final, cuanto más flexible seas en la cocina, más te convertirás en un maestro del oficio, incluso simplemente en un nivel amateur.

No creo que mi consejo lo lleve a abrir un restaurante, mucho menos a aterrizar en la final de “Masterchef”, pero en cualquier caso me gustaría que de esta forma se acabe en tus meses las cuatro recetas habituales que siempre cocinas, eliminando así esa sensación de vejez en tus comidas.

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