Nata montada
Estoy segura de que todos habéis oído hablar de la nata montada. Ahora todo se vende ya preparado para que tú no tengas que hacerlo y la gente lo compra así. Es más, ni siquiera compra los ingredientes, sino que lo compran todo ya cocinado, que puede que sepa mejor que lo que habrían preparado ellos.
Hoy en día, comer es más fácil que antes.
A mí me gusta comprar productos preparados, especialmente tartas y cosas así, pero también me gusta prepararlos yo misma. Aunque a veces no salen como esperas y no están tan buenos como deberían. ¿Y qué se le va a hacer?
Os quiero hablar de la nata, pero no de la que conocéis. Es una nata casera, por así decirlo. A mí me encanta. Sin embargo, si os gusta la nata suave, esta no os va a gustar mucho, ya que no es tan suave y fácil de digerir.
Ingredientes:
- 1 litro de agua o leche;
- 6 cucharadas de azúcar;
- 6 cucharadas de harina;
- 100-150 gramos de mantequilla o margarina sin sal;
- 1 sobre de vainilla.
Preparación
Para empezar, debéis decidir si queréis hacer la nata con leche o con agua. No es que con agua sea más fácil de preparar ni nada de eso. La diferencia está en que la nata con agua es más suave y ligera, la nata con leche no. Yo normalmente la hago con agua, pero depende del tipo de tarta que queráis hacer.
Antes de mezclar los ingredientes, tenéis que poner el agua o la leche a hervir. Mientras hierve, preparad la mezcla de harina y azúcar. Se supone que son 6 cucharadas de cada cosa, pero como ahora el azúcar no endulza tanto, si queréis que la nata sea más dulce, podéis añadir más de 6 cucharadas de azúcar.
Ahora, cuando el agua o la leche empiece a hervir, tenéis que estar preparados para echar la mezcla. Una aclaración aquí: tened mucho cuidado al hervir leche. Puede ser que no haga nada durante mucho tiempo y que de repente crezca y lo manche todo. Estad atentos para que no se salga. Si sube, podéis soplarle y bajará, o removerla, o apagar el hornillo un rato. Pero no dejéis que se salga.
Cuando el líquido esté hirviendo, añadid la mezcla seca. Normalmente echo 4 o 5 cucharadas del agua o leche a la mezcla, lo bato bien y luego lo echo todo al cazo, para que se mezcle mejor. Si echáis la mezcla seca directamente al agua o leche hirviendo, es posible que se formen bolitas y que no se mezcle del todo bien. Así es como lo hago yo para evitar los desastres.
No vayáis a dejar la mezcla en el cazo sin vigilancia. Ahora necesita toda vuestra atención. Coged una espátula, mejor de madera, y removed de vez en cuando. Como la mezcla ya está espesando, tenéis que moverla para que no se queme. Así que a mover y a remover. Todo esto a fuego medio: si el fuego está muy bajo, tardará mucho en hacerse; pero si está muy alto, se quemará. Tardará entre 20 minutos y media hora en hacerse, puede que incluso más. Conforme vaya espesando, tendréis que ver la consistencia que tiene para saber si está listo o no. O podéis sacar un poco, dejar que se enfríe y probarlo. Si sabe bien, si no sabe a harina, está listo. También es buena idea probarlo justo después de mezclarlo todo porque así veréis si le falta azúcar y estaréis a tiempo de añadir más. ¡Pero cuidado, no os queméis la lengua! Dejad que se enfríe antes de probarlo.
Cuando penséis que ya está listo, apagad el fuego y dejad que temple o incluso que se ponga frío. Para eso, lo pongo en un lugar fresco o lo dejo que se enfríe solo y después lo meto al frigorífico. Tiene que quedar como un puré.
Mientras la nata se enfría, preparad mantequilla.
Hay una margarina que se llama Ona Cream que me gusta mucho, es la que uso en todas mis tartas y demás recetas. Por otra parte, mi tía utiliza mantequilla sin sal. Y debo decir que es muy buena cocinera, hace unos platos y unas tartas riquísimas, y eso que ni siquiera se dedica a eso, ¡es médico! Hace unas tartas de cumpleaños que no puedes siquiera imaginar lo buenas que están hasta que las pruebas, y una vez que lo hagas querrás más y más. Tiene un montón de fotos de las tartas que quiero compartir con vosotros para que veáis lo asombrosa que es. Ha hecho un montón de tartas para nosotros, y también para otra gente. Quiere hacernos felices y cada vez que prepara una tarta es aún más bonita y más rica que la anterior. Os quedaríais alucinados con lo buenas que están. Es una máquina. Y eso que para ella, cocinar solo es un hobby.
Con preparar mantequilla quiero decir batirla en la batidora. Hay que batirla hasta que esté blanda y muy blanca. Obviamente, para esto no puede estar congelada, así que sacadla del frigorífico o si hace mucho frío ponedla en algún lugar caliente para que esté blanda y a temperatura ambiente. Que no esté dura ni congelada.
Una vez batida la margarina o mantequilla, cuando esté blanca y blanda, sacad la mezcla de nata. La podéis usar directamente o pasarla primero por la batidora para que esté más blanda. Conforme se va enfriando, se vuelve más espesa y con una consistencia más dura, así que si la batís estará más blanda y será más fácil mezclarla con la mantequilla.
Añadir la mezcla a la mantequilla o margarina es muy sencillo. Yo tengo una batidora de mesa y es muy fácil mezclarlo todo, apenas requiere esfuerzo. Encended la batidora e id añadiendo la mezcla de nata poco a poco, así se mezclará mejor. Cuando esté listo, probad la mezcla. Si necesita más azúcar, le podéis añadir más, pero que sea azúcar glas para que no le salgan bolitas a la mezcla. Poned azúcar glas y mezcladlo bien. Añadid también vainilla. Yo normalmente le pongo vainilla en polvo, que viene en sobrecitos. Hay distintos tipos de vainilla: con azúcar, con canela, con limón, con naranja... Yo suelo usar vainilla con azúcar, pero también me gusta mucho la vainilla con naranja. Podéis poner hasta dos sobrecitos de vainilla. Además, se le pueden añadir unas gotas de limón exprimido. Por último, tengo una botella de vodka en la que he metido unas peladuras de pomelo y huele genial, normalmente también le pongo unas gotitas a la mezcla.
Y si queréis nata con sabor a chocolate, podéis añadir cacao en polvo, estará muy rico. A mí me encanta el chocolate, por lo que me gusta mucho esta mezcla.
También hay colorantes que cambian el color de la nata. Una vez compré unos en un mercado que eran en polvo, así que antes de añadirlos a la mezcla había que disolverlos en agua. Como era la primera vez que los usaba tampoco sabía muy bien cómo funcionaba eso. Compré los de naranja, arándano, fresa y kiwi para la mezcla y fue muy gracioso. Lo hice todo bien, pero supongo que usé demasiado producto en la nata y al comerme un trozo de tarta se me quedaron los labios, la lengua y los dientes azules (porque la primera prueba fue con el color azul). Hice unos pastelitos de colores para mi fiesta de cumpleaños y cuando llegaron mis amigos, le gastamos una broma a uno de ellos: hicimos que se comiera un pastelito azul y fue super gracioso porque se puso todo azul, no podíamos dejar de reírnos. Al principio, él no entendía por qué nos reíamos y cuando alguien le dijo que tenía los labios azules, sonrió y le dijeron que tenía también los dientes azules. Intentó taparse la boca e ir corriendo al cuarto de baño a lavarse, pero no lo dejaron, hasta que al final el pobre se limpió y dejó de ser azul.
Y esta es mi receta de nata montada. A mí me gusta un montón y la preparo muy a menudo. Hasta me la puedo comer sola, sin echársela a nada.
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- English: Whipped cream
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