Lasaña italiana

Como toda buena italiana, soy algo escéptica con respecto a la lasaña. Hay infinitas versiones de este plato y a todo el mundo le gusta darle su toque personal con algún ingrediente nuevo. Pero la versión original italiana cuesta mucho de encontrar fuera de Italia. Así que si quieres probar una auténtica lasaña te aconsejo que no te fíes mucho de recetas no italianas. Aquí te dejaré todos los pasos que hay que seguir para prepararla correctamente.

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P. D. Como soy vegeteriana, la salsa que voy a utilizar no lleva carne picada, pero es un ingrediente bastante habitual en la lasaña.

En primer lugar, hacer una buena lasaña toma su tiempo. Muchas recetas proponen saltarse algunos pasos y, por ejemplo, comprar bechamel precocinada. Pero yo te sugiero que no lo hagas porque cambia totalmente el sabor del plato.

Ingredientes

• 500 g de láminas de lasaña,
• 1 l de bechamel,
• 4 o 5 tazas de salsa de tomate,
• 4 mozzarellas cortadas a rodajas,
• 100 g de queso parmesano,
• 1 cucharadita de sal.

Para hacer la bechamel necesitarás:

• 800 ml de leche,
• 80 g de harina,
• 80 g de mantequilla,
• 80 g de queso parmesano,
• 1 cucharadita de sal,
• 1 cucharadita de nuez moscada,
• 2 cucharadas de aceite de oliva.

Instrucciones

Empieza haciendo la bechamel. Es lo que más tarda en hacerse y, además, la parte más difícil de la receta. Para empezar, derrite un poco de mantequilla en un cazo. Añade la harina con el cazo todavía al fuego y remueve durante unos minutos; luego, añade la leche sin dejar de remover. Tras unos diez minutos, añade aceite, sal, pimienta y nuez moscada y sigue removiendo. Si quieres darle un punto más de sabor, añade un poco de parmesano y deja que se derrita con los demás ingredientes. Deja el cazo al fuego, pero baja un poco la temperatura para que no se queme y remueve de vez en cuando para evitar que se formen grumos. Sigue así hasta que la bechamel se espese. Luego quita el cazo del fuego y tápalo. La salsa bechamel debería quedar así:

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Coge una fuente para horno y engrásala con un poco de mantequilla. Mientras, pon agua a hervir en un cazo. Una vez hierva, mete las láminas de lasaña en el cazo y deja que se ablanden un poco para que no se rompan cuando montes la lasaña.

Pon una capa de pasta en la fuente para horno. Cubre con una cucharada o dos de bechamel dependiendo del tamaño de la fuente, y luego crea una capa de salsa de tomate y otra de rodajas de mozzarella. Repite el proceso hasta que se te acaben los ingredientes. Espolvorea por encima el queso parmesano.

Precalienta el horno a 180 °C y mete la fuente con la lasaña. Deja que se haga unos 25 minutos y luego sácala del horno.

¡Y así es como queda por dentro! Puedes decorar con un poco de albahaca si quieres.

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Tiene buena pinta, ¿verdad? Si has seguido todos los pasos, seguro que te queda de rechupete.

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Buon appetito!

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