Lasaña de carne

Esta vez voy a hablar de una receta que tradicionalmente hace mi madre los domingos; la lasaña. Se trata de una receta con varios ingredientes que se pueden adquirir en cualquier supermercado a buen precio y que es muy sencilla de elaborar si se siguen los pasos adecuadamente. Además estos ingredientes pueden ser hasta “sobras” que encuentres en la nevera, por lo tanto puede salir muy económico. Cuando digo sobras hago referencia a la típica loncha de embutido solitaria en la nevera; cualquier tipo de embutido o carne puede ser añadido a nuestra lasaña de carnes variadas.

Por su simpleza y exquisitez se trata del plato idóneo para sorprender a aquellos que no depositan en nosotros grandes esperanzas culinarias.

En realidad la lasaña que voy a describir a continuación es una receta personalizada, ya que como sabemos, la lasaña está formada por varias capas, sin embargo la mía ¡solo tiene una!

Ingredientes para cuatro personas:

• 400 gramosde carne picada de ternera.

• 100 gramosde carne picada de cerdo.

• 1 paquete de taquitos de jamón serrano.

• ½ lata de paté.

• 2 lonchas de bacon.

• 2 lonchas de jamón york.

• 1 zanahoria.

• ½ cebolla.

• 1 ajo.

• 1 tomate natural.

• Tomate frito (a poder ser casero).

• Vino tinto.

• Láminas de pasta para lasaña.

• Leche, harina y mantequilla.

• Queso rallado.

Empezamos la receta:

1. Lo primero de todo… ¡Lavarnos las manos! La higiene es fundamental en cualquier receta. Una vez nos hemos deshecho de todos los gérmenes, trocearemos la cebolla en cuadraditos pequeños para procurar que no se note posteriormente y haremos lo mismo con el ajo y con la zanahoria.

2. Pondremos una sartén grande a calentar con una fina capa de aceite para hacer el sofrito. Cuando esté caliente añadiremos el ajo y seguidamente la cebolla. A fuego medio iremos observando la cebolla, y cuando empiece a estar transparente (eso significa que ya está un poquito hecha) añadiremos la zanahoria y dejaremos que se haga unos minutos, moviendo de vez en cuando para evitar que se queme.

3. Mientras se hace nuestro sofrito pondremos a calentar una cazuela con agua y cuando rompa a hervir verteremos ocho láminas de pasta para lasaña y las coceremos durante 20 minutos. ¡OJO! Las láminas son frágiles y es muy fácil que se peguen entre ellas y se rompan, por lo que las removeremos con mucho cuidado.

4. Una vez tengamos el sofrito casi listo añadiremos únicamente la pulpa del tomate, que previamente habremos sacado con la ayuda de un cuchillo. Lo mezclaremos con el sofrito y dejaremos que se fría durante dos minutos.

5. Cuando por fin tengamos el sofrito podremos añadir los 400 gramos de ternera y los 100 de cerdo. En este paso se necesita un buen brazo de gimnasio, ya que habrá que “machacar” con una cuchara o palo de madera toda la carne hasta integrarla con el sofrito. Añadiremos la sal que consideremos para que esté a nuestro gusto, teniendo en cuenta que la ternera es una carne que sin sal u otras especias queda muy sosa.

6. Cuando la carne vaya cogiendo color, añadiremos los siguientes ingredientes: el bacon y jamón york troceado, los tacos de jamón serrano y la media lata de paté. Dejaremos que se siga haciendo todo durante unos minutos más. ¡Qué bien huele ya!

7. La carne tendrá ya un buen color (y olor) y será cuando demos el siguiente: añadir un vaso de vino tinto aproximadamente y dejaremos que este se reduzca (hasta que veamos que desaparece el vino).

8. En lo que se reduce el vino sacaremos las láminas ya cocidas y las colocaremos de forma individual sobre papel de cocina durante un par de minutos para que se sequen pero que no se peguen.

9. Una vez reducido el vino añadiremos el tomate frito, a poder ser casero, e igual que con el vino, dejaremos que se reduzca. Podemos ir probando el contenido de nuestra lasaña, por si necesitase más o menos sal o algún ingrediente de más o de menos ¡pero cuidado con quemarse!

10. Untaremos mantequilla sobre una bandeja de horno o una cazuela de barro, para evitar que las láminas de pasta se adhieran a la misma y posteriormente colocaremos la mitad de láminas (cuatro) sobre la bandeja, procurando que no queden huecos entre ellas.

11. Una vez tengamos reducido el tomate, con cuidado echaremos toda la carne en las láminas y con ayuda de una cuchara lo extenderemos bien (solo sobre las láminas) y lo taparemos con la otra mitad de las láminas, haciéndolas coincidir con las de abajo claro.

12. Ahora toca hacer la besamel, puede que lo más complicado de la receta, a mi parecer. En otra sartén echamos una capa fina de aceite de oliva y lo pondremos a calentar. Cuando empiece a estar caliente iremos echando harina (una cucharada más o menos) y tendremos cuidado con los grumos, que los iremos deshaciendo con ayuda de una cuchara de madera. Es mejor echar poca harina al principio, no sea que nos quede muy espesa. Tostaremos un poco la harina hasta que adquiera un color marroncito.

13. Cuando la harina esté tostada, iremos echando poco a poco la leche, y muy importante, sin dejar de dar vueltas uniformes. Echaremos más o menos un cuarto de litro, pero eso según lo vayamos viendo. La besamel debe quedar un poco espesa pero tampoco demasiado. Añadiremos sal y un poco de pimienta negra.

14. Verter la besamel sobre la “casi lasaña” que ya tenemos en la bandeja del horno o en la cazuela de barro.

15. Añadir un poco de queso rallado sobre la besamel.

16. Meteremos la bandeja al horno (previamente calentado a 180º) durante unos 5 minutos, hasta cuando veamos que el queso se empieza a tostar un poco.

¡Y ya tenemos nuestra lasaña! Como veis son muchos pasos y varios ingredientes pero es una receta muy sencilla de hacer y que merecerá mucho la pena. Eso sí, hacedla una mañana que no tengáis muchos que estudiar, porque os la robará entera. ¡Espero que os guste!