Fufú de plátano.

¿Qué es?

El Fufú de plátano es una típica y simpática receta salada de la cocina cubana. ¡Me enamoré de ella en cuanto la oí por primera vez!

Parece ser bastante similar, y lo es en realidad, a un puré, es decir, a una crema que, en este caso, se realiza con plátano.

¿Qué es el plátano?

Para tener más información de esta fruta, buscad en mi blog el artículo dedicado a esta extraordinaria fruta!

¡Sin más preámbulos!

Empiezo a hacer la lista de los ingredientes necesarios, que son:

• aceite vegetal,

• sal,

• pimienta,

• 3 dientes di ajo,

• 1 cebolla mediana,

• 1 lima,

• pimienta en polvo,

• 4 plátanos verdes.

  

Procedimiento.

Paso 1.

Pelar los plátanos, lavarlos y cortarlos en rodajas, tal y como harías para preparar una macedonia.

Paso 2.

Poner a cocer los plátanos en una olla con agua, zumo de limón y sale.

... Y mientras tanto.

Mientras los plátanos se ablandan, cortad la cebolla.

Tened en cuenta que no debe ser cortada muy fina, porque se hará más maleable durante la fritura.

Paso 3.

En cuanto veamos que los plátanos están casi listos, metemos en el aceite la cebolla cortada y los 3 dientes de ajo.

Paso 4.

Añadimos el plátano, junto con la pimienta, y lo modelamos en el misma sartén, empezando a aplastarlos con moderación hacia la sartén.

Paso 5.

Cuando la mezcla se vuelve dorada, podemos extraer el contenido y echarlo en un recipiente, donde continuaremos nuestro trabajo manual, hasta obtener una consistencia similar a la de un puré.

Mi experiencia.

En mi caso, como podéis ver, la consistencia final es mucho más similar al de las patatas fritas, más que a la de un puré, pero he descubierto, tan solo al final, la verdadera razón de mi "casi fracaso".

¡Mi resultado final!

Antes de desvelaros esta divertidísima circunstancia, quiero precisar que el resultado era, lo reconozco, de un sabor inesperado, pero en cualquier caso muy sabroso.

¡Un error muy divertido!

Cuando percibió el olor de mi última creación culinaria, mi compañero de piso se acercó como siempre a la cocina y me preguntó de nuevo qué estaba preparando, me ha advertido de que el sabor era mucho más similar al de las bananas, más que al de los plátanos!

Efectivamente, al día siguiente confirmé que lo que me vendieron no eran plátanos, sino ¡simples bananas aún verdes!

Ningún timo

Lo más difícil de creer de todo esto es que no me timó el vendedor de fruta, como al principió pensé, sino que aquí se llama "plátano" a la forma cruda de la banana.

Si necesitáis el verdadero plátano, tenéis que especificar que lo queréis para ! freír¡

Me resulta extrañó y divertido, pero me siguen diciendo que es así.

Continuad siguiéndome de todas formas, por si descubro alguna que otra novedad sobre esta fascinante fruta, ¡lo compartiré "ipso facto" con vosotros!

¡Hasta la próxima!

¡Probad también vosotros la receta y comentad si os ha gustado o no!

¡Os espero!

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