Fast-food saludable

¿Eres un amante empedernido del Burguer King pero a la vez te gusta comer sano? ¡Este post es para ti! Sí, lo que has leído, en este post te traigo la versión saludable del long-chicken del Burguer King.

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Porque reconócelo, el long chicken está buenísimo pero en el fondo (o quizás no tan en el fondo) tú sabes tan bien como yo que la opción de ir al Burguer King no es saludable, pese a quien le pese. Así que vamos allá con este plato que hará las delicias de tu paladar sin aumentar -o al menos no de forma tan exagerada como el Burguer King- tu colesterol ni tu ingesta de grasas saturadas. Bueno, ¡vamos allá!

Ingredientes

Los ingredientes que vas a necesitar son ni más ni menos que los mismos que se usan para la Long Chicken que ves en la foto un poco más arriba, pero eso sí, de mejor calidad. Te enumero los necesarios para una persona:

• Pechuga de pollo, 1 ó 2 filetes, depende de lo que comas.
• Lechuga
• Mayonesa
• Queso en lonchas (opcional)
• Bacon (opcional)
• Pan
• Aceite
• Pan rallado
• Huevo

Comrpueba antes de empezar que tienes todos los ingredientes, las visitas al súper en medio de la preparación no son recomendadas, ¡se nos va a enfriar lo que ya tengamos preparado!

Al gusto del consumidor

Antes de empezar a explicaros cómo hacer el bocadillo dejadme hacer unos apuntes en los ingredientes pues alguno de ellos no son fijos, es decir, dependiendo de vuestro gusto podéis modificarlos un poco.

Por ejemplo, el pan puede ser desde pan de barra o baguette, pasando por pan bimbo o pan de hamburguesa hasta un pan integral. Mi recomendación es que si vais a tomar el bocadillo una vez hecho, uséis el pan de hamburguesa pero si os vais a llevar el bocadillo para algún viaje os recomendaría mejor uno de barra más duro para que no se te ablande tan fácilmente (y evita envolverlo en papel de cocina, mejor papel albal).

De la misma forma, el queso podéis variarlo, el que suelo usar yo es queso havarti en lonchas (el que llevas comiendo en la merienda toda la vida, vaya) pero puedes variar y usar queso cheddar, manchego, queso azul... El que más te guste. Para la primera vez yo te recomiendo el havarti, y ya luego ir probando poco a poco.  O, directamente, si no os gusta el queso podéis prescindir de él completamente.

El pan rallado que es nada más y nada menos que para rebozar la pechuga de pollo también lo puedes variar. Sí, lo más sencillo es el pan rallado de toda la vida, pero también puedes añadirlo ajo en polvo y perejil para darle otro toque de sabor. Además, en vez de el pan rallado típico puedes usar pan rallado crujiente e incluso, si consigues encontrarlo, pan rallado japonés (se llama Panko) que le da un toque extra de crujiente.

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Esta es la pinta que tiene.

El huevo también es para rebozar la pechuga, pero puedes cambiarlo por leche o por leche y nata de cocinar, esto último hará que el pan se adhiera mejor a la pechuga lo que facilitará ese toque crujiente. ¡Incluso puedes rebozarlo dos veces!

Ya por último, para la mayonesa podéis usar tanto de bote como casera. Mi recomendación es que uséis mayonesa casera, está mucho más rica y además es muy fácil de hacer. Si ya sabes cómo hacerla, genial, y si no, aquí tienes la receta:

https://erasmusu.com/es/blog-erasmus/recetas-erasmus/ma-yo-ne-sa-529726

Aunque también podéis usar otras salsas.

Elaboración

Vamos a ver ahora lo importante, cómo elaborar semejante delicatessen.

En primer lugar, prepara la mayonesa así te puedes olvidar ya de ella.

En segundo lugar, tienes que preparar el pollo. Lo que tienes que hacer antes de nada con el pollo es lavarlo, aunque solo sea por si acaso. Una vez lavado, si la pechuga no está cortada, córtala en lonchas no demasiado gruesas, para que se haga bien por todas partes.

Además, puedes aprovechar ya también para lavar las hojas de lechuga si bien éstas no se usarán hasta el final.

El siguiente paso una vez que tenemos la pechuga lavada y cortada es abrir el huevo (o, en su defecto, mezclar la leche y la nata) y batirlo con ganas hasta que quede espumoso. Además, deja ya en un plato el pan rallado (si has decidido usar el perejil y el ajo, mézclalos con el pan rallado previamente), ¡es hora de empezar a rebozar!

Probablemente, esta no sea la primera ni la última vez que vayas a rebozar algo, pero por si acaso te estás estrenando, te explicaré como se hace (si ya has alcanzado este nivel puedes saltarte los dos próximos párrafos).

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Para rebozar el pollo simplemente tienes que empapar tu pechuga en el huevo para que lo chupe bien, puedes "sumergirla" un poco con los dedos para facilitar el proceso o, simplemente, dejar a la pechuga en el huevo durante unos minutos. Ten en cuenta que cuanto más rato esté, más jugoso será el resultado. De todas formas, si tienes prisa, con dejarla un par de minutos será más que suficiente.

Una vez que le hayas dado al pollo su baño en huevo, pon la pechuga en el pan rallado y usa los dedos para que se le pegue bien el pan en todos los lados, ¡y no te olvides de darle la vuelta! Una vez tengas el filete de pollo bien rebozado, es hora de ponerse a freír.

Antes de nada, intenta ponerte ropa vieja o un mandilón para evitar manchas indeseadas de aceite, una vez hecho esto, pon suficiente aceite en la sartén como para casi cubrir el pollo y deja que se caliente, sabrás que está suficientemente caliente cuando el aceite comience a echar humo. Una vez que esté así, introduce con cuidado de que no te salpique el aceite (va a estar muy caliente) la pechuga (o las pechugas si eres de los que le gusta comer).

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Una vez que tengas la pechuga en la sartén deja que se fría bien por abajo, para saber cuando está bien frita, lo sabrás porque los bordes adquirirán un tono dorado o bien puedes ir levantando la pechuga cada poco con un tenedor, para ver cómo se va haciendo. Cuando esté dorada por abajo, es hora de darle la vuelta para que se haga por el otro lado.

Mientras las estás friendo, prepara un plato con servilletas o papel de cocina para que  cuando vayas dejando las pechugas escurra el aceite, también puedes escurrirlo encima de la sartén, pero va a tardar más.

Cuando veas que las pechugas están suficientemente fritas (intenta que no se te quemen) ponlas en el plato y, si vas a echarle queso, puedes poner las lonchas de queso sobre la pechuga para que se vaya derritiendo. Una vez hecho esto, si aún no has lavado las hojas de lechuga, hazlo ahora y pártelas en trozos de aproximadamente el tamaño de la palma de tu mano.

El siguiente paso es el pan, mi recomendación es que si estáis usando pan de hamburguesao pan bimbo lo tostéis en la tostadora, queda más crujiente y ayudará al queso a derretirse. Eso sí, si vuestra tostadora no es muy ancha, intentad achatarlo antes con las manos para que entre bien por la rendija y, sobre todo, que salga. No sería la primera vez que por no achatarlo bien, carbonizo un trozo de pan. Cuando tengáis el pan ya tostado lo único que falta es montar la hamburguesa (o bocadillo, como queráis llamarle) con todos los ingredientes.

Para montar la hamburguesa coge la parte de abajo del pan y coloca las hojas de lechuga, seguido de la pechuga con el queso y un poco de salsa de mayonesa por encima, para, seguidamente, colocal otras pocas hojas de lechuga en la cima. Una vez hecho esto, tápalo, ¡y a engullir!

Espero que os guste.

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