Dulce pakistaní: Kheer

Cuando la gente dice que el Erasmus te cambia la vida, tiene razón. Yo era una persona que odiaba cocinar. Ahora a veces sigo haciéndolo, pero otras veces, me gusta. O quizás he aceptado que tengo que hacerlo, ya que no vivo en la residencia de Turquía, en la que me tomaba el desayuno y la cena en la cafetería. Vivo en un piso y si quiero comer, tengo que cocinar yo misma.

Así que decidí preparar este postre pakistaní llamado Kheer con arroz y leche como ingredientes principales, a pesar de que mis experiencias anteriores preparando arroz habían sido bastante patéticas. Tenéis las pruebas en la galería, ya que ni siquiera me atrevo a poner la foto aquí en el texto.

Pero este plato me salió bastante bien, así que voy a compartir la receta con vosotros.

Ingredientes:

• Media taza de arroz blanco;
• 1 taza de leche;
• Azúcar al gusto;
• Cardamomo (opcional);
• Fruta seca, como pasas, almendras picadas, dátiles, etc. (opcional);

Procedimiento:

Primero, lava el arroz y déjalo en agua al menos una hora para que hierva rápido. Tras una hora, echa el arroz en una taza de agua hirviendo.

En otra cacerola, pon a hervir una taza de leche. Cuando el arroz esté hirviendo, échalo a la leche hirviendo, baja el fuego al mínimo y vigila el tiempo (normalmente tarda 25-30 minutos). Cuando empiece a espesar, añade azúcar (yo usé cuatro cucharadas para media taza de arroz) y fruta seca (deja algunas aparte para decorar). Tapa la cacerola, dejando un pequeño hueco de ventilación. No olvides remover cada pocos minutos para que no se pegue. Comprueba la hora, si han pasado unos 25 minutos, verás que está muy denso y que tiene una textura parecida a un búdin. Puedes apagar el fuego. Ponlo en un plato, decora con las frutas secas y déjalo en el frigo unos 15-30 minutos.

Sácalo y disfruta.

Nota: este postre también existe en otras partes del mundo con alguna pequeña diferencia en la preparación o en los ingredientes y/o con otro nombre.

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