Cocina española #8: tortilla de patatas
Aquí os traigo una de mis recetas preferidas, por no decir la favorita, de la cocina española. O, al menos, lo era antes de que decidiera intentar prepararla por mi cuenta. Puede que sea una especie de prueba que tienes que pasar antes de que te consideren un auténtico cocinero español. De todas formas, aunque ni por asomo consiga pasar esta prueba, la tortilla sigue siendo un plato delicioso, que sigo comiendo siempre que puedo. Antes de ponernos manos a la obra con la receta, me gustaría añadir que, aunque "tortilla" sea el nombre que se usa más comúnmente, el nombre completo es tortilla de patatas. Hay otra versión más sencilla de esta receta que se llama tortilla francesa y que es lo que se conoce en todo el mundo como "omelette".
Como la mayoría de los platos típicos españoles, el origen de la tortilla no está muy claro. Aunque se menciona en las crónicas de los conquistadores de América del Sur (hasta en la de Cortés), la receta actual de este plato, probablemente, no se escribió hasta finales del siglo XVIII. De hecho, las versiones anteriores, probablemente, consistían en tortillas simples, a las que se le añadían algunos ingredientes, pero no llevaban patatas, que son el ingrediente principal de la receta actual. Según cuentan algunas leyendas, la tortilla de patatas tiene su origen en la zona de Bilbao, durante las primeras décadas del siglo XIX; otras cuentan que se inventó en Extremadura unos años antes. En cualquier caso, el primer documento en el que se menciona la tortilla de patatas apareció en Navarra en el año 1817.
El documento que he mencionado arriba incluía la tortilla entre los platos que solía comer la gente pobre. De hecho, para la preparación de esta plato solo necesitas un par de ingredientes básicos y baratos. Sin embargo, a raíz de mi experiencia, puedo aseguraros que la elaboración no es tan sencilla. Además, este plato tan típico, cuyos orígenes radican en la tradición popular, está riquísimo (al menos a mí me encanta) y representa totalmente la esencia de la cocina española: consistente, sencilla y llena de sabor. Bueno, aquí tenéis las cantidades para preparar la tortilla (que puede ser una comida consistente para dos personas, pero también puede ser un segundo platoy, en ese caso, daría para 4 personas):
- Ingredientes: 150 gramos de aceite de oliva, 4 patatas, 6 huevos, 100 gramos de cebolla y una pizca de sal.
- Tiempo de preparación: 45 minutos.
- Dificultad: media.
Cuando hayas pelado las patatas, lávalas y córtalas en trozos pequeños. Pon aceite en un sartén, añade las patatas y déjalas ahí a fuego lento. Al cabo de unos minutos, añade la cebolla (también cortada en pequeños trozos) y deja la mezcla en la sartén hasta que las patatas empiecen a dorarse (no tienen que freírse del todo, sino que el aceite tiene que reblandecerlas. Mientras, bate los huevos en un bol y añade una pizca de sal.
En una sartén más pequeña, echa unas gotitas de aceite y añade los huevos y la mezcla de las patatas con el aceite. Déjalo a fuego lento y espera unos minutos hasta que la parte de abajo de la tortilla empiece a cuajarse. Entonces, habrá llegado el fatídico momento de darle la vuelta. Es, probablemente, la única parte difícil de la receta. Tiene que hacerse con mucho cuidado, sobre todo si es la primera vez. Normalmente, se hace con ayuda de un plato especial, pero también puedes usar un plato normal y corriente. Tienes que repetir la operación unas cuantas veces, hasta que la tortilla tenga un color totalmente dorado y esté suave de sabor.
En realidad, la preparación no parece difícil, pero...es más fácil decirlo que hacerlo. De hecho, no he tenido éxito en ninguno de mis dos intentos de preparar una tortilla en condiciones. Supongo que he fracasado por diferentes motivos: proporción equivocada de ingredientes, estimación errónea del tiempo de cocinado, torpeza en el momento de darle la vuelta, etc. Basándome en mis propios errores, aquí os dejo unos consejos, que espero que os sean de ayuda:
- Usa una sartén pequeña (será más fácil que cuaje la tortilla).
- No te pases con la cantidad de patatas (puede que sea una buena idea poner una primera capa, echar unas cuantas más a los huevos batidos y, al final, dependiendo de la cantidad que necesites, añadir un poco más.
- No esperes demasiado tiempo para darle la vuelta a la tortilla (de lo contrario, la parte de abajo se te pegará a la sartén).
Por último, me parece interesante destacar que este plato está tan arraigado en la cultura española, que hay muchas expresiones idiomáticas que hacen referencia a él. Algunos ejemplos son: "volverse la tortilla" (algo pasa de manera muy inesperada), "dar la vuelta a la tortilla" (conseguir cambiar las cosas en una situación difícil) y "para hacer la tortilla hay que romper los huevos" (sin dolor no se consigue nada, o sea que las cosas se consiguen con esfuerzo). Bueno, no tengo mucho más que añadir aparte de desearos toda la suerte del mundo y esperar que vuestros intentos de preparación de este plato tengan más éxito que los míos.
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