Bizcocho de chocolate con un toque de limón.

Hoy estaba recordando todos los dulces que comí en Dinamarca cuando estaba de Erasmus y me he puesto a pensar en que prácticamente nunca he cocinado dulces yo. Supongo que las recetas en las que sueles necesitar seguir unos pasos y unas tener en cuenta unas medidas concretas o te arriesgas a que no salgan, no son lo mío.

Aun así, uno de esos días en los que dos chicas de mi erasmus decidieron venir a cenar a mi edificio, me animé a hacer algo distinto y, principalmente, probar a cocinar algo que en ese momento tenía muchísimas ganas de comer: un bizcocho. Y lo más gracioso de tener muchas ganas de hacer algo de pastelería es que en la residencia no tenía ni un solo instrumento de medida para conseguir medidas de ingredientes exactas, así que, o me arriesgaba a calcular todo a ojo (un ojo que suele cagarla bastante, por cierto), o me quedaba sin pastel. Obviamente escogí la primera opción. Necesitaba ese pastel.

Es una receta muy fácil, con pocos ingredientes, mucho sabor y que dentro del tiempo necesario para hacer pastelería, requiere poco tiempo, así que si os apetece un bizcocho, os aburrís mucho y estáis en casa sin hacer nada o simplemente queréis probar a cocinar algo nuevo, esta receta para hacer un bizcocho de chocolate con un toque a limón puede ser muy útil.

 

Ingredientes:

 

2 huevos

3 tazas de harina

1 taza de azúcar (o la mitad, depende de lo dulce que te guste el postre)

Levadura en polvo

1 taza de aceite de oliva

Ralladura y zumo de un limón

1 yogurt (para que la mezcla quede más esponjosa)

Cola cao/ tableta de chocolate para fundir/ nutella

Una pizca de sal

 

 

 

Preparación del bizcocho:

 

Para empezar, coge un bol y bate bien los huevos. Seguidamente añade la taza de azúcar y mézclala bien con los huevos hasta que quede uniforme, batiendo todos los ingredientes. Una vez que esté bien batido, añade el yogurt (es preferible que sea un yogurt natural, pero si tiene sabor tampoco se notará demasiado al final, así que tampoco hay problema) la pizca de sal (muy poca) y la taza de aceite de oliva (no te pases mucho con esto, ya que si lo haces puedes notar el sabor en el bizcocho). Sigue mezclando hasta que te quede una masa homogénea (debe quedar poco sólida).

Con un colador o tamizador, añade la harina y la levadura poco a poco a la masa. Si añades esos ingredientes sin tamizar, harás que la masa quede con grumos y se notarán después de hornear el bizcocho, así que este paso es muy importante. Remueve bien todos los ingredientes para que la mezcla de los ingredientes quede uniforme.

Después de tener la masa, añade el chocolate que hayas escogido. Si es chocolate para fundir o nutella, asegúrate de que esté muy líquido, y si es cola cao (es más sencillo preparar el bizcocho con él) pásalo también por el colador para que no queden grumos. Mezcla todo bien y cuando veas que el color oscuro es uniforme en toda la masa, pruébala para comprobar si le falta dulzor, sabor a chocolate o mira si simplemente la masa está demasiado espesa. Si es así, añade un poco de leche controlando que no quede ni demasiado espesa, ni demasiado líquida.

Por último, ralla un limón y mezcla la ralladura con la masa. Después de eso, exprímelo y vierte el zumo de limón también en la mezcla. Después bate bien la mezcla para que quede todo uniforme.

Coge el molde que vayas a utilizar y úntalo con mantequilla (en caso de que no tengas puedes utilizar aceite de oliva). Después vierte la masa en el molde y mételo al horno durante unos 40 minutos a una temperatura de 170º.

Una vez que haya pasado ese tiempo, saca el bizcocho y clava un tenedor o un palillo en distintas zonas para comprobar si el interior está hecho o necesita más tiempo de horneado. Si el utensilio sale sin restos de masa pegados a él, es que está cocinado, sino, mételo al horno durante 5 o 10 minutos más.

Por último, si quieres funde más chocolate (o utiliza directamente nutella) y úntalo con un cuchillo en la parte de arriba del bizcocho. Si quieres también puedes añadirle decoración con virutas de chocolate. ¡Y listo para comer!

Como veis, es una receta con ingredientes que pueden cambiar. No es necesario que sea de chocolate, siempre puedes añadir más cantidad de limón y que solo sepa a eso, o añadir mermelada, mantequilla de cacahuete o dulce de leche para que dé un toque diferente. Eso es al gusto del consumidor.

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