Berenjenas fritas

Las berenjenas son un básico en la cocina cordobesa, se hacen de mil formas distintas, pero una de las más conocidas son las berenjenas fritas (con miel, si te gusta).

Este es otro plato muy muy fácil de hacer y rápido. Además de sano y apto para vegetarianos (como el salmorejo, la tortilla de patatas y el alioli).

Sólo necesitáis huevo, pan rallado, sal y una berenjena mediana.

Pelamos la berenjena (aunque esto no es obligatorio, yo lo recomiendo porque sólo los buenos cocineros saben hacerlo bien para que la piel no incomode a la hora de comerla... yo, por ejemplo, no sé hacerlo jaja). Una vez pelada la cortamos en palitos, algo más finos que un dedo (tened en cuenta que la medida que tomo son mi dedos, y soy mujer, si eres un tiarrón del norte con unas manazas no vayas a cortarlas siguiendo la medida de tus dedos).

Una vez tengamos los palitos, los empapamos en el huevo y de uno en uno los vamos rebozando en el pan rallado. Cuando terminemos ya están listas para freir (en aceite bastante caliente, y con un par de minutos o tres es suficiente, depende del grosor que tengan).

Yo recomiendo dos cosas: primero, que una vez rebozadas se frian inmediatamente, no es recomendable dejarlas guardadas (al contrario que en el caso de los nuggets, a los que no les pasa nada); y segundo, no comerlas frías: servir en cuanto estén fritas. De esto se saca una conclusión: si sólo vas a comer tú, no hagas la berenjena entera, mejor haz sólo la mitad, y guarda la otra envuelta en papel de plástico, que ya tendrás ocasión de usarla para otra cosa (tortilla, revuelto, pasta...).

Por último, antes de servir lo mejor es echarles sal por encima, como si fueran patatas fritas.

Ricas, ricas...

P.D.: una combinación ideal es salmorejo más berenjenas fritas.

P.D.: en los restaurantes normalmente las presentan con miel por encima, pero a mí no me gusta la miel por eso no lo he añadido a mi receta, pero si queréis pues simplemente tenéis que echarle unos chorreoncitos por encima (sin pasaros).

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