A la vera de Wawona Road encontraréis esta preciosa Casa de la Pradera... digo Hotel Wawona. Este precioso hotel está dentro también del Parque Nacional Yosemite y a poco más de cinco kilómetros de la entrada sur del Parque.
Para los deportistas tiene campo de golf y para los golosos restaurante con unas vistas espectaculares a Yosemite. ¿Cuánto cuesta la broma?
Pues nada en comparación al Ahwahnee que comentaba antes. En el Hotel Wawona podemos dormir con nuestra pareja en una habitación doble por poco más de ochenta euros la noche si no es temporada alta. Ah, y con desayuno incluído, ni tan mal.
Este llegamos a mirarlo pensando en hacer la trampa y meternos los cinco en una habitación, pero en agosto no había ni una plaza disponible. La verdad es que al ser calidad-precio bastante bien, aunque carete si váis solo dos personas, y estar dentro del Parque y con ese aspecto rústico de aquella mítica serie de los setenta, pues invita.
También muchos deportistas lo ocupan en verano, porque puedes jugar a tenis, a golf, o relajarte en la piscina que tienen al aire libre. Nosotros pasamos dos veces. Una por la tarde noche, y había bastante ambiente por el salón, con un cantante incluso y todo así como de película americana o de reunión de altos cargos de alguna empresa multinacional que nadie sabe a qué se dedica. Me recordó un poco a la escena de "El Pianista", del genio Roman Polanski y protagonizada por Adrien Brody.
No quiero hacer spoiler pero esa escena en la que él toca en un salón para... mandos de un ejército (digámoslo así para no spoilear a nadie). Porque también había piano y bueno... porque tengo mucha imaginación cinéfila.
El caso es que en el Hotel Wawona tienes todos los días un desayuno buffet gratuito (para los huéspedes, se entiende). Y puedes tomar el almuerzo y la cena en la terraza o en el comedor principal. Además en verano el hotel ofrece una cena barbacoa todos los sábados. O sea que plan allí puedes hacer, está guay.
Según vimos un poco, tenía pinta de tener decoración tradicional sencilla pero cuidada y muy limpia. Además Mariposa Grove (la entrada por la que comenzamos nosotros el recorrido de las secuoyas gigantes) y el museo están a menos de un kilómetro del hotel. Glacier Point, sin embargo, queda a casi cincuenta kilómetros, jeje.
Recuerdo la primera vez que lo vimos al llegar. Llevábamos ya horas de carretera entre el genial bosque de Yosemite cuando lo vimos aparecer como de la nada a nuestra izquierda. Así que decidimos pararnos a cotillear, porque no teníamos ni idea de qué carajo era aquello allí en medio. Pero era fucking bonito. También es verdad que lo pillamos después de la primavera. Me imagino que aquello mismo después de las heladas de invierno debe ser todo barro y tierra, demasiado marrón y blanco. Entonces era verde, azul y fuentes alegrando los sentidos. Una pasada. Nótese también el patriotismo del que hablábamos unos posts atrás de los americanos. Toda la fachada llena de banderas americanas. Nice.
Así que bajamos y nos pusimos a dar vueltas. La verdad es que tanto el entorno como el comedor pincipal que hay nada más entrar recuerdan a eso, a una casa inmensa de alguna familia que vive del campo. Pero nada que ver, obviamente.
Estuvimos tentados de quedarnos a comer algo allí, porque también puedes ir al restaurante sin tener reserva de habitación, como es lógico, pagas y qué problema va a haber jaja. Además vimos que estaban montando una barbacoa en la pradera y había bastante movimiento de gente alrededor. Nos acercamos con la esperanza de que fuera una especie de buffet libre de carne, ensalada, verdura y postres por algún tipo de fiesta de esas autóctonas de las que no te enteras hasta que estás allí. Pero qué va.
Había que poner casi treinta verdes por barba. Lo que vienen a ser más de veinte euros por persona. Eso sí, te venía con eso toda la carne que pudieras comer y una pinta de cerveza. Para acabar comiendo en el Fosters Hollywood pues te salía bien. Pero si lo comparamos al plan que hicimos nosotros de sandwiches y coca cola, obviamente no. Nos gastamos unas... tres y pico veces menos de lo que valía aquello. De todas maneras cuando tenga suficiente poder adquisitivo será otra de las cosas que haga, una barbacoa en Yosemite.
Y desde allí fue desde donde llegamos a Mariposa Grove y comenzaron las aventuras que he ido relatando.
Keep in touch bro's!