Roma: una ciudad a la que amar
Traducido por 
Beatriz Ramos
— hace 3 años
Texto original de
Antonio Coccaro
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Etiquetas: Experiencias Erasmus Roma,
Roma,
Italia
Roma, una ciudad a la que amar
Sin lugar a dudas es una de las ciudades más hermosas que he visitado nunca, incluso hay quien dice que es absolutamente la más bella... Cómo culparlo.
Después de innumerables visitas, realizadas casi anualmente, pero aún así con muchas cosas que ver, intentaré hacer una revisión completa para no pasar nada por alto.
Desde los aeropuertos al centro de Roma
Si estáis tan lejos de la capital como para veros obligados a coger un avión, sabed que Roma tiene dos aeropuertos: Fiumicino, el más grande con vuelos intercontinentales y el aeropuerto de Ciampino, mucho más pequeño, solo para vuelos continentales.
Elaeropuerto de Fiumicino, verdaderamente enorme, tiene todo tipo de servicios, el tren rápido (Leonardo) a un precio de 14 € conecta el aeropuerto con la estación de Termini en aproximadamente 30 minutos. La otra solución es el tren regional, con una ruta más larga y un precio de 8 €, si recuerdo correctamente.
Mientras que si queréis confiar en el autobús, es un poco más barato (5 €) pero al mismo tiempo tarda mucho más rato, especialmente durante las horas punta, caracterizadas por el tráfico constante en la carretera de la circunvalación. Las empresas son muchas, se encuentran los bancos, uno tras otro, inmediatamente después de la salida de recogida de equipaje. Yo utilicé Terravision, el tiempo canónico de la ruta es de aproximadamente 1 hora, pero con mucho tráfico puede tardar en llegar mucho más.
La solución más cara es el taxi, la ruta de Fiumicino a Roma puede costar hasta 40 €, por supuesto, los taxis también están sujetos al mismo discurso que los autobuses, el mismo permanece parado en el atasco mucho tiempo.
La historia es similar para el aeropuerto de Ciampino, como ya mencioné, mucho más pequeño, que para bien o para mal, ofrece los mismos servicios. A diferencia del de Fiumicino, un detalle que no debe subestimarse, este cierra durante cuatro horas por la noche, por lo que si planeáis dormir en el aeropuerto para coger un vuelo temprano en la mañana, desafortunadamente no es posible, casi impensable hoy en día, pero es así... A mi me sucedió una vez, habiendo llegado la noche anterior, y yo ignorando esto, después de haber sido invitado a salir e ir a Ciampino (ciudad) con el transbordador y reservar un B&B para pasar la noche.
Los medios de comunicación entre el aeropuerto de Ciampino y Roma (Termini) son los mismos que ya se mencionaron, aquí también los autobuses tienen un precio de 5 €, incluso a 4 €, os traerán a la estación de destino en aproximadamente 1 hora, siempre que el tráfico lo permita.
Sin embargo, la solución del tren, dado que no hay una estación dentro del aeropuerto, implica inevitablemente coger el servicio de transporte, a un precio de 1,20 € que os llevará a la estación de trenes de la ciudad de Ciampino, donde podréis coger el tren hacia Termini al precio de 2,60 € y 20 minutos de viaje.
Entre las muchas opciones, como en cualquier aeropuerto, también es posible alquilar un coche, altamente desaconsejado por las razones mencionadas anteriormente.
Una vez en Termini, el centro de todos los transportes en Roma, podréis continuar a pie, ya que el centro no está muy lejos, o en metro o en autobús.
La enorme estación de Termini, tiene cualquier servicio que necesitéis, incluso es posible cambiar dinero, pero no está recomendado porque el cambio de moneda es demasiado desfavorable.
Podéis desayunar en los innumerables bares y comprar algo en las muchas tiendas que hay en el soportal.
Transportes
Para moverse por Roma, si no sois amantes de las largas caminatas, la mejor manera de transportarse en la ciudad es definitivamente el metro , que no posee el máximo lujo y confort, en comparación con muchos otros metros europeos, pero con sus dos líneas, A y B, permite, para bien o para mal, llegar a casi todos los puntos estratégicos de la ciudad.
El precio del billete individual es de 1,50 € y una vez picado es válido por 100 minutos. Puede usarse indistintamente en el autobús o el metro.
Además del billete individual, otras opciones incluyen billetes de larga duración, que pueden ser:
- Diario al precio de 7 €.
- Dos días: 12,50 €.
- Tres días: 18 €.
- Una semana: 24 €.
Como podéis ver, el transporte no es demasiado barato, incluso teniendo en cuenta la calidad del servicio. El transporte es gratuito para niños de hasta 10 años.
Las dos líneas, como ya dije antes, A y B, son distinguibles por el color rojo, la primera, y el azul, la segunda, y porque les corresponde respectivamente las estaciones de Battistini-Anagnina y Laurentina-Junio.
No se recomienda el transporte terrestre, aunque a veces, coger el autobús para hacer un recorrido panorámico de la ciudad no es una mala idea.
Dónde dormir y dónde no
Son muchas las soluciones que pueden considerarse en una ciudad tan grande y tan organizada para los turistas. Para no tener el estrés de los medios de transporte, os aconsejo que os alojéis en el centro, obviamente los precios son más altos, pero al eliminar los costes del transporte que serían menores, os daréis cuenta fácilmente de que vale la pena. Personalmente, la última vez que estuve en Roma, pasé la noche en el distrito de Torpignattere, y aunque el B&B estaba equipado con todas las comodidades y también era muy agradable, el problema de que esa zona es no estuviera bien atendida era un "problema" que arrastré durante toda la estancia.
El tener que verificar siempre los horarios de los transportes, terminando siendo esclavos de los tiempos, hace que uno acabe sin disfrutar al máximo de las vacaciones.
En cuanto a las distintas áreas, evitaría quedarme en el distrito de San Lorenzo, es el distrito universitario por excelencia, es difícil dormir por la noche, dado el ajetreo constante y tampoco es muy difícil encontrar al borracho de turno.
Dónde comer y dónde no
También con respecto a la comida, la opción es seguramente más amplia que en cualquier capital europea. De hecho, en la mayoría de los restaurantes, en su mayoría turísticos, se pueden degustar los platos típicos de Roma, sobre todo la tan apreciada Carbonara.
Obviamente, no recuerdo los nombres de todos los restaurantes donde he estado durante las innumerables estancias, antes de recomendar alguno en particular, quisiera desaconsejar alguno, sobre todo la Pomo d'oro... Un restaurante realmente mediocre en el distrito de Torpignattara, lamentablemente me engañaron sus buenas críticas, pero tanto la calidad de la comida, así como la elevada cuenta, fueron un fiasco total.
Todavía en el mismo vecindario, a pocos metros del restaurante anterior, le aconsejo encarecidamente que no ponga un pie en el Sushi Sun Cafè.
Los lugares que me han dejado un recuerdo agradable son "Dar Filettaro" muy cerca del Campo dei Fiori, donde comí el mejor filete frito de bacalao jamás probado. Es posible sentarse en las pocas mesas adentro, comer el bacalao con una guarnición de una ensalada muy simple o llevarlo para llevar y comer afuera, opté por la segunda. El bacalao se fríe en este momento, ante tus ojos, así que ten cuidado porque estará muy caliente, el precio, muy honesto, teniendo en cuenta que el lugar es 4 €.
También tengo un buen recuerdo del "Sciam", siempre a pocos metros de Campo de Fiori, pero en el lado opuesto. Este restaurante sirio ofrece un ambiente muy agradable, el olor, la música, los dibujos en el Las paredes y los muebles, en su conjunto, crean una armonía particular que alegrará vuestra velada.
Probamos las numerosas salsas típicas, acompañadas de su pan. Debo decir que las salsas son realmente buenas, especialmente las de pimientos. El restaurante también es famoso por el uso de Narghilè, de hecho, la mayoría de las personas solo estaban allí era para fumar y tomar una copa en lugar de cenar.
Recuerdo que, al llegar un poco antes de la hora de la cena, encontramos fácilmente un lugar en una de las últimas mesas disponibles. Con el paso del tiempo, el lugar comenzó a llenarse por completo, hasta que se creó una hermosa línea de personas esperando que se quedara libre una mesa. Quizás este fue el único defecto, que una vez que la gente terminaba de cenar, los camareros trataban de "echarlos" casi con los ojos, arruinando la agradable y tranquila atmósfera del lugar.
Otro lugar que vale la pena mencionar es un pub, el "Open Balladin".
También esta ubicado a pocos pasos del Campo de Fiori, estuve allí para comer y no había mucha gente. El restaurante estaba bien cuidado, lleno de colores dado por la innumerable disposición de diferentes botellas de cerveza en el estante detrás del mostrador. Es el típico bar de sándwich, cerveza y obviamente taburetes. Comí una hamburguesa, "siciliana", si recuerdo correctamente el nombre, con cebolla caramelizada y brioche, si queréis ir sobre seguro, comedlo. Hay una gran variedad de cervezas que apenas se pueden encontrar en otros lugares. Los precios, en ambos lugares, son asequibles, no son estrictamente turísticos, por lo que la relación calidad/precio es alta.
Si sois amantes y cultos de la verdadera cocina italiana, también os veréis obligados a ir a "Eataly", donde encontraréis realmente de todo: todos los mejores productos italianos, solo los que son excelentes, seleccionadas a lo largo de los años por las guías culinarias como, por ejemplo, Slow Food.
Podréis comer en la plaza deliciosos primeros platos, carpas, realmente casi cualquier cosa, yendo a los diferentes lugares. También es posible hacer la compra, embutidos y quesos bien surtidos, así como vinos y cervezas.
Los únicas pegas son que los precios bastante altos, superiores a la media si se considera que ciertos productos se pueden encontrar en otros minoristas a precios más bajos y, en lo que respecta al servicio de restaurante, no es impecable, a veces te hacen esperar más tiempo de lo legal tanto para sentarse como para recibir la comida después de ordenarla.
El primer Eataly, está cerca de la Garbatella un poco apartado, ahora creo que han abierto otros nuevos también cerca del centro.
Finalmente, otro lugar, donde me gustaría ir a comer en el futuro, o al menos intentarlo, es “La parolaccia” típica taberna romana, famosa por las difíciles maneras con las que los camareros y el propietario se dirigen a los clientes.
Para tomar un aperitivo, recomiendo ir al área de Trastevere, uno de los muchos barrios de Roma, como se puede evidenciar en el nombre, el vecindario está justo al lado del río homónimo, no exactamente en los mejores términos de salud si se tiene la intención de bajar las escaleras para acercarse a sus orillas. A pesar de esto, las calles de este barrio están llenas de pequeños lugares muy bonitos, que también ofrecen música en vivo. Lo ideal para pasar una agradable velada en paz, frente a una buena copa de vino.
Qué ver...
Podríais comenzar a entender esto hoy y no ser capaces de terminarlo durante las siguientes dos semanas, ya que son demasiadas las cosas que ofrece Roma. Intento, sin embargo, enfocarme solo en las cosas que más me gustaron, tratando de no omitir nada importante.
¿Lo primero que se te viene a la mente al pensar en Roma? A mí, el Coliseo, por lo tanto, no teniendo que seguir ningún orden lógico, comenzaré a partir de aquí.
El coliseo, o Anfiteatro Flavio, patrimonio de la Unesco, es el anfiteatro más grande del mundo. Situado justo en el centro de Roma, también se considera una de las 7 maravillas del mundo moderno.
Desafortunadamente, aún no he tenido el placer de entrar, por lo que mi descripción se centrará en el exterior, a pesar de haber visto innumerables vídeos y películas que lo retratan, me he hecho una idea precisa de su estructura también en el interior. El Coliseo está abierto todos los días, desde por la mañana temprano, a las 8.00 a. m., hasta el final de la tarde, generalmente hasta las 7.00 p. m. El precio del billete completo es de 12 €, precio con descuento para los jóvenes europeos de 18 a 25 años, y completamente gratis para aquellos que aún no han alcanzado la mayoría de edad. Construcción de piedra, uno solo puede permanecer con la boca abierta pasando frente a ella, recomiendo verla, tanto de día como de noche, cuando los colores amarillo-naranja resaltan aún más su encantadora estructura.
Tal vez solo superado en importancia por el Coliseo, entre todos los monumentos de Roma, el Panteón, un templo dedicado a todas las deidades de la antigua Roma, la estructura tiene casi 2000 años y domina la imponente plaza de la rotonda, también caracterizada por la fuente homónima del templo.
La entrada al Panteón es completamente gratuita, el horario de apertura es de 9.00 a 19.30, y los domingos hasta las 18.00.
Por la mañana, casi hasta la hora del almuerzo, hay poca cola, así que os recomiendo que aprovechéis. Sin embargo, incluso si os encontráis cola, esta es muy suave, y si no estáis en compañía de un guía, de hecho, la visita a la estructura será muy corta, la belleza está en detenerse a mirar y escuchar todas las peculiaridades que hubo en la construcción de la estructura.
La peculiaridad del Panteón es la enorme cúpula, en cuyo centro se encuentra el óculo, una abertura que permite la iluminación de todo el templo de manera armoniosa.
Lo primero que me pregunté y es cómo no entra al agua cuando llueve desde esa abertura, o más bien, ¿si el agua entra donde termina, ya que no hay un punto de recolección?
La respuesta radica en el hecho de que el óculo, que se abre en el centro de la cúpula, forma corrientes ascendentes que contrarrestan la lluvia, redimensionando las gotas de agua haciéndolas difíciles de ingresar en el interior, y solamente tienen éxito una mínima parte de ellas. El drenaje del agua se ve favorecido por pequeñas aberturas que hay en el suelo que ayudan a evitar la formación de charcos en el interior.
La cúpula, una de las más grandes del mundo, está formada por un conjunto de "cajoneras", otra cosa verdaderamente particular es su tamaño, la distancia desde el punto más alto de la cúpula hasta el centro del Panteón es equivalente al diámetro de la planta circular del templo.
A unos diez minutos a pie del Panteón se encuentra la famosa fuente de Trevi, en la Plaza Santi Apostoli, que es la fuente más grande de Roma. Tiene una altura de casi 30 metros, fue construida en el siglo XVIII y representa el mar.
La fuente, famosa en todo el mundo, es muy popular entre los turistas, la mayoría de las veces tienen la intención de arrojar monedas, pidiendo un deseo.
Basta decir que cada semana se recolectan casi 4000 euros durante la limpieza. Con la fuente en frente, inmediatamente a la derecha, hay una heladería, de la que desafortunadamente no recuerdo el nombre, que hace un excelente helado.
Plazas de Roma
La más famosa de las plazas de Roma, también representa el comienzo de una de las calles más famosas de la capital, donde están ubicadas todas las tiendas de diseñadores más caras.
La plaza es famosa porque al pie de la más célebre Escalinata de la Trinidad de los montes, en el centro también se encuentra la Fuente de Barcaccia. A mitad de las escaleras se encuentra el obelisco Sallustiano, ubicado justo en frente de la iglesia del mismo nombre.
La famosa "Via dei Condotti" comienza en la Plaza de España y os llevará directamente hasta la Plaza Navona después de 15 minutos a pie.
La segunda plaza, si se puede decir, era la sede del mercado en la antigua Roma, ahora ya no. Las tres fuentes son hermosas, sobre todo la de los 4 Ríos representados por el Danubio, el Nilo, el Ganges y el Río de la Plata.
Fácilmente de pueden encontrar artistas callejeros en la plaza, muchos músicos y pintores se colocan diariamente en la plaza, lo que hace que el entorno sea aún más característico. Si os encontráis en Roma durante las vacaciones de Navidad, no podéis evitar visitar los hermosos mercadillos navideños que tienen lugar en la Plaza Navona. Las muchas luces, los colores, la música..., hacen que el ambiente navideño sea realmente agradable.
Mi plaza favorita, la que más se usa para poner el mercado todos los días, desde por la mañana hasta la puesta del sol, tras lo cual hay poco que hacer por la noche. La vida se mueve a otra parte. La mañana, sin embargo, es realmente hermosa. El mercado, nacido como un mercado de barrio , al menos hasta hace unos años parecía haber mantenido su identidad de mercado popular. Puestos llenos de frutas, quesos, pastas, carnes, especias, flores, una mezcla de olores y colores que te hacen perder totalmente el concepto del tiempo y te hacen pasar una mañana agradable entre los puestos. Lamentablemente, después de mi última visita, estaba un poco decepcionado. El mercado parece haber perdido su identidad popular, marcada por vendedores romanos que, en un estilo de vendedor completo, gritaban entre los puestos para alabar sus productos, ahora realmente no queda ningún romano, solo hay indo-paquistaníes, estacionados allí en los puestos y que a veces también luchan por hablar italiano.
No es una plaza propiamente dicha, representa un centro neurálgico de la planificación de la ciudad, seguramente pasaréis en coche o en autobús durante vuestro recorrido por Roma. Plaza, ahora famosa, sobre todo porque está a los pies del Vittoriano. (Ver después).
Otras plazas igualmente hermosas para visitar, seguramente, son Plaza del Popolo, Plazas del Campidoglio y Plaza della Colonna, esta última es famosa por la imponente colina de Marco Aurelio, que desde sus 40 metros representa, tallado en bajo relieve, todas las victorias del emperador.
Casi olvido la Plaza de San Pedro, otra plaza muy grande y muy famosa que alberga la basílica homónima, la plaza está delimitada por una miríada de columnas dispuestas con gran precisión para referirse al tema de "Infinito".
Aquí nos encontramos en la Ciudad del Vaticano, un estado que ha estado bajo la jurisdicción de la iglesia durante siglos. La entrada a la Basílica es gratuita, la cola, sin embargo, es casi interminable. Solo cuando estás dentro te das cuenta de todo su esplendor. La cúpula con un diámetro de más de 40 metros es una de las más grandes, además su superficie está completamente pintada al fresco con dibujos de Miguel Ángel que te dejarán sin palabras, especialmente si eres consciente de su historia y tiempos y formas de trabajar para hacer realidad esa obra maestra. Otras obras notables de la Iglesia son el Papal Canopy colocado justo debajo de la cúpula, con sus casi 30 metros, y completamente en bronce, dando una sensación de pesadez mezclada con una armonía, conferida sobre todo por las 4 columnas en espiral. Después de pasar el altar, uno pasa a una de las esculturas más famosas jamás hechas, "La Piedad" de Miguel Ángel. También es famoso el sistema de órganos principales ubicados justo detrás del altar.
Parques y jardines
Uno de los más importantes por su tamaño y centralidad es la Villa Borghese, que también alberga el Bioparcque y el Museo de la Zoología, que es muy interesante.
Mi favorito, aunque muy pequeño, es el "Giardino degli Aranci" o el parque Savello. El jardín debe su nombre al notable número de naranjos que lo hacen único. Característica es la fuente con el agua que sale de la boca, justo en la entrada al jardín.
Absolutamente imperdible es la hermosa vista que ofrece la "Terraza" del jardín sobre Roma, una vista realmente invaluable de la Capilla Sixtina, tanto durante el día como con las luces de la noche. A pocos pasos del Orange Garden se encuentra el Priorato de los Caballeros de Malta, desde donde se puede apreciar, desde la cerradura de la puerta, la vista de la Capilla Sixtina, famosa por la película La Gran belleza.
Hay que verlo para apreciar tal belleza.
Otras cosas que ver
Es uno de los momentos más representativos de nueva construcción (era moderna) en Roma, a sus pies se abre una larga y amplia escalera que termina en la Plaza Venezia. La entrada a la estructura es totalmente gratuita . En el interior no hay mucho que ver, excepto los restos, por así decirlo, del soldado desconocido, un soldado de hecho, cuyos restos no se han encontrado, y que representa a todos los caídos de la Primera Guerra Mundial. También es posible subir completamente al edificio, hay dos pisos "altos", las primeras ofertas completamente gratuitas, desde una terraza, una vista espléndida de Roma y, en particular, de los foros imperiales. Al piso más alto, solo se puede subir con un ascensor, necesitáis comprar un billete que cuesta 7 €, si recuerdo correctamente solo para poder subir. Precio que, personalmente, consideré realmente excesivo y por este motivo no fui más allá. Si vas allí mañana me lo haréis saber.
A escasos 200 metros del Vaticano se encuentra esta imponente estructura. Desde el centro de la ciudad puedes llegar a través del puente que lleva el mismo nombre. El castillo se encuentra justo encima del Tíber. Dentro del castillo hay un museo, que representa el Mausoleo de Augusto. Lamentablemente no lo he visitado por dentro, el precio de la entrada es de 10 €, a veces con posibles descuentos de 5 €.
Un poco a las afueras del centro de la ciudad, merece la pena visitar el ara pacis. El altar dedicado a Augusto se encuentra en el campo Marzio.
A pocos pasos del Altar de la Patria (Victoriano) , los foros son la evidencia más clara de la antigua Roma, se pueden recorrer con un poco de imaginación las viejas calles y pueblos de antaño, conservados en el tiempo casi sin defectos.
Recomiendo pasar la noche allí, las luces naranjas que iluminan la foto son algo muy sugerente, incluso los artistas callejeros se encuentran aquí y te deleitarán con su música. Esta misma historia que ocurre con el foro de Augusto, también se aplica al del César.
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- Italiano: Roma: città da amare
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