Eslovenia

Eslovenia, un país con mucho que ofrecer

Les contaré un poco sobre mi viaje a Eslovenia, el cual me pareció un país hermoso, con diversas actividades y lugares que no son muy conocidas, pero que realmente valen la pena. Cuando escuchamos sobre Europa, la mayoría de viajeros quiere conocer lugares increíbles y reconocidos tales como Inglaterra, Francia, Alemania, etc. Pocas veces se visitan países como Eslovenia, que, a pesar de no ser un lugar tan popular, es un lugar que ofrece un turismo lleno de naturaleza y cultura.

La hermosa capital

El primer lugar que conocí en este país, fue la hermosa capital de Ljubljana, con solo 280, 000 mil habitantes, esta ciudad tiene una increíble composición arquitectónica, su nombre deriva de “luba” que en esloveno significa “amada”. Esta grandiosa ciudad es conocida como “la ciudad del amor y los dragones”, esto se debe a que el río Ljubljanica, el cual atraviesa la ciudad, es conocido como el río del amor y la ciudad está llena de dragones, los cuales hacen referencia a una leyenda en la cual se dice que Jasón, el héroe griego, deseaba llevar un tesoro a su rey y este estaba guardado por el grande dragón esloveno, se dice que el dragón aún guarda el tesoro en la hermosa capital. Es por eso que uno de sus principales atractivos es el puente de los dragones, así como la famosa plaza Preseren, la cual fue construida al estilo Gaudí y tiene muchas construcciones hermosas y extravagantes, algunas con toques orientales, lo que les dan un diseño diferente a otros lugares europeos.

Caminar por esta bella ciudad es una experiencia muy colorida y tranquila, es una ciudad que demuestra cultura, arte y mucha calma. Las personas caminan tranquilas por las calles y no tiene ese ruido y desastre peculiar de las grandes capitales. La capital ofrece muchas actividades como asistir a pequeños museos, caminar por sus bellas plazas, comer en pequeños restaurantes acogedores al costado del río y disfrutas de las diversas galerías y tiendas con recuerdos del país.

Maribor, llena de vino

Después de recorrer la hermosa ciudad de Ljubljana, me dirigí a la ciudad de Maribor. Esta ciudad es la segunda más importante en Eslovenia, es conocida por sus actividades culturales, por los ballets y por su vino blanco, la ciudad fue nombrada Capital Europea de la Cultura en el año 2012, pasó de ser una ciudad industrial a una ciudad moderna, acogedora y sostenible.

En esta ciudad asistí a una cata de vinos blancos en donde se ofrecen diversos tipos de vino, se explica la manera en que son producidos y todo el proceso por el que pasan para ser vendidos dentro y fuera del país, sus vinos son únicos y son un sabor y aroma delicioso. Al principio, no tenía contemplado conocer esta ciudad, pero un lugar que realmente valió la pena y fue una actividad diferente el poder degustar de vinos de un país que no es tan popular. Por las calles de esta ciudad, la gente camina con calma, hay muchos estudiantes y por todas las esquinas se ven las tiendas que venden los vinos que se producen en este lugar. Consumir el vino local es importante para los eslovenos ya que es una manera de demostrar que, a pesar de ser un país pequeño y poco turístico, tienen buenos productos y cosas que ofrecer a otros países y a los turistas que decidan visitarlo.

El hermoso Lago Bled

Después de pasar un grandioso día en Maribor, me dirigí hacia mi parte favorita del país, la ciudad de Bled. Probablemente el Lago Bled sea algo más sonado y popular de este país, en mi opinión el lago Bled es un lugar que parece salido de un cuento, está rodeado por naturaleza y en un entorno pintoresco, en este lugar se puede apreciar a la orilla del lago, un hermoso castillo medieval en medio de la vegetación. Por otro lado, la atracción principal del lugar es que el lago rodea la única isla natural del país, la Isla de Bled, esta isla cuenta con distintas edificaciones, pero la más importante es la iglesia que está en ella y todos los escalones que tienen que subirse para llegar a la cima de esta. Es un lugar realmente bonito que vale la pena visitar, probablemente es el lugar más visitado de Eslovenia, pero a pesar de esto, es muy tranquilo, despejado e ideal para pasar un día relajándose y disfrutando de la naturaleza.

Rafting en agua turquesa

Al día siguiente, después de haberme quedad con la hermosa imagen del Lago Bled, me dirigí hacia el río Sava, el cual también se encuentra en Bled, en este lugar, la actividad principal es el rafting, fue la primera vez en mi vida que hice rafting y fue una experiencia muy divertida. El río Sava, tiene un tono muy peculiar, no es parecido a otros ríos, éste, además de tener una temperatura de 5 grados, tiene un color entre turquesa y verde que lo hace muy especial. El recorrido es por equipos, en donde te dan las prendas adecuadas para soportar el frío y para realizar este divertido deporte. El viaje dura aproximadamente una hora, en donde se hace rafting apreciando los alrededores del hermoso río, siempre manteniendo ese tono tan peculiar del agua, que hizo que me diera cuenta que Eslovenia tiene unos lugares naturales y verdes a los cuales vale la pena llegar. Hay muchos lugares en el mundo que son poco populares pero que tienen mucho que ofrecer, en este viaje, me di cuenta que lo importante no es qué tan popular sea un país o destino, sino todo lo que este tiene para ofrecerte y aprender a apreciar los diferentes lugares que existen en el mundo, cada país tiene su esencia y una manera única de proyectarse ante personas de diferentes nacionalidades.

Eslovenia es un país lleno de color y de naturaleza, de gente amable y de lugares llenos de arte y cultura que hacen de este país un lugar increíblemente acogedor y especial.