El miradero de Ampang point

¿Alguna vez has tenido ese lugar secreto que solo tus amigos y tu conocíais? Ese santuario en el que podías ir a relajarte y desconectar de los problemas y las angustias de la adolescencia. En serio, ahora que pienso sobre ello, ser adolescente era maravilloso; no quiero dejar estos años atrás. Bueno, volvamos al lugar secreto. Os voy a presentar el lugar donde mis amigos y yo nos evadíamos. Solíamos ir en coche y disfrutábamos de la serenidad que se respira en el lugar sin tener que gastar mucho dinero.

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Cómo llegar

Como ya he dicho, la única forma de llegar aquí es en coche. No hay ningún transporte público que os pueda llevar hasta aquí. Siempre podéis utilizar "grab"(un servicio parecido a BlaBlacar) o ir en taxi desde cualquier lugar. Todo esto, por supuesto, si no os apetece conducir. Normalmente salíamos de Ampang point y nos tomaba 15 minutos llegar hasta aquí. También podéis coger el LRT “Ampang Line” a la estación Cempaka y coger un taxi aquí; tardaréis también unos 15 minutos. Según vayáis subiendo veréis puestos de comida en el cruce entre "Jalan Hulu Langat" y "Jalan Mulia 2/1", podréis aparcar cerca de aquí sin problemas.

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El mirador de Ampang point solía contar con un montón de restaurantes elegantes y era un lugar de visita ineludible en Kuala Lumpur, no obstante, hace unos años, en 2012, cerraron el lugar y la gente se quedó desolada. La verdad que no sé qué paso en 2012, ni siquiera podía salir sola a la calle por aquella época. Bueno, la cosa es que ahora hay un montón de puestos de comida en este lugar. Encontraréis pequeños puestos de comida que venden comida tradicional malaya como “nasi lemak” “nasi goreng” y, nuestro favorito, “satay” con salsa de cacahuete que seguramente ya conoceréis. Nuestras bebidas favoritas eran el té helado de limón y el "milo ice", ambas bebidas típicas de Malasia. También hay puestos de comida china, indonesia e india uno tras otro. El precio de los alimentos es baratísimo, las bebidas no llegan al dolar estadounidense y la comida vale entre 3 y 6 dolares. Nunca he comido nada que pasara de este precio aquí, así que creo que no me equivoco si digo que los precios no van más allá de este precio.

Los puestos abren cada día hasta las 2 o 3 a. m. Aunque depende de la época del año. Los puestos suelen cerrar los días de lluvia intensa, aunque puede que alguno, abra no merece la pena correr el riesgo. Los fines de semana están abiertos hasta tarde y llenos de gente. Una vez tuvimos que andar más de 600-700 metros desde nuestro coche porque estaba todo lleno.

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Siempre me lo pasaba genial en este lugar con sus pequeños banquitos en los que podéis sentaros a disfrutar de las vistas de toda la ciudad a vuestros pies.

Si lo que estáis buscando es un lugar sencillo, tranquilo y en el que no haga falta gastar mucho dinero, aseguraos de pasar por aquí.

¡Hasta pronto!