La guía definitiva de Florencia
En los últimos años he visitado un montón de ciudades de Italia. Todas fueron encantadoras a su manera, pero ninguna se acerca a la que es sin duda mi favorita: Florencia. La primera vez que estuve fue en 2014 con mi madre, y hace unas semanas tuve la suerte de volver allí con mi novio. Me preocupaba que la ciudad perdiera su encanto en la segunda visita, como suele pasar, pero fue todo lo contrario. Me enamoré aun más de su impresionante arquitectura, de sus preciosos jardines públicos y de la fantástica comida. Hoy os voy a contar todo lo que necesitáis saber si pensáis ir a Florencia. Pillad algo para picar, ¡que este va a ser largo!
Cuándo ir
Según al taxista de allí al que le preguntamos, la mejor época es en cualquier momento entre finales de otoño y principios de primavera. La primera vez que fui fue en octubre, y sí que parecía bastante tranquila. De la mejor época a la peor: mi novio y yo no fuimos muy listos y organizamos el viaje para el fin de semana de Pascua. O sea, que no solo estaba llenísimo de turistas, si no que encima la mitad de las atracciones estaban cerradas.
Dónde alojarse
Cuando busquéis alojamiento en Florencia, os recomiendo que lo reservéis lo más cerca del centro que os permita el presupuesto. Mi madre y yo nos quedamos en un hotel encantador en Via Camillo Cavour, estar a cinco minutos andando de cualquier lugar de interés era genial. Sin embargo, mi novio y yo lo planeamos todo en el último momento, así que tuvimos que quedarnos algo alejados. Por suerte estábamos cerca de las paradas de autobús y de tranvía, y en solo veinticinco minutos andando ya estábamos en el centro.
Qué hacer
Visitar la catedral
La Duomo de Florencia es una de las catedrales (bueno, de los edificios) más extraordinarias que he visto nunca. La fachada de estilo gótico está repleta de preciosos patrones rojos, blancos y verdes, que junto a los frescos y los rosetones hacen que sea el monumento más extraordinario.
Si os podéis permitir el capricho, os recomiendo que subáis a lo alto de este lugar de culto. Desde allí podréis ver de cerca el impresionante techo abovedado de Brunelleschi mientras subís y, una vez que estéis arriba, podréis disfrutar de unas vistas fantásticas de los alrededores.
Cuando estéis allí no os olvidéis de visitar el Campanario de Giotto y el Baptisterio de San Juan. El techo de este último es impresionante.
Ver otras iglesias de Florencia
¡La catedral no es el único edificio religioso que merece la pena visitar en Florencia! Tenéis que pasar también por la Basílica de Santa María Novella, con sus preciosos claustros y la impresionante Capilla Tornabuoni, y por la Basílica de Santa Croce, con sus increíbles frescos de Giotto, el espléndido claustro de Arnolfo y el impresionante altar principal.
Ver algo de arte
¡No os podéis ir de Florencia sin ir a ver algo de arte! Los sitios más obvios a los que tenéis que ir para ver auténticas obras de arte son Uffizi y la Galería de la Academia. En el primero se encuentran obras mundialmente conocidas, como por ejemplo dos de Botticelli: El nacimiento de Venus y Primavera. Las vais a encontrar enseguida, son las que están detrás de una gran multitud de gente a todas horas. Por otro lado, la Galería de la Academia es conocido por ser el hogar del David de Miguel Ángel, una extraordinaria estatua de cinco metros de alto. Las colas para estos dos sitios pueden llegar a ser muy largas, así que reservad las entradas con antelación para entrar rápido.
¿No os apetece estar esperando? Podéis ver una réplica de la estatua de David en la Piazza della Signoria, además de la Loggia dei Lanzi, ¡una galería de esculturas al aire libre! También podéis ir al fantástico (aunque menos conocido) Museo de San Marcos, donde podéis ver unos frescos increíbles del monje del sigo XV Fra Angelico. La obra más famosa de este lugar es La anunciación, buscadla en Google Imágenes, ¡puede que la reconozcáis!
Cruzar el Ponte Vecchio
El Ponte Vecchio (Puente Viejo) es seguramente uno de los monumentos más emblemáticos de Florencia. Hay tiendas a lo largo de todo el puente medieval y, aunque siempre está abarrotado, es genial pasar por allí. Cruza al otro lado del río y echa un vistazo a la zona de Oltrarno de la ciudad, está repleta de pequeños estudios de arte, boutiques de ropa y anticuarios.
Visitar el ayuntamiento de Florencia
El Palazzo Vecchio (Palacio Viejo) es el ayuntamiento de Florencia y un edificio extraordinario: parece un castillo y es imposible no fijarte en él cuando vas a la Piazza della Signoria. Al entrar podréis ver su patio medieval, que está lleno de preciosos frescos y columnas talladas. Si tenéis tiempo hacedle una visita al museo de la institución, donde podréis ver unas magníficas cámaras y subir a la torre del palacio.
Visitar los jardines de Florencia
Algo que destacaría de mi último viaje a Florencia es la visita a los dos jardines más famosos: Jardines de Boboli y Jardín Bardini. La entrada te permitía acceder a los dos espacios verdes, y además la del Museo de Porcelana en el de Boboli era gratuita. A mí me salió muy barata porque soy una ciudadana europea de entre 18 y 25 años.
Los Jardines de Boboli están repletos de fuentes tranquilas, césped y pequeños pasadizos secretos. Si tenéis la oportunidad de ir, aseguraos de salir por el impresionante patio del renacentista Palacio Pitti.
El Jardín Bardini era mucho más pequeño, pero no por ello menos impresionante. De hecho, diría que este es mi favorito de los dos por su precioso túnel de las glicinias y sus muchos puntos de observación.
Contemplar la ciudad desde lo alto
Ya he hablado de algunos lugares desde los que hay unas vistas geniales de Florencia, pero hay unos cuantos más que tengo que mencionar. El primero es Piazza Michelangelo, una plaza construida en el camino de subida a una colina. Hay que andar mucho para llegar y cuesta encontrar un sitio libre, ¡pero merece muchísimo la pena!
Y si os atrevéis a subir un poco más, el mejor paisaje de toda Florencia lo podréis disfrutar desde la impresionante basílica de San Miniato al Monte. Llegad un poco antes del atardecer, asomaos a esta magnífica iglesia y salid a admirar cómo la luz del atardecer cubre la ciudad. También os recomiendo que paséis por la tienda de regalos, donde podréis encontrar un montón de cosméticos y comida hecha allí.
Ver la casa de Dante
Si sois tan fanáticos de la literatura italiana como yo, tenéis que pasaros por la que fue la casa del poeta medieval Dante Alighieri. Ahora el edificio se ha convertido en un museo dedicado al autor (yo no entré porque no tenía muy buenas reseñas), pero merece la pena ir solo para verlo desde fuera. Pasad también por la iglesia cercana de Santa Margherita de' Cerchi, donde se dice que Dante conoció al amor de su vida, Beatrice.
Visitar la Farmacia Santa María Novella
Uno de los sitios de Florencia a los que más ganas tenía de volver era la increíble Farmacia Santa María Novella, una de las más antiguas y más exuberantes del mundo. Merece la pena que os paséis por allí incluso si no pensáis comprar nada, entrad solo por ver el espléndido interior con sus lámparas de araña y sus frescos.
Si tenéis algo de dinero para gastar, aquí encontraréis vitrinas llenas de suplementos alimenticios misteriosos (vienen explicados en la etiqueta), además de sopas, perfumes y velas de todos los olores. Y si queréis hacerle un regalito a vuestas mascotas, ¡aquí también hay unos cuantos productos para perros y gatos!
Dónde comer
Trattoria Zà Zà
El mejor restaurante al que fuimos mi novio y yo fue Trattoria Zà Zà, es un local bastante céntrico y con mucho donde elegir en la carta. Mi novio se pidió un plato tradicional florentino de ternera, mientras que yo me pedí mi plato favorito de todos los tiempos: espaguetis a la carbonara, esta vez cubiertos de un exquisito aceite de trufa. Disfrutamos de la cena en la terraza y nos impresionó el servicio.
Antica Porchetteria Granieri 1916
Otro sitio genial de los que probamos fue Antica Porchetteria Granieri 1916, un pequeño agujero en la pared al salir de la Piazza della Signoria que vendía variedad de sandwiches de cerdo desmechado. No me suelen gustar mucho estas cosas, así que yo no me pedí uno, ¡pero me arrepentí en cuanto probé el de mi novio! No solo estaba delicioso, sino que además estaba tierno y se derretía en la boca.
Calistro
Mi novio y yo nos encontramos con Calistro cuando volvíamos al centro de la ciudad desde la basílica de San Miniato al Monte. Teníamos un poco de hambre, así que nos paramos a comer algo. Los que nos atendieron nos aconsejaron que probáramos su especialidad, tortelli alla lastra, y sin duda fue un gran consejo. No estoy segura de cómo describir lo que comimos, pero tenía la textura del pan de pita y el sabor del pastel de carne inglés. Estaba delicioso y era justo lo que necesitábamos para saciar el hambre.
Il Pizzaiuolo
¡Visitar Italia y no comer pizza debería ser un pecado! A mi madre y a mí nos encantaron las que probamos en Il Pizzaiuolo, una pequeña osteria que nos habían dicho que era el mejor sitio donde probar esta delicia. Había una larga lista de ingredientes para elegir, yo me pedí la napolitana. Todo lo que nos sirvieron estaba delicioso y además era casero.
Shake Café
¿Tenéis que coger un tren pero queréis tomar algo antes del viaje? Id a Shake Café, está a unos pocos metros de la estación de tren de Florencia. Allí encontraréis todo tipo de deliciosos wraps saludables y ensaladas (mi favorito era Power Bowl), además de zumos caseros, batidos de frutas y bebidas calientes. Y todavía mejor: si no tenéis mucho tiempo podéis pedir la comida para llevar.
Mercado Central
Si preferís ir a algún sitio con algo más de variedad, podéis ir a comer al Mercato Centrale, un mercado cubierto con unos treinta puestos diferentes. Mi novio y yo nos pedimos unos arancini en Arà: è Sicilia (pedid los de calamares si es que quedan) y unas bruschettas de burrata y tomate en I Magnifici. En la mayoría de puestos se vende comida típica italiana, pero hay unos cuantos de comida de otros países como japonesa y china.
Heladería Santa Trinita
¿Os apetece un helado? ¡Cruzad el río y pillad unas bolas de helado de la heladería Santa Trinita! En esta tienda hay un montón de sabores, si no sabéis cuál elegir yo os recomiendo el de sorbete de frutas. Está abierta todos los días hasta medianoche, ¡perfecto para los antojos nocturnos!
Rivoire
Si lo que os apetece es unos dulces más calientes, pasad por Rivoire, una confitería en una esquina de la Piazza della Signoria. Allí podéis probar el mejor chocolate caliente de la ciudad, riquísimo y cremoso, además de una gran variedad de deliciosos postres. Pedidlo para llevar y disfrutad la comida en la plaza, así os ahorráis la tasa de servicio y podréis alegraros la vista además del estómago.
Moverse por allí
Florencia es una ciudad por la que es muy fácil ir andando, pero hay servicio de autobús y de tranvía si necesitas coger el transporte público. Los taxis tampoco son muy caros teniendo en cuenta el tamaño del lugar. Por la noche la mayoría tienen un cargo inicial de unos 7 €, pero a partir de ahí el precio no sube muy rápido. También hay una estación de tren en Florencia, por si estáis pensando en hacer un viaje de un día.
¡Eso es todo, amigos!
Pues ahí lo tienes: ¡la guía definitiva de Florencia! Espero que tengáis un buen viaje si vais por allí, y disfrutad cuanto podáis de todo el arte, de la arquitectura y de la comida.
Galería de fotos
Contenido disponible en otros idiomas
- English: The ultimate guide to Florence
- Polski: Kompletny przewodnik po Florencji
- Italiano: La mia guida di Firenze
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