Este edificio ligeramente escondido en una de las más bellas ciudades de España ha sido convertido en un auténtico museo donde admirar uno de los elementos más emblemáticos de Córdoba: "los patios". Si vas en primavera, encontrarás el lugar repleto de flores; en mis fotos puedes verlo en agosto, cuando en Córdoba se superan fácilmente los 45 grados centígrados (e incluso los 50), y, sin embargo, ¡son maravillosos! Cada patio tiene sus propias particularidades, pero todos emanan una atmósfera mágica. En el interior del edificio podrás ver muebles de la época y conocer quién habitó la casa. Al final de la visita recomiendo visitar la tienda: ¡tienen perfumes buenísimos!
La visita completa cuesta ocho euros, mientras que visitar solo los patios cuesta cinco euros. Todos los miércoles del 14 al 17 se puede visitar gratuitamente.
Los horarios cambian según la temporada: en julio y agosto abren a las 09:00 y cierran a las 15:00 de martes a domingo, y está cerrado los lunes. A partir del 1 de septiembre abre de 10:00 a 19:00 de martes a sábado, de 10:00 a 15:00 los domingos, y cierra los lunes. Aconsejo consultar siempre su página web oficial antes de visitarlo para conocer todos los horarios de festivos y los días que pueda cerrar excepcionalmente.
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