Está algo lejos de la ciudad, porque se encuentra en un barrio residencial de Córdoba que está al pie de la Sierra pero se puede acceder fácilmente en coche (10 minutos como mucho desde el hotel hasta el centro de la ciudad) o en transporte público (por la misma puerta del hotel pasa un autobús que te deja en pleno centro).
El personal es excelente, amable y atento, siempre sonriente y cumpliendo con su trabajo perfectamente.
Las instalaciones son geniales: habitación amplia con cama enorme y muy cómoda, todo superlimpio (era de esperar pero no está de más mencionarlo), aire acondicionado, minibar, televisión, un baño muy completo, etc.
Uno de sus puntos fuertes es la piscina: buen tamaño que cubre perfectamente las necesidades del hotel, con hamacas y la posibilidad de alquilar toalla con un depósito de 10 € que se devuelve posteriormente, cuando se entregue la toalla.
Tiene un restaurante y cafetería y se puede pedir desayuno buffet, aunque nosotros no probamos nada pero todo tenía muy buena pinta. Además a unos 8-10 minutos caminando tiene un muy buen restaurante, el Pizzaiolo.
Yo lo recomendaría sin duda, y espero repetir. Además, nosotros pillamos una oferta genial ya que nos costó la habitación 43 euros por noche por habitación.
Si vienen vuestros padres a visitaros es una buena opción, sobre todo si vienen en época de calor (desde mayo hasta septiembre).