¿De qué se trata en esta ocasión?
Sigo con Córdoba en mi viaje hacia esta hermosa ciudad, y ahora hablaré de uno de los barrios más emblemáticos de la ciudad: el barrio de la judería.
¿Dónde podemos encontrar este lugar?
Se encuentra en pleno centro de la ciudad, cerca de la Catedral y no muy lejos del Puente Romano. Aquí os dejo una foto del mapa de todo el barrio de la judería de Córdoba para que os sepáis guiar por allí por las zonas clave.
En concreto, podemos observar cómo la mayoría de los puntos rojos del mapa se encuentran abajo a la izquierda de la imagen y es justo todo eso lo que formaría parte de ese antiguo barrio judío de hace siglos, que sigue manteniendo el encanto personal que tenía. Pasamos la Catedral y el Puente Romano y la veremos a la izquierda.
¿Cómo llegar de manera simple hasta lo que me estás explicando?
De nuevo, tal y como explicaba para el caso de mi último artículo que trató sobre un buffet de la zona, lo mejor sería ir andando y contemplar todo lo que te rodea de la mejor manera posible. A poder ser acompañado, para que tus “ohhhhh” tengan sentido al comunicárselo a alguien. La bici es respetable y el coche o el bus no tienen cabida en este lado de la ciudad. Las calles son muy estrechas y no te vas a querer meter hasta allí para nada (tampoco podrías en lo más dentro del barrio). De nuevo lo simple y lo bonito se unen en una actividad física fantástica: andar.
¿Me podrías describir físicamente el sitio?
Se forma por un barrio lleno de callejuelas con paredes muy blancas y flores por todos los lados. Las macetas brillan en cantidad y la viveza que transmite todo aquello junto con el aire puro que se puede respirar por aquella zona; lo hace uno de los puntos más característicos de la ciudad. Los edificios son bajos, de una o dos plantas, llegando como mucho a la tercera pero bastante baja, lo cual hace que no se pierda el encanto de la época más antigua.
Ventanas y ventanas y puertas que se cruzan en pocos metros, lo hacen todo acogedor y pacífico. No te queda otra si vives allí que llevarte bien con los vecinos, porque saldrás a la calle y los verás a todos tarde o temprano. El blanco de las paredes se mantiene de manera excepcional y el rastro de los turistas siempre le da un toque nuevo y virtuoso.
¿Qué nos ofrece de manera general y sobre todo, qué mejor en particular?
De manera general parece a simple vista un barrio con ciertas cosas bonitas y poco más. Lo cierto es que no es demasiado grande y que te lo recorres en minutos. Pero lo verdaderamente particular, es que en realidad tardarás horas, porque te irás parando en todo aquello que te llame la atención, y van a ser muchas cosas en la Judería de Córdoba. A todo lo ya mencionado hay que sumarle que una vez va anocheciendo las luces tenues de todo lo que rodean al barrio, le da un toque romántico que a primera hora de la mañana claramente no tenía. Todo parece que mejora y más con las vistas perfectas que tiene a los mejores sitios de la ciudad. El museo está cerca y siempre hay cosas que aprender.
Además, son muchas las personas que se ofrecen gratuitamente a darte una explicación de la historia del barrio y quedarás más que satisfecho, por lo que nunca está de más darle unas monedas a cambio por su tiempo y su dedicación a que la cultura judía siga manteniéndose viva por más tiempo. Los echamos sin ningún sentido pero nos dejaron rastro.
¿Lo recomendarías para otra ocasión?
Recomendaría pasear por el barrio cuantas veces te veas con ganas, porque siempre encontrarás un sitio nuevo o una persona desconocida con la que poder ampliar tus miras hasta el momento y con lo que siempre te llevarás algo que te sume a tu ser. Si tienes pareja, seguro te acercarás en más de una ocasión, terminando por supuesto por las inmediaciones del puente romano y observando sus vistas a ambos lados del mismo, con las que tendrás que quedarte de nuevo algún tiempo.
¿Para quiénes está pensado este lugar de la ciudad?
Para todo aquel que quiera aprender de otras culturas y seguir ampliando miras gracias a ello. No a todo el mundo le gustan este tipo de paseos y vistas, ni tampoco la arquitectura distinta; por lo que solo a aquellos que si les guste el ir pacientemente en este tipo de sitios, podrán disfrutar verdaderamente de todo lo que nos ofrece el barrio.
Y tras haberlo visitado.... ¿ahora qué me recomiendas?
Una vez lo has visitado, me perdería por toda la zona, me pasaría por la sinagoga a echarle un vistazo, y luego andaría un rato hasta encontrar un buen bar de tapas por la zona, que por supuesto que sí que los hay.
¿Valoración en punto del uno al diez y razones?
Le doy un 7. Cierto es que es precioso, pero no es menos cierto que nos encontramos este tipo de barrios en muchísimas partes del país y encima muchas veces las dejamos pasar como sino tuvieran nada más que casas antiguas y punto. Hay que mirar más por aquello que es nuestro desde hace muchos años y que nos engrandece de una manera u otra.
¿Conclusión?
Bonito barrio, perfecto para perderte por él hasta conocerlo al dedillo; mejor acompañado que solo y por supuesto que te abre las puertas a otra época que nunca viene mal, y que encontrándose en una situación geográfica perfectamente definida, solo hace que tengamos que visitarlo para poder llegar a entender todo lo que se lee en palabras de otros.