Igual me he pasado con el título, pero creo que es un buen reflejo del lugar. "Greyhound Cafe" es una cafetería con un estilo muy relajado en el corazón de Bangkok. Aunque es una cadena que tiene locales en otros lugares (incluso en el extranjero), os hablaré de mi experiencia en el que está en el centro comercial Emporium.
Es un lugar en el que realmente se puede hacer de todo. En cuanto a la comida, la carta te da un dolor de cabeza tremendo. Estás en el corazón de la frenética capital de Tailandia. Ahora el dilema es: ¿te pides comida tailandesa u occidental? Esa es la flexibilidad que ofrece el Greyhound Cafe. ¿Prefieres probar un plato italiano o uno clásico tailandés? Yo me pedí el italiano.
Me pedí un plato de espaguetis porque me apetecía comer algo diferente a la comida tailandesa. El plato que me pedí estaba hecho con salsa de tomate; era muy simple pero rico. También tenía un par de hojas de albahaca que nunca están de más. Y por supuesto, un poco de chile. Esta vez, era un tipo de chile seco que debía de estar conservado en aceite de oliva. Fueron bastante buenos y considerados con respecto a nivel de picante. Aunque lo más bueno fueron los langostinos; eran más grandes que el plato y asados a la perfección (podías percibir el aroma de la parrilla). ¡El único problema es que tendría que haber pedido más! Es broma, si no el precio hubiera estado por las nubes. Pero no me hubiera importado comerme unos pocos más... Los espaguetis estaban bien cocinados, al dente.
Espera, he estado hablando del plato principal pero me había olvidado totalmente del entrante. Había pan en la mesa, como en cualquier buen restaurante actualmente. Además del pan gratis, pedimos unos mini rollitos de verduras que teníamos que hacerlos nosotros mismos; no eran rollitos de primavera porque no estaban hechos con las delicadas láminas de arroz. Se notaba la influencia tailandesa, ya que lo enrollamos el relleno con hojas de lechuga frescas y crujientes. El ingrediente estrella del plato era el relleno con salsa que se puede ver en la foto. Si no me equivoco, llevaba carne de cerdo picada, un poco de ajo, pimienta blanca y un poco de salsa. Era absolutamente simple y delicioso. La salsa le pegaba muy bien a las verduras. No estoy seguro de porque había pan en mi plato, probablemente lo mezclé todo debido al hambre que tenía. Nada nuevo.
Volvamos de nuevo al plato principal. Otra de las personas que estaba en la mesa se pidió un plato tailandés. Se pidió una sopa de bolas de pescado con apio y ajo frito. Parecía como si lo hubieran preparado en dos minutos, pero su sabor decía lo contrario. Había muchas bolas de pescado y el caldo era rico en verduras y con un sabor a ajo. Creo que el apio solo estaba ahí para hacerlo parecer más sano, ya que no hacía que el plato fuera mejor o peor, ni nada en general. El ajo frito estaba rico, como siempre. Creo que es un plato con el que yo hubiera pedido arroz de acompañamiento; como cuando comes un buen bistec y lo acompañas con verduras o patatas fritas. No te comes solo, para nosotros (los tailandeses) van de la mano.
Siguiendo un buen orden, de postre, seguí con algo occidental. En el fondo de un frasco muy bien presentado, había una primera capa de trocitos de oreo cubiertos por otra capa de caramelo, y encima de esta, otra capa con trozos de plátano cubiertos también con caramelo y rematado con deliciosa nata. ¿Como podría esto no sonar bien? Cualquiera podría hacerlo en casa, pero es una buena forma de terminar la comida. Ahora que lo pienso, podría intentar hacerlo de postre o para picotear un día de estos. Si no te va mucho el postre o ya has comido lo suficiente durante la comida, podrías tomarte simplemente un café o un té, ¡o una de las diversas bebidas internacionales o tailandesas que tienen!
Lo mire por donde lo mire, el sitio es estupendo ya que abarca distintos tipos de paladar. La zona no es rara para los extranjeros, turistas o expatriados. Dividir el menú en dos para satisfacer varios grupos de mercado es una estrategia muy inteligente. El interior de la cafetería es moderno y parece como cualquier otro restaurante occidental. Las mesas y el espacio es limpio y chic, y está lleno del ajetreo de la vida en la ciudad.
En cuanto a los precios, vas a tener que preparar bien la cartera. Me tomo bastante en serio el tema del precio, no porque sea avaricioso o esté arruinado, sino porque tengo en cuenta la relación calidad-precio. En este sitio, la calidad es un buen reflejo del precio. Se puede decir que pagas por lo que recibes, ¡en el buen sentido! Intentaré buscar el enlace de la página web para ver si tienen el menú y así os podéis hacer una idea antes de ir.
El café se llena a la hora de comer debido a su excelente ubicación. No hubo problema para reservar mesa. Recomiendo que reservéis una mesa, ya que si os presentáis para probar suerte pueden pasar dos cosas: o que tengáis que esperar un montón para tener una mesa o que os den una pero no en un buen sitio. Podría ser una de esas situaciones en las que piensas: "Me hubiera gustado sentarme en otro sitio, esa otra mesa se ve mejor". ¡Pero esto es solo señal de que el sitio es estupendo!
Así que esto nos lleva a la conclusión de que este es un buen sitio para comer, beber, relajarte y ponerte al día en el corazón de la capital tailandesa. Para más información, ¡he copiado y pegado el enlace justo abajo! ¡Buen provecho! ¡Y no olvidéis hacer una reserva!
Calificaciones del café y restaurante Grey Hound del centro comercial Emporium:
- Accesibilidad: 9/10
- Precio: 8/10
- Selección: 8/10
- Amabilidad del personal: 8/10
- Limpieza: 9/10
- Ambiente: 9/10
- Evaluación general: 8, 50/10
Página web oficial del Grey Hound Cafe de Tailandia y su menú
Grey Hound Cafe
Trip Advisor: comentarios de turistas y de gente local referentes al Grey Hound Cafe de Bangkok:
TripAdvisor
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