¡Plato de tres ingredientes para volverlos/as locos/as!

¡Clásico y sencillísimo!

Hola, hoy vengo a hablarte de un clásico que todos conocemos. Seguro que si eres de España estás cansado/a de comerla ya sea en pinchos, bocadillos, comidas familiares, en casa de tu abuela, en el bar de la esquina, en barbacoas... Y en un sin fin de sitios. Y si no eres de aquí pero has venido, seguro que cuando preguntaste qué podías comer "typical Spanish" te lo han dicho, al fin y al cabo es el topicazo español. Seguro que ya hasa adivinado... Sí, ¡La tortilla de patatas!

La tortilla de patatas es un plato que hemos estado comiendo toda nuestra vida y, sin embargo, ¿cuántos/as de vosotros/as sabéis como se hace? Yo, sin ir más lejos aprendí la semana antes de irme de Erasmus y sólo porque mi madre insistió diciendo "venga, que seguro que los/as amigos/as que hagas allí te la van a pedir", y acertó, 10/10.

Si ya sabes cómo hacerla, mejor para ti. Y si no, no te pongas a sudar porque es realmente sencilla de preparar y te lo digo yo, que soy todo lo contrario a una Masterchef y aún así me salían riquísimas (o eso decían mis amigos/as). Eso sí, no esperes que te quede como lo de tu abuela ni la de tu madre, eso es misión imposible, además que como puedes sospechar el resultado final puede variar mucho también en función de las patatas que uses y su calidad e incluso la sartén que utilices, o eso dice mi madre. Dicho esto y sin más dilación, ponte el mandil y a practicar mientras lees este post.

Ingredientes

Vamos a empezar por los ingredientes aunque claro está, ya los conoces. De todas formas los pongo a continuación para 4 personas:

• 8 huevos grandes aunque si los que tienes son medianos, tampoco pasa nada, echa uno o dos más y adelante.
• 500gr de patatas grandes aunque esto dependerá en gran medida si te gusta la tortilla con más o menos patata. A mí, personalmente, cuanta más patata mejor. ¡Y que sean buenas para freír!
• Aceite, a poder ser que sea aceite de oliva virgen, pero si no, no pasa nada. Eres Erasmus y no un chef Michelín.
• Sal

¡Esta es la receta de tortilla española más básica de todas! Después, en función de lo que a ti te guste le puedes añadir muchas, muchas, cosas más. Así, aunque repitas tortilla varias veces a la semana, no será tan monótono. Una vez que te haya explicado cómo se hace -o mejor dicho, cómo la hago yo- te daré unas cuantas ideas de otro tipo de tortillas que puedes hacer sin apenas aumentar el presupuesto.

Ten en cuenta antes de nada que estos ingredientes que te digo son para una sartén de 20cm de diámetro y sale una tortilla de unos 5cm de grosor, lo ideal sería que en función de la sartén que vayas a usar y el grosor que quieras que tenga tortilla vayas variando lo necesario la cantidad de ingredientes, ¡pero siempre en la misma proporción!

Elaboración

El primer paso que hay que hacer es lavar las patatas, intenta quitarle toda la posible tierra que puedan poner y, una vez lavadas, las cortamos. Aquí hay un choque de opiniones: cortar la patata en dados o cortar la patata en rodajas.

Yo prefiero las rodajas, porque se fríen mejor, eso sí ten en cuenta que cuanto más fina la rodaja más posibilidades de que se te queme al freír. Si te decantas por la opción de los dados (la verdad es que son más sencillos de cortar) intenta hacerlos pequeñitos para que se frían tambien por dentro (ten en cuenta que con esta opción la parte exterior de los dados se hará bastante antes que la interior).

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Una vez que has cortado las patatas, espero que sin llevarte ningún dedo por delante, tienes que freírlas. Ahora es cuando usaremos el aceite por primera vez, llena la sartén de aceite suficiente (no escatimes) para que se frían bien las patatas. Que no cunda el pánico si ves que tienes demasiadas patatas para tu sartén, usa la lógica y fríelas en dos tandas distintas, ¡problema solucionado! Ten en cuenta que aunque quieres freír las patatas y tengas ganas de comértelas (porque a quién no le gustan las patatas fritas) no te interesa que se frían tanto como si te las fueras a comer, así que sácalas un pelín antes de que fuesen a estar super crujientes.

Cuando veas que ya están bien fritas (no las pruebes, ¡te quemarás!) sácalas y ponlas encima de papel abosorbente, o, en su defecto una capa de servilletas o papel de cocina para que chupe la gran parte del aceite que pudieran tener, una tortilla aceitosa no es demasiado apetitosa.

Mientras las patatas se están "escurriendo" abre los huevos -cuidado, que no te caigan trocitos de cáscara- y bátelos con un tenedor (o el utensilio que tengas más a mano). A la hora de batirlos intenta hacerlo lo mejor posible si no quieres que te queden trozos de clara en el medio de la tortilla: cuanto más uniforme sean tus huevos batidos, más uniforme será luego el color de la tortilla, y eso se agredece. Cuando tengas los huevos bien batidos júntalos con las patatas tal que así:

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Lo sé, ahora mismo no parece la mejor tortilla del mundo, pero vamos por el buen camino. Cuando tengas juntas las patatas y el huevo, mézclalo todo de nuevo de forma que la patata pueda absorber ("enchouparse" que diríamos en Galicia) el huevo, queremos una tortilla jugosa, ¿no?

Bien, una vez que las patatas ya estén suficientemente "enchoupadas" pon un poquito de aceite en la sartén y ponla a calentar, ya estamos cerca de tener nuestra tortilla. Cuando veas que el aceite ya está caliente, echa la mezcla en la sartén, con cuidado de no ser demasiado brusco/a para que no salpique. Si ves que la vas a tirar de golpe puedes ayudarte de una pala de madera o algo así para echarla con suavidad.

Con la mezcla de patata y huevo ya en la sartén pon el hornillo (o la vitrocerámica) a fuego medio para que la tortilla se vaya haciendo por abajo, cuajando poco a poco el huevo con la patata. Este paso requiere de un poco de paciencia, puesto que supongo que no querrás que la tortilla quede cruda por dentro, ¿no? Así que aunque se haga lentamente, ¡no desesperes! Otra opción es hacer la tortilla a fuego más rápido aunque te quedará poco hecha por dentro, si te gusta genial, a mí personalmente me gusta bien hechita.

Después de un rato así, y cuando ya esté bien cuajado llega el momento más difícil y el que más expectación creará a los que estén contigo. Exacto, llegó la hora de darle la vuelta a la tortilla o, en caso de que salga mal y acabe media tortilla en el suelo, la hora de tirarla y llamar al Telepizza.

Para darle la vuelta de forma exitosa lo mejor es coger un plato llano (si usas uno sopero probablemente se te acabará rompiendo la tortilla) y más grande que la sartén, porque supongo que no querrás que se te caiga parte de la tortilla por los bordes. Cuando tengas el plato ideal colócalo (sin miedo) encima de la sartén como en la foto que te enseño aquí abajo:

source; http://www.gustoguides.com/wp-content/uploads/2014/03/IMG_68261.jpg

¿Está? ¡Bien! Ahora esperemos que la tortilla no se te haya pegado a la sartén, si has puesto suficiente aciente seguro que no, y si está pegada, buena suerte intentando darle la vuelta sin destrozar la tortilla completamente. Una vez puesto el plato, coloca la mano encima y dale la vuelta, ni muy lento ni muy rápidamente. Puede parecer que si lo haces rápido va a salir mejor, pero no siempre es así. Una vez dada la vuelta, tienes que volver a poner la tortilla en la sartén, date cuenta que la parte hecha va a a estar ahora a la vista.

Esperamos a que se haga esta nueva parte y ale ¡a disfrutar! Hasta aquí la receta de tortilla clásica.

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Como último consejo, no te preocupes si es tu primera, quinta o vigésimo séptima tortilla y aún no es todo lo apetecible que debiera, ¡la práctica hace la perfección! Así que cuantas más tortillas hagas, mejor te quedará y más fácilmente le cogerás el truco.

Si te acuerdas, al poco de empezar este post te dije que esta es la receta más básica pero que hay muchas variedades diferentes de la tortilla de patatas que, la mayoría de las veces, la harán todavía más apetecible. Uno de estos ingredientes mágicos es la cebolla. Y este es un tema que divide a España como los equipos Cola-Cao vs Nesquik, Nocilla vs. Nutella o Apiretal vs. Dalsy. ¿Tú de qué equipos eres?

Volviendo a lo que nos ocupa, si quieres hacer tortilla con cebolla la única modificación que le tienes que hacer a la receta anterior es lavar y cortar la cebolla (de nuevo en rodajas o daditos, como a ti te guste más) y freírla junto con las patatas, una vez hecho eso, lo mezclas todo junto como antes. ¡Y a seguir los pasos anteriores!

Otros clásicos que quizás te puedan gustar son la tortilla con pimientos o la tortilla con chorizo, se hacen exactamente igual que la de cebolla pero substituyendo la cebolla por los otros ingredientes. Y, como recomendación final, pon juntos la cebolla, el pimiento y el chorizo. ¡Rico, rico, delicious!

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