Pan y agua... los deseados

Desde que estoy de erasmus he observado que una gran mayoria o, casi la totalidad, de la gente de las zonas de Europa Central y del Norte no toman normalmente agua mineral. Quiero decir agua mineral natural o de manantial, o vamos, sin burbujas ni sabor, como se puede tomar por norma general en España o Portugal, por ejemplo. Es decir, ellos suelen tomar bebidas de sobores o agua con gas.

Esto llega al punto de que, en Zilina (Eslovaquia),  los primeros días fue una auténtica locura encontrar agua para beber que no fuera de sabores o con gas. Realmente era un poco loteria porque, aunque pusiera agua mineral. podía tener burbujas asi que era cuestion de ir probando hasta dar con un par o tres de marcas que no tenían. En los bares y restaurantes es muy dificil pedir agua sin burbujas o sin sabor. Y es que, como entre que aquí casi todo el mundo consume ese tipo de bebida y que la mayoria no entienden cuando se lo explicas en inglés, lo normal es que te digan que si a todo para luego traerte el agua con burbujas tranquilamente. De hecho, te lo suelen traer abierto y todo.

Otro aspecto relativamente llamativo es que no suelen poner pan a la hora de las comidas en los restaurantes, aunque si es verdad que se vende en los supermercados. También es cierto que hay bastante más variedad de bollos y dulces que de pan.

Me gustaría añadir, por otra parte, que aquí se vende mucho una especie de híbrido de pan y bollo que es muy habitual ver a la gente comiendolo incluso por la calle de desayuno o entre horas. Cuesta 0.05 € y resulta una comida que no está nada mal para saciar el hambre. En otra entrada o experiencia lo comentaré con la foto ilustrativa correspondiente para que se vea por qué lo he denominado como híbrido entre pan y bollo.

Por lo tanto, el pan y el agua, tal y como los conocemos en lugares como España, no es tan común como nosotros pensamos. De hecho, yo lo consideraba como algo casi universal y de primera necesidad pero no parece tal cosa.