Feijoada

Desde luego Brasil es un país en el que descubrir una nueva gastronomía. Además de encontrarte con frutas y otros alimentos que yo no había visto hasta entonces, las maneras de prepararlos son muy diferentes.

Puedes disfrutar de un churrasco o una pizza de la misma manera que en España, sin embargo habrá otros platos que te generarán muchísima curiosidad, porque además están buenísimos. 

Igual que allí les fascina cómo se hace y cómo sabe una buena tortilla española, a mi me generó muchísima curiosidad (además de la tigela de açaí que os comenté en otra entrada) este plato: la feijoada.

En Brasil (como en el resto de países de Sudamérica), es frecuente encontrarse con arroz como acopañamiento en cualquier plato (se que es típica comida de estudiantes, pero creedme si os dijo que acabé hasta las mismísimas narices de comer arroz), otros acompañamientos son la farofa (sobre todo para carnes) y la feijoada.

Os cuento un poquito qué es esto, y después os comentaré brevemente lo que aprendí para prepararla (claro que el resultado de mi receta se aleja mucho de lo que me tomaba allí... será que falta práctica). 

¿Qué es la Feijoada? 

Es un plato típico brasileño, originario de Rio de Janeiro aunque hoy en día se ha extendido su consumo a todo el país. Incluso rivaliza por un puesto como plato nacional. Quizá dentro de unos años podamos definir a brasil con un plato de feijoada y una caipirinha... inconfundible. 

Se realiza a base de habas negras (junto con otros ingredientes), y queda con un aspecto pastoso, algo así como una buena fabada gallega, pero destaco que es un plato muuuucho más ligero, aunque es cierto que también es bastante calórico. 

En brasil estas habas se les denomina "potoros negros". Aunque en si mismos ya constituyen un acompañamiento, en su preparación incluyen carnes, hortalizas... incluso algunos de mis maesetros brasileños me han dicho que también incluian en la preparación una linguisa (algo similar a un criollo) troceada. 

Claro está, que lo que aquí os voy a poner es la mejor manera de cocinar, pues es comida casera (de esa que te lleva un par de horitas). Sin embargo, en Brasil también existe un preparado (algo así como los caldos en polvos de gallina blanca españoles) para preparar este caldo espeso de la feijoada. Incluso en españa en algunos centros comerciales con sección internacional es posible encontrarlos (El Corte Inglés es el único que conozco en estos momentos, pero cada vez más se está extendiendo este mercado, por lo que quizá pronto lo encontremos en las estanterías de Carreofour o Mercadona). 

RECETA para una buena FEIJOADA Casera. 

Ingredientes (para unas 6 personas): 

Porotos negros - 800 gr

Longaniza - 150 gr

Costilla de cerdo - 350 gr

Tocino - 300 gr

Carne seca (opcional) - 350 gr

Tomates - 5 unidades

Cebollas grandes - 2 unidades (bastante picadas) 

Para condimentar el plato lo más común es echarle ajo, pimienta negra y sal (a gusto de cada uno). 

Otra de las opciones es incluir el arroz en la misma preparación de la feijoada. Sino simplemente se prepara sin arroz y se juntan ambos por separado si el arroz forma parte de otro plato, o puede que lo querais para acompañar a algo que no lleve arroz (aunque poco común en Brasil... jajaja).

PREPARACION

Previamente...

Lo primero es poner los porotos (las habas) en agua ya la noche anterior, para que se hinchen y el tiempo de cocción sea mucho menor. Si vas a echar carne seca, esta también debe ponerse a remojo la noche anterior. 

Elaboración... 

Lo primero que debe hacer uno es escurrir la carne del agua en la que estaba a remojo y echarla a la pota a hervir. Se añaden todas las demás carnes de los ingredientes: las cortillas de cerdo, la longaniza y el tocino. Todo eso junto a la pota y en un comienzo a fuego fuerte. Cuando el agua comience a hervir bajamos un poco el fuego y lo dejamos así a fuejo lento (y la pota tapada para no desaprobechar el fuego) un periodo de 2 horas por lo menos.

Es un plato que necesita mucha elaboración. Por eso os hablaba antes de que es un típico plato casero, de esos que hacen nuestras abuelas mientras se tiran el día entero en la cocina, pero que también hay la manera rápida de hacerla con sobres precocinados.  

En segundo lugar debemos preparar al margen de las carnes las habas. Para ello, cogemos las habas que deben estar ya hinchadas de pasar toda la noche en agua y se ponen al fuego (muy lento) hasta que comience a hervir. Cuando se vean las primeras burbujas debe taparse la olla y dejar que continue la cocción a fuego lento, también durante dos horas. 

Cuando hayan pasado las dos horas, deben colarse las habas y separarlas del caldo que se ha cocinado.

En tercer lugar debemos preparar un sofrito. Para ello necesitaremos las cebollas y el ajo (ambas cosas bien picadas) y las ponemos a rehogar en una sartén. Cuando estén bien pasados, debemos añadir los cinco tomates sin piel (e intentaremos quitarles también el máximo posible de semillas, claro que este es un dato que a mi me entra por un oido y me sale por el otro, ¡qué coñazo!). Esta mezcla debe dejarse a fuego lento aproximadamente unos 20 minutos. Se le añade sal a gusto si se quiere.

Yo por ejemplo cocino siempre sin sal, y como este plato lleva tanta sustancia de las carnes, el sofrito... yo no noto la ausencia de sal. 

Cuando el sofrito esté listo (después de los 20 minutos) se añaden algunas de las habas y se aplastan hasta formar una papilla (así a priori parece asqueroso, pero el sabor que le da después es.. exquisito). Los demás que nos sobran (debería ser la mayoría) los echamos al fuego otra vez con el caldo durante otros 20 minutos ¡sin revolver! (aunque vaya en contra de tu naturaleza cocinera, no toques esa pota). Esta es la manera de obtener ese caldillo tan espeso y característico que necesitamos.

Y LISTO!!

No parece tan complicado visto así, pero a mi no hay manera hoy día de que me salga como esas que he probado en Brasil... qué rabia.

La mejor manera de servirlo es separando la carne y el resto, y si fuese a su gusto, también el arroz (eso si que estoy convencida de que no hace falta que se explique, todo estudiante sabe hacer unos platos básicos). 

Espero que os guste y que probéis a hacerlo. Lo más dificil de toda la receta es encontrar las habas negras, y aún así es una misión relativamente fácil. ¡ánimo!

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