Descubriendo nuevos platos

La cocina, un lugar por descubrir cuando eres erasmus:

Después de llevar cuatro meses y con la vuelta en enero suman cinco, notaba que había tenido grandes progresos en la cocina. Aunque en mi casa en España casi nunca me daba por cocinar, (a veces como mucho hacía tartas o pasteles o alguna comida fácil estilo macarrones, o algo que no requiera mucho tiempo ni preparación), sí que es cierto que en Portsmouth tenía que ponerme a preparar comidas, cenas y desayunos. Está claro que cuando vives solo tienes que hacértelo todo tú,y ya no solo me refiero a la cocina sino que también a la colada, limpieza en general... Allí no está tu madre para echarte una mano si la necesitas; como mucho puedes hacerle una llamadita por Skype para preguntarle cómo se utiliza la lavadora y si la ropa de color puede llevar algún color más clarito o no... Son preguntas que al estar en casa uno no suele preguntarse, claro teniendo la suerte que yo tenía, con esto me refiero a que tu madre te ponga la lavadora, te suela hacer la comida etc.

Al principio parece un mundo tener que hacerte absolutamente todo tú mismo, pero luego no está tan mal, es cuestión de ponerse manos a la obra y hacerse a la idea. Yo al principio, en el primer cuatrimestre me solía hacer macarrones, pasta en general, huevos, arroz, carne, algún que otro pescado como por ejemplo salmón al horno o filetes de merluza, pero nunca verduras ya que estas solo me gustan si me las hace mi madre, y en ese campo ando un poco perdida. Lo único verde que comía era lechuga en la ensalda y a veces ni eso, porque las veces que me hacía ensalada no solía echar lechuga ya que no me gusta mucho. Básicamente tenía la dieta que teníamos generalmente todos, basada en pasta y carne principalmente.

Muchas veces me hacía arroz con tomate y huevo, que me quedaba bastante rico la verdad. Además que ya con eso me llenaba. Luego me comía algo de postre, que solía ser fruta, algún yogur o algo dulce.

Teníamos suerte de que algunos componenetes de la familia erasmus sabían cocinar muy bien, como por ejemplo Miguel que nos hacía un pescado al horno con especias riquísimo, o incluso sopa de cocido que entraba muy bien al cuerpo, sobre todo cuando hacía mucho frío. Muchos días nos invitaba a su casa y preparaba algo de comer, nosotros le echábamos una mano, pero era él el que sabía qué hacer en cada momento y que ingredientes usar. Se notaba que le gustaba bastante la cocina en general.

Aquí está la foto de la sopa que nos hizo un día:

Tenía buen sabor, estaba muy rica. Aunque no podíamos quejarnos de chef, siempre se echaba de menos la comida de mamá o de la abuela. Está claro que de hambre no os vais a morir, me se de uno que se alimentó a pizzas desde enero hasta junio, esa fue su dieta mediterránea. Pizza para desayunar, pizza para comer, pizza para cenar, y así consecutivamente.

Otro día, nuestra amiga Pili, gran amante de la comida mexicana nos preparó unas fajitas muy ricas en su casa. Ella también cocinaba muy bien, estaba todo muy rico. Además hizo guacamole casero y madre mía cómo estaba eso...

Así que realmente aunque la comida allí no fuese de 10 no podíamos quejarnos cuando teníamos estas comilonas. Además en casa me preparaba muchos platos ricos como ya os he dicho antes, entre otros me inventé una especie de risotto, como ya decía una amiga "si hay hambre hay ocurrencia".

Os voy a contar mi famoso risotto:

1. En primer lugar hervía el arroz en una cazuela, con un poco más de agua que de arroz. Se echa sal, una cabeza de ajo y un poco de aceite mientras se cuece. Hay que remover de vez en cuando.
2. Pasados un par de minutos agregamos un trozo de jamón serrano para dar más sabor.
3. Una vez dejado unos 8 minutos aproximadamente quedando un pelín aguado empezamos a echarle ingredientes
4. Entre ellos hay que echar orégano, perejil y un poquito de pimienta negra. Todo esto en la misma cacerola en la que hemos cocido el arroz.
5. el siguiente paso (ya retirado del fuego) se le echa queso, el tipo de queso ya a gusto de cada uno. A mi, personalmente me gustaba mucho el queso mozzarella y gorgonzolla en este tipo de plato, pero cualquiera está bien.
6. El último paso es remover todo, añadir algo de jamón cocido en pequeños cachitos para dar sabor y un huevo cocido o frito (como más guste) revolviendo todo.
7. Yo realmente lo que hacía era echarle lo que tenía por casa, y siempre estaba rico. Es cierto que el ajo, aceite, queso, jamón y huevo no pueden faltar.
8. Finalmente se sirve.

A mi me sabía genial, aunque parezca una mezcla un poco extraña, luego el resultado es magnífico. Este era uno de los platos que más comía.

Cuando íbamos a comer al Isambard llenábamos bastante bien el estómago. Era el sitio del que os he hablado alguna otra vez en el blog, que estaba al lado de la uni. The Isambard Kingdom Brunnel Allí se comía bien, podías elegir un montón de platos diferentes, desde comida mexicana hasta hamburguesas, ensaldas ...pero siempre había un menú, el menú del día que te salía más barato porque te incluía comida y bebida.

Siempre que íbamos me solía pedir lo mismo. Hamburguesa con patatas y una guiness de beber. El comer en total pidiendo menú te salía por 7 libras aproximadamente. La verdad que nos salía muy bien, además muchas veces salíamos de clase y hemos comido ahí porque era lo que mas cerca pillaba y encima a buen precio (para ser England) y estaba rico.

Y eso es todo, espero que os haya gustado la pinta que tienen mis platos y el del Isambard, os aconsejo que si vais algún día a Portsmouth vayáis a visitar este lugar y os toméis algo, no os vais a arrepentir. Además como ya os he dicho hay un montón de variedad para todos los gustos :)

Forever, Portsmouth. Se echa mucho de menos todo esto, a pesar de las malas rachas y momentos de bajona del principio... volvería sin dudar ahora mismo, incluso comiendo mal, podría soportarlo con tal de estar allí.

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