Cómo alquilar un piso: toda la información necesaria para el propietario

¿Eres un propietario y quieres poner tu piso en alquiler? Si eres un principiante en el tema y te gustaría saber cómo poner un piso en alquiler, este artículo es para ti.

En esta guía podrás descubrir todos los pasos que hay que seguir para alquilar un piso como propietario:

¿Quieres saber todo lo necesario antes de alquilar un piso? ¿Deberías alquilar tu piso a través de agencia o por libre? ¿Cómo alquilar tu piso? ¿Amueblado, sin amueblar? ¿En periodos cortos? O, incluso, ¿sabes cómo alquilar un piso sin aval?

Aquí tienes las respuestas a todas tus preguntas.

1. Dar toda la información posible

Lo primero que debes hacer es recopilar toda la información posible del piso, es algo esencial si quieres ponerlo en alquiler.

Primero, porque te servirá a la hora de crear tu anuncio si decides prescindir de una agencia (hablaremos de ello más adelante) y,

segundo, porque así te podrás asegurar de que lo tienes todo en regla para firmar el contrato sin cargos de conciencia.

Duración del contrato

Decide el periodo de tiempo que quieres poner tu piso en alquiler. ¿Es solo para las vacaciones de verano? ¿Algunos meses? ¿Algunos años?

Es algo muy importante porque, como propietario, eres el único responsable de establecer la duración. El inquilino se debe asegurar de poder quedarse durante toda la duración del contrato, si así lo desea. En el caso en el que decida irse antes de lo previsto, tendrá que dar un preaviso de 1 a 3 meses antes de la fecha de partida.

Eso sí, la la ley determinará la duración del alquiler si el piso es la residencia principal del inquilino.

Ademas, la duración del contrato va a depender del tipo de alquiler:

  • Si se trata de un piso sin amueblar, la duración mínima es de 3 años.
  • Si el piso está amueblado, la duración mínima es de un año (9 meses si el inquilino es estudiante).
  • Si se trata de un alquiler turístico (y, por tanto, de una residencia secundaria) el alquiler no debería sobrepasar los 3 meses en principio, porque está destinado a estancias cortas, como vacaciones o visitas turísticas.

Se hacen excepciones si el alquiler tiene carácter profesional o comercial.

¿Quieres alquilarlo amueblado o sin amueblar?

Ten en cuenta que, si alquilas el piso sin amueblar, no atraerás al mismo tipo de inquilinos. Un piso amueblado tiene más probabilidades de atraer a un inquilino extranjero, ya sea viajero o estudiante.

Si el piso está en una zona turística, puedes convertirlo fácilmente en un piso turístico (para cortas estancias), lo que sale más rentable.

Por otro lado, si lo alquilas sin amueblar, probablemente llames la atención de inquilinos que busquen un piso para larga estancia, como familias, parejas... gente que quiere tener el piso a su gusto y quedarse mucho tiempo en el mismo sitio.

Las condiciones para alquilar un piso: asegúrate de que está en buen estado

Hay reglas y normas que tienes que respetar en cualquier venta o intercambio. Para garantizar un alojamiento digno al inquilino, se deben realizar diagnósticos inmobiliarios. También tienes que tener los documentos que le garantizan al inquilino que todo está en regla, que incluyen, como mínimo:

  • El diagnóstico del rendimiento energético.
  • El diagnóstico de la exposición al plomo.
  • El diagnóstico que informe al inquilino de los riesgos potenciales del sector.

También tienes que medir con precisión la superficie habitable del piso. El mínimo es de 9 m², y la altura del techo tiene que ser, como mínimo, de 2, 20 m.

Ahora viene la segunda fase...

2. Establecer el precio del alquiler

Centrémonos en lo importante: hace falta fijar un precio... ¡pero no a lo loco! Si quieres encontrar un inquilino, la cantidad que pidas debe ser razonable. Hay muchos factores a tener en cuenta, que pueden hacer que el valor de tu propiedad suba o baje.

Aquí tienes unos puntos:

  • La ubicación.

Parece algo lógico, pero no hay que olvidarlo: un piso no tiene el mismo valor si está en París que si está en Mulhouse.

Para que te hagas una idea, en París, el inquilino tiene que pagar alrededor de 800 € por un estudio pequeño de 21m². En Mulhouse, el precio es más bien de 250 €

  • El tamaño del piso.

¿Estamos hablando de una casa de 4 habitaciones o de un pequeño estudio de 15 m²? Eso cambia mucho las cosas.

  • La calidad de las instalaciones y de los muebles (en el caso en el que esté amueblado).

¿Cómo va el piso de electrodomésticos? ¿Tiene fibra óptica? etc.

Además, también hay que tener en cuenta los gastos (agua, electricidad... ) si tiene o no ascensor, si hay aparcamiento cerca...

No dudes en echarle un ojo a las inmobiliarias y los anuncios de pisos que se parezcan al tuyo para asegurarte de que los precios que pones no son disparatados.

También puedes contactar con una agencia que te ayude, o usar un simulador de alquiler en Internet. Con todo eso, podrás establecer una cantidad.

3. Encontrar a un inquilino

Si has contactado con una agencia, no tienes que hacer mucho. El único inconveniente es que la inmobiliaria se lleva una comisión del alquiler, además de otros gastos que puedan añadir.

Si no lo estás llevando con una agencia,

tendrás que redactar un anuncio una vez hayas reunido toda la información necesaria y hayas establecido el precio del alquiler. El anuncio tiene que ser claro y dar el máximo número de indicaciones posible.

¿Qué poner en el anuncio?

En el anuncio deberías poner:

  • La ubicación: la ciudad o pueblo, el distrito, el barrio...

Si quieres, puedes indicar si tienes cerca una zona comercial, un sitio importante o un espacio verde. Todo eso son puntos extra para valorizar el piso.

  • Las características del piso: la superficie habitable en m², si está o no amueblado, el número de habitaciones y de baños (si fuera necesario), si tiene balcón, si está climatizado (muy importante si estás en una zona cálida), etc.
  • El precio del alquiler: indica también los gastos van incluidos o no.
  • La disponibilidad: la fecha o época del año (si se trata de un piso turístico) en la que el piso está disponible.
  • La información de contacto: número de teléfono y/o dirección de correo electrónico.
  • Fotos: lo último, pero no menos importante. Tienen que ser de buena calidad. Abre las ventanas, estores o persianas todo lo que puedas para que entre la máxima luz posible, y haz que tu piso sea lo más atractivo posible.

También puedes coger alguna idea de esta pequeña guía de consejos para decorar tu piso con un presupuesto ajustado para dejarlo lo más bonito y acogedor posible de cara a los inquilinos potenciales.

Difundir el anuncio

Hay muchas plataformas y páginas web en las que puedes publicar tu anuncio.

Empieza por la página de Erasmusu, que te permitirá llegar a estudiantes de todo el mundo.

También hay otras páginas de anuncios, como la famosa Leboncoin (francesa), o también páginas especializadas en inmobiliarias, como PAP.

Para un piso turístico, puedes meterte en páginas como Airbnb, especializada en estancias cortas.

Además, puedes ir por la rama más tradicional y publicar anuncios en la prensa, hacer correr la voz y pegar carteles.

Encontrar al inquilino adecuado

Para asegurarte de que el inquilino te va a pagar todos los meses, tienes que tener claras ciertas cosas.

Lo primero de todo, no dudes en pedirle toda la documentación necesaria para comprobar que el inquilino es solvente y una persona seria.

Aquí tienes una lista de lo que le puedes pedir para asegurarte de que no te la va a jugar:

  • Una copia de su documento de identidad: el carné de identidad, el carné de conducir, el pasaporte...
  • Las tres últimas nóminas y/o una notificación tributaria. Además, si se trata de un estudiante, tienes que pedirle un aval.
  • Contrato de trabajo.
  • Un certificado de su empresa o de su aval si el inquilino no ha podido entregar alguno de los documentos anteriores.
  • Un extracto de la cuenta bancaria.
  • Los tres últimos recibos de alquiler (o del aval).

También puedes pedirle una fianza o un seguro de alquiler. Eso te protegerá contra los impagos y contra cualquier daño o marcha anticipada.

Todo esto tiene que quedarse visto en el momento en el que firmáis el contrato, y, con eso, llegamos al último punto.

La llegada a un nuevo alojamiento: ¡hora de dar las llaves!

Ya solo queda rellenar y firmar el contrato de alquiler y hacer un inventario de las instalaciones. El inquilino podrá entonces instalarse felizmente.

Ya está, ya sabes cómo poner tu piso en alquiler con todas las de la ley. Espero que esta guía te haya aclarado las dudas y te haya ahorrado algo de tiempo.

¡No dudes en echarle un ojo a nuestra página web! Si estás buscando alojamiento, nosotros podemos ayudarte. Erasmusu ofrece cientos de opciones para elegir entre espaciosas habitaciones, estudios, residencias universitarias y pisos para que puedas encontrar tu hogar perfecto online, incluso antes de llegar a la ciudad.

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