La noche en Viena | Guía turística de Viena
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- La mejor forma de viajar a Viena
- Alojamiento en Viena: las mejores opciones
- Los lugares que tienes que visitar en Viena
- El transporte público en Viena
- Comer en Viena
- La noche en Viena
- Viena y alrededores: las ciudades que no puedes perderte
Da igual si solo tienes unos días o si vas vas a vivir durante bastante tiempo en la capital austriaca, pronto te darás cuenta de que aquí hay un montón de cosas que hacer. No te preocupes, hay actividades para todos los gustos. Tanto los más fiesteros como los más tranquilos quedarán satisfechos. Lo mejor de Viena es su versatilidad y todo lo que puede ofrecer. Vamos a ver todo lo que hay que hacer.
Aquí tenéis las diez mejores ideas que os propongo para pasar una noche en Viena:
1. Recorre los bares de la Schwedenplatz
Cuando se viaja con amigos siempre se tiene el dilema: ¿dónde vamos? Cada uno es de su padre y de su madre, a cada uno le gusta un tipo de música y a cada uno le gusta beber una cosa diferente... ¿Vamos a un pub irlandés, a una coctelería elegante, a una bodega tranquilita o una bar de cachimbas? En la plaza Schwedenplatz en el distrito 1 no tendréis ese problema, ahí está todo a mano. Uno se puede decidir entre quedarse a tomar otra en el mismo bar o probar en otro sitio. La mayoría de ellos tienen además una "hora feliz", lo que significa que si os lo montáis bien, podéis ir encadenando una tras otra.
El BermudaDreieck en la Schwedenplatz
2. Tómate un cóctel en uno de los Stadtbahnbögen
Los Stadtbahnbögen se encuentran bajo la línea 6 entre las estaciones Thaliastraße y Nussdorferstraße (concretamente entre Thaliastraße y Alserstraße, ahí están la mayoría). Se trata de bares que se construyeron debajo de los arcos del antiguo metro de la ciudad. Es parecido a un acueducto. La idea es la misma que en Schwedenplatz, lo único es que estospubs son algo más alternativos y tranquilos. En algunos, como en el Chelsea o en el B72, también hay pequeños conciertos, así que también a veces puede haber mucho ruido. Pero en general son sitios ideales para grupos pequeños que quieren tomar algo y charlar tranquilamente, sobre todo en verano, cuando también puedes sentarte fuera con la calma.
Los Stadtbahnbögen vieneses en la avenida Gürtel
3. Visita la Staatsoper
¿Os apetece una noche romántica en la ópera? ¿Quizás simplemente estáis por ahí solos y os apetece hacer algo diferente a ir al cine? Entonces... ¡id a la ópera! No tengáis miedo, las entradas también se pueden encontrar muy baratas en el último momento, así que no hace falta que lo tengáis planeado. Echadle un vistazo a la página web para ver qué obras se representan esos días y a qué hora empiezan. Ese día recordad estar entre una hora y hora y media antes allí en taquilla. Seguramente os den entradas para estar de pie, pero esas solo cuestan 3 euros, así que la cola (de máximo una hora) merece totalmente la pena.
Frontal de la fachada de la Ópera
4. Tómate un helado en Tuchlauben y da un paseo por la ciudad
Esta heladería lleva el nombre del callejón en el que se encuentra, Tuchlauben. Es una de las heladerías más famosas de toda Viena y todos los sabores que ofrecen son de primerísima calidad. Lo mejor de esta sabrosa tienda es que además se encuentra en pleno centro de la ciudad. Te puedes sentar con tu helado tranquilamente a saborearlo o puedes coger una tarrina o un cucurucho y dar una vuelta y disfrutar y admirar la magnífica atmósfera del centro de Viena por la noche.
5. Súbete a la montaña rusa del Prater
¡La cantidad de cosas que el Prater tiene que ofrecer! Si podéis, es indispensable que lo visitéis. ¡Hay de todo! Sobre todo la noria, uno de los emblemas de la ciudad, que está situada a la entrada del parque de atracciones. Es una pasada montarse y disfrutar de una espléndida vista panorámica de toda la ciudad, especialmente durante la puesta de sol. A continuación, podéis visitar el museo de cera Madame Tussauds (pero no os despistéis, abre solo hasta las 18:00), que desde hace unos años se encuentra justo al lado de la noria. Después podéis pasear tranquilamente por el Prater y comer algo en alguno de sus muchos restaurantes tradicionales y más tarde montar en alguna de sus divertidas atracciones. Podéis elegir entre diferentes montañas rusas, trenes fantasma, casas de aventuras, trenes en grutas, atracciones de agua y un largo etcétera. Pero tened cuidado
y no comáis mucho, no querréis marearos con tanto traqueteo.
6. Relájate a orillas del Danubio
El Canal del Danubio es una parte relativamente estrecha del río Danubio que se adentra en el casco antiguo de la ciudad. Como mejor se llega es por Schwedenplatz (líneas 1 y 4) o desde Schottenrig (líneas 2 y 4) y luego tienes un largo camino a orillas del canal para pasear, montar en bici o patinar. Además, aquí hay también muchos locales agradables, algunos preparados con sillones y arena que recrean un ambiente vacacional. En verano también hay una piscina flotante, un barco atracado con una gran piscina en cubierta. Además, si tenéis ganas de una buena fiesta también se puede ir al Flex, una de las discotecas más alternativas y de moda de Viena.
El Canal del Danubio y sus locales
7. Quédate hasta tarde los jueves
Todos los jueves las tiendas en Viena abren hasta tarde; la mayoría hasta las 21:00, algunas incluso hasta las 22:00. Así que uno puede ir a la compra tranquilamente hasta bien tarde o salir a dar una vuelta hasta que anochezca. Si hace frío fuera, os recomiendo que vayáis al Shopping City Süd con la línea 6 hasta Siebenhirten y después en el bus de conexión gratuito (Shuttlebus). Es el centro comercial más grande de toda Austria. Si preferís pasar una tarde tranquila, dad un paseo hasta la calle Mariahilfer Straße e id de tiendas. Por último, podéis terminar la tarde con una visita a un museo, ya que algunos tampoco cierran hasta las 21:00. En el mismo barrio de los museos (Museumsquartier) al final de la calle Mariahilfer Straße abren hasta tarde el MumoK (Museo de Arte Moderno), el Belvedere 21, la Kunsthalle de Viena y el Leopold Museum. También el Museo de Historia del Arte de Viena y la Biblioteca Nacional Austriaca abren hasta tarde el jueves.
Remolonear hasta tarde en la Mariahilfer Straße al anochecer es lo mejor.
8. Visita los Heurigen
Uno de los atractivos por antonomasia de Viena son los tradicionales Heurigen. Son bodegas en las que elaboran y comercializan sus propios productos artesanos. Tienen vinos, mostos, el famoso sturm austriaco, cerveza y aguardiente de producción propia. También hay varios tipos de aperitivos fríos y calientes generalmente dispuestos en una vitrina para que elijas los que más te apetezcan (según tus gustos). Lo mejor de los Heurigen es su ambiente (suelen estar situados en el corazón de zonas verdes, la mayoría en viñedos) y también sus precios. Lo que se paga en los Heurigen por la consumición es una verdadera ganga teniendo en cuenta que la calidad de los productos en la mayoría de los casos es buenísima y que estamos hablando de productos regionales y completamente artesanales. Los Heurigen están situados a las afueras de Viena, concretamente en los barrios de Oberlaa, Hernals, Grinzing, Hietzing, Sievering, Stammersdorf, Mauer o Rodaun.
Un pedacito de naturaleza en plena Viena
9. Visita el Casino Royal en Kärnterstraße
Antes solo había un casino en Baden, a una media hora de Viena. Es también muy bonito pero es un poco difícil de acceder si no se tiene coche. Por eso, desde hace unos años existe una alternativa en pleno centro de Viena, concretamente en la Kärtnerstraße, entre la catedral Stephansdom y la Ópera. Os podéis arreglar para la ocasión y sacar algo de pasta; quién sabe, a lo mejor es vuestra noche. Tampoco tenéis de qué preocuparos, también se puede ir solo a "pasar el rato", sin vestirse de gala y dispuesto a gastar entre 10 y 20 euros. Depende de vosotros y de lo que queráis perder. Pero aunque solo echéis un par de rondas y no ganéis nada, es una buena idea para un plan alternativo de noche.
10. Cena romántica en la Torre del Danubio
El último punto de nuestra lista se lo he reservado a un lugar muy especial, pero que merece muchísimo la pena. La Torre del Danubio es una torre de unos 150 metros de alto muy estrecha que está situada en la isla del Danubio. En su extremo superior hay un restaurante, una cafetería y un mirador cuya base se encuentra en constante movimiento (muy lento), lo que proporciona una vista panorámica completa de toda la ciudad y sus alrededores. Solo os queda decidir cuánto os queréis gastar: podéis simplemente subir y disfrutar de las vistas panorámicas en la terraza (solo tendréis que pagar el ascensor) o merendar en la cafetería (que es relativamente cara, pero si solo pedís café y un poco de tarta está bien). Definitivamente la opción más cara es el restaurante que es verdaderamente caro para la calidad de la comida que se sirve. Consejito: también podéis pedir un par de platos picantes para picar en la cafetería. No son tan caros y son los suficientemente grandes como para cenar bien. Si finalmente decidís visitar la Torre del Danubio, recordad ir más o menos una hora antes de la puesta de sol para poder disfrutar del magnífico espectáculo natural que esta tiene que ofrecer.
¡Disfrutad de las maravillosas vistas de la ciudad!
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