El otro día unos amigos y yo fuimos por primera ver a Tatro Cubano, en Varsovia. Creo que es un sitio que abrió hace poco y la verdad es que los porteros de la discoteca fueron sorprendentemente simpáticos, dándonos la bienvenida en inglés.
El primer contra que tiene el sitio, es que la entrada (20zl) no la puedes pagar con tarjeta. Mal si eres estudiante extranjero sin cuenta en un banco polaco porque te crujen cada vez que sacas dinero en el extranjero. (Desde aquí un agradecimiento a los bancos que controlan el mundo y nos explotan porque sí, porque pueden).
Cuando entramos, nos pareció un sitio precioso. Nos recibió una gran bandera cubana y una amplia sala llena de palmeras y enrejado en los palcos típico del que tienen las casas de los pueblos, en próximas actualizaciones, si puedo, subiré fotos.
Tiene dos salas diferenciadas, una muy grande con un escenario, varios 'reservados' y una gran barra en forma de cuadrado en el centro donde ponen reggaeton. Y una segunda sala, más pequeña con una barra y una escenario más pequeñito donde ponen salsa y bachata. Ahí los polacos hachas del género se hacían pedazos enseñando su técnica más depurada.
El principal problema que vi en el sitio era el lío que tenían formado con los abrigos, según parece hay varias zonas diseñadas para usarlas como ropero, pero sólo tenían habilitada una y aquello a las 23:30 cuando llegamos nosotros ya no daba más de sí. Tras 10 minutos de espera conseguí hablar con uno de los muchachos que estaban trabajando allí y me dijo que no le cabían más abrigos. No resultó mucho problema ya que los dejamos en las rejas que os he comentado antes, bien vigiladitos, eso sí.
Los servicios son bastante amplios y limpios para lo que se espera de un club, pero si vas muuuuuuy ciego te recomiendo que aprecies tu vida y no intentes bajar por esas escaleras porque puedes abrirte la cabeza con facilidad o aún peor, no encontrar la motivación suficiente como para volver a subirlas y pasarte la noche ahí abajo.
No tomamos copas, pero creo recordar que una nanocerveza polaca (lo que en España vendría siendo un tubo) costaba entre 4 y 6zl (información a contrastar).
El fotógrafo también fue muy agradable, se paró de buena gana con todo aquel que le pidió una foto.
La música estuvo bien, perreo de la old school. Sólo tuve ganas de abofetear un poco a un tio que no paraba de coger el micrófono para decir salvajadas tales como 'venga chicas, haced un striptease' pero respiré hondo y aún puedo seguir entrando a este lugar.
Se notaba bastante que estaba un poco saturado el sitio, por eso me espero a una próxima visita para perfeccionar mi review y ajustar mejor mi puntuación.